REPERTORIO AMERICANO 11 Un libro de Sanín Cano SANIN CANO. La civilización manual y otros ensayos. EDITORIAL BABEL Buenos Aires. 1925.
tico, o sea la predilección por los procedimientos simétricos en busca de la forma armoniosa. El influjo de la simetria con que están distribuidas las facciones en el rostro humano es visible en todo el arte occidental. Los pintores, los escultores, los arquitectos, los poetas, aun el simple escritor de prosa, se han dejado arrastrar a esa mania de simplificación que consiste en repetir los semejantes. Se ha llegado a pensar que la naturaleza procede en sus creaciones simétricamente, lo cual es una falacia.
SAN El arte del Extremo Oriente parece que hubiera tomado como modelo de belleza corpórea la mano del hombre. Por haberse inspirado en la mano para expresar la belleza de las formas humanas, el arte del Extremo Oriente es, de un modo franco y desconcertante para nosotros los occidenles, un arte asimétrico.
El escritor que dicta se deja dominar por la palabra y da la sensación del orador más bien que del artista literario. El que, no siendo orador, dicta sus escritos, en vez de pasarlos por el filtro sutil de la mano, pierde las bellas dotes del estilo, privado de esa intermediaria experta y desvelada que por cinco fasces de nervios distintas purifica la expresión, escoge el adjetivo propio y separa con ligereza y donaire el trigo de la cizaña. Durante la historia de la civilizacióli, el hombre ha tratado de impedir que la mujer desenvuelva armónicamente sus capacidades mentales.
ANN, Cano esperó a los sesenta años Ensayos diminutos extraídos para reunir en libro páginas suyas.
de la obra de Sanín Cano Exagero quizás: no espero; cuando la devota insistencia de Samuel Glusberg le piEl hombre sabe que tiene que morir, dió el volumen, accedió, con indiferencia pero no lo cree. Si lo creyera, acomodaría igual me figuro. a la que tuvo antes para su, existencia a un régimen distinto y a dejar dispersas sus opiniones en los perio principios más sencillos de los que generaldicos. no sucederá gran cosa para con. mente sigue.
vencerlo de que hizo bien: en las regiones de nuestra «alta cultura. el pensamiento La noción de sexo y la de pecado viven sólo entusiasma cuando pagamos por el en asocio ideológico en la mente ineducaaltos derechos de importación. la moda ble del género humano, y mientras no lo convierte en evangelio a Spengler y difunde gremos disociar estas dos ideas continuará las trivialidades de Simmel. Confieso las el estado social que hace de la vida un excepciones. comprendo que Sanin Cano equivoco y un tormento. 110 es. escritor para jóvenes de ahora. No Asoma en el horizonte la época en que censuro. quién debería cambiar, el escritor será necesario oír el concepto de los estumaduro que se expresa en formas antiguas, diantes sobre los programas de liceos y lentas, amplias, o los muchachos cuya apti universidades. Alborean los días en que la tud para leer se encoge dentro de la neruniversidad romperá los viejos moldes y se viosa estrechez del momento? Roberto constituirá jen instituto absolutamente libre, Giusti una de las excepciones ve a Sanin como los museos, las bibliotecas y laboraCano junto a Montalvo, a Rodó, a Marti.
torios, de pórticos siempre abiertos para Yo no no lo veo en la cuadrilla de maeslos autodidactas. Si algo ha enseñado el tros que se lanzan al campo, espada al siglo xix a la generación de testarudos del cinto y azada al hombro; no lo veo pelear siglo xx, es que, así en lo moral como en y sembrar, sino acechar estrellas y nubes, la esfera científica, como en las gentiles señalar las horas, predecir el tiempo. Si en disciplinas, ha sido el autodidacta el ba América halla semejante, será Varona; pero quiano de los nuevos derroteros.
Varona es consorcio trágico de escéptico y. predicador; su natural reflexivo lo inclina a La civilizacion es, más bien que cerebral, la cósmica indiferencia; su sentido humano primera y radicalmente manual. La civililo empuja a clamar contra la injusticia, y zación empezó el dia en que uno de los en Cuba todo amante del bien le pide su antropoides adquirió la capacidad de sosteayuda. El sentido de humanidad es fuerte nerse siempre en las extremidades inferioen Sanin Cano; sino que tal vez los muchos res, y liberto de ese modo la mano espiriallos de escribir para lectores que están tual y fecunda.
lejos han acabado por dar a sus ideas el tono de distancia: su indignación contra el Es fama que el murciélago posee la intemal. late como corriente oculta. Tal vez por ligencia más rudimentaria en la rama anieso mismo su inteligencia, al darles vueltas mal a que pertenece. No es extraño: toda la sensibilidad se ha concentrado en las a las cosas en soledad, fuera del apasionado choque de los conflictos cercanos, manos, que le sirven para volar, para trearriba a una desconfianza ante la sociedad par, para asir los objetos, para llevar los de nuestros días, a ratos ante la vida enhijos y para dirigirse en las tinieblas. El tera. Muchos de sus articulos son soliloquios peligro es visible para la especie humana.
en Inglaterra, como los del hondo, agudo Guiando el automóvil o el aeroplano, el Santayana. El escritor de Colombia, como hombre va poniendo en peligro la libertad el de España, descubre la incongruencia de la mano, origen de su predominio. Ford, esencial del espíritu inglés junto a su viva apóstol de la civilización y enemigo inconsoriginalidad y la imperfección esencial de ciente de la cultura, aspira a poner el automóvil al alcance de todo el mundo. Si todo la vida inglesa debajo de sus muchas perfecciones. Creo que el colombiano ama a el mundo tiene auto no habrá chofers posiInglaterra menos que el español. Con todo, bles, y toda la especie humana volverá a uno y otro le deben el corte del ensayo.
los tiempos del antropoide que necesitaba Sanin Cano lo ciñe a la actualidad, al de las extremidades superiores para andar asunto del día: sus conceptos mejores ocuy trepar a su habitación, o a la condición actual del murciélago, que las necesita para rren de paso; raras veces reciben desarrollo volar, ni más ni menos que el aviador.
en trabajo especial. Creo que, destacando esos párrafos de ideas esenciales. van El hombre occidental cifró su admiración al pie de la reseña sirvo al lector atento, del cuerpo humano principalmente en el recordándole que no todo es aquiescencia rostro, y de observarlo atentamente dedujo y noveleria en nuestra América.
el patrón de la belleza. Asi adquirió sin PEDRO HENRIQUEZ URENA duda el arte occidental sui rasgo caracterísUna mano suave expresa en una leve extensión o contracción de los músculos un poema de pasión contenida, profunda, ante la cual es frustránea en sus esfuerzos la elocuencia de las meras palabras.
Acaso sea necesario modificar la especie humana creando una nueva entidad estéril como en algunos órdenes de insectos.
La especie humana se destruye a si misma por medio de guerras, poniendo en vigor altas tarifas proteccionistas o preparando en las lonjas grandes combinaciones destinadas a arruinar a probables competidores.
Probablemente un natural de Bruselas es tenido por provinciano en los salones ga.
lantes de París, y acaso un romano cause grave alarma por el tono de la voz y por la brillantez de los colores en los suntuosos palacios de Park Lane o de Belgravia en la capital de las Islas Británicas. Sin einbargo, en estos aspavientos y muecas de protección no hay más que una exageración del punto de vista del provinciano. En nada es más perceptible el tufo de provincia que en la vida elegante de Londres.
Mientras más grandes son las capitales, más viciadas vienen a estar de localismo así en las costumbres como en el rumbo de las predilecciones intelectuales. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica