REPERTORIO AMERICANO 219 La oración por el indio (Ante un indígena de Chirripo. calcular lo que la visión rápida de todos esos climas así aproximados y unidos en uno solo, lo que el cambio simultáneo de formas, de tradicioness, y esa alma única dispensada a todo un continente, son capaces de producir como efectos, como invenciones, como tipos mismos, desconocidos en la historia. Se sabe lo que esos pueblos tienen por tarea de expresar? ¿qué combinaciones, qué relaciones, qué acuerdos nuevos en la inteligencia del hombre están reservadas a esas sociedades nacientes, que el destino llama a todas las formaciones de una humanidad superior? Por lo demás ¿CÓmo un estado tan nuevo para el mundo, no despertaría vastas esperanzas? Uno llega a creer que ante el espectáculo de esos lentos preparativos de la naturaleza, una inmensa expectación va a apoderarse de los espíritus y que, viendo aparecer, poco a poco, los planes y la perspectiva del porvenir, nadie podrá. aunque la escena esté todavía vacía a medias. permanecer indiferente.
Yo no sé qué profeta (pero habrá uno, como Moisés en el desierto. se levantará antes que el dia, para sorprender el secreto de ese mundo dormido. asociándolo al secreto del hombre, compondrá el nuevo evangelio del nuevo universo. Entonces, la humanidad, viéndose reconstituida sobre un tipo extranjero y sintiendo que se pasan cosas maravillosas en torno de ella, tras.
pasará, empujada por una fuerza inaudita, el umbral encendido de un nuevo Renacimiento.
LEONARDO PENA Cansino el paso y anhelante el pecho, receloso el mirar, baja la testa, el indio va venciendo en el deshecho la penosa congoja de la cuesta.
Lleva un cordel a la siniestra asido con paternal y receloso esmero, y un perro flaco del cordel uncido le da fidelidad de compañero.
Cobriza fué la faz de su ralea cuando cazaba lista como un gozque y trajinaba heroica en la pelea, entre las sombras de su propio bosque; hoy, ya cansada el alma de su raza y el corazón de timideces lleno, no persigue jaguares en su caza que allana con temor el bosque ajeno.
Cobriza fué su faz, quizá de bronce, cuando asoleo su faz sobre la cumbre, hoy, perdidos los impetus de entonces, es de hierro, teñido por la herrumbre.
Su gesto de proscrito es un proscrito que en el propio solar llora su quejame dice del dolor casi infinito de ser león y de sentirse oveja.
Viene hacia la ciudad, cansado y pobre, a vender una piel casi un tesoroviene a buscar el miserable cobre quien hizo luz con sus espejos de oro.
Viene hacia la ciudad, todo recelo, arrastrando el dolor de su ostracismo; me mira, llama al can y mira al suelo. Señor, a dónde fué tanto heroísmo?
Señor, Señor, tú que en la virgen fuente haces que el sol su lumbre multiplique, arde en tu fuego al indio, y que reviente la indómita soberbia del cacique.
Señor, Señor, tú que lo viste un dia semidesnudo, pero el alma erguida, sobre la frente la policromia de sedosos plumajes, y en su vida un soberbio derroche de heroísmo, Señor. qué dice tu palabra santa hoy que está temeroso de sí mismo bajo el abrigo de su tosca manta?
Redímelo, Señor. Quema su rancho y fortalece su vivir enclenque, y dale con tu cielo altivo y ancho techumbre de grandeza a su palenque; pon en su mano el arco y a su pecho torna el valor de su fecunda raza, que no es justo, Señor, dejar sin techo al que partió su pan y dió su casa.
Yo te imploro, Señor, por su destino, por su noble destino americano.
Si tú no has de venir por su camino dale al menos tu Buen Samaritano.
HERNÁN ZAMORA ELIZONDO Setbre. 1926. En Turrialba. Señas de escritores 10. Rue Albert de Lappareut. Paris. Con un cariñoso saludo para el querido y recordado amigo Garcia Monge, cuya tenaz labor admiro y aplaudo. PENA.
Gabriela Mistral Calmosa su palabra segura y comprensiva; su voz rítmica y suave, toda cordialidad; y sus ojos, oscuros, afectuosos, sinceros: diriase mensajera de la Serenidad. dice. En mi pais, ahora que no me pidan nada. Qué quieren que yo haga bajo mi cielo azul?
Les he dado los dones mejores de mi vida: les di mi juventud. pasa su mirada sobre toda la América. Que en nuestras tierras haya fervor. idealidad!
Que luchen los que puedan porque ya yo no (puedo; mi corazón se encuentra cansado de luchar!
Cuarta lista Serafin del Mar, Casilla 409. La Paz. Bo Quesada. Libertad. 949. Buenos Aires, livia. O: Huancayo. Perú.
Rep. Argentina.
Julio Noé. Cangallo 315. Escr 96. Bue Antonio Restrepo Gómez. Academia Conos Aires. Rep. Argentina.
lombiana. Bogotá. Colombia.
León Pacheco. En PARISINA, 61, Boul. Carlos Rey de Castro. Villa Giaraní.
Haussmann. France. París.
Asunción. Paraguay.
Alfredo Palacios. Calle 7, 776. La Alfonso Reyes. 144 Boulevard Haussmann.
Plata. Rep. Argentina.
France. Paris.
Presbítero Pallais. León, Nicaragua.
Luis Felipe Rodriguez, Caridad, 28. AlanSig. Giovanni Papini. Via Colletta, 10. zanillo. Cuba.
Firenze. Italia. Rodríguez Mendoza. Montalbán, 11.
Leonardo Pena. 10, Rue Albert de Lappa España. Madrid.
reut. Paris. Rodriguez Pereira. Liceo Dep. de Ildefonso Pereda Valdés, En LA CRUZ DEL Enseñanza. Treinta y Tres. Uruguay. MonSur. Treinta y tres, 1478. Montevideo. Uru tevideo.
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Lic. Manuel Roy. Apartado de Correos Victor Pérez Petit. Agraciada, 1754. Mon 873. Panamá. Rep. Panamá.
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José Pijoan. Pomona College. Chile.
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Vicente Salaverri. Colonia, 2113. MonPedro Prado. Casilla 3915. Santiago. tevideo. Uruguay.
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Dr. Restrepo. Medellín. Colombia. Prendez Saldias. Casilla 124 San Rivas Cherif. Mantuano 12, Villa Ibarra.
tiago, Chile.
Prosperidad. Madrid. España.
Ufficio Prezzolini. 89, Via Nazionale. Italia. José María Salaverría. Hermosilla, 39.
Roma (3)
Madrid. España. Mario Puccini. Cassella Postale 188. Italia. MI. Seguodo Sánchez. Ap. 32. Caracas.
Ancona.
Venezuela.
De cuando en cuando fija los ojos en la (alfombra; su voz continúa suave, toda cordialidad.
Asi que la he escuchado dos horas, yo diría que ella es sacerdotisa de la Serenidad! SALAZAR Bruselas. 30, abril, 1926. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacionat, Costa Rica