REPERTORIO AMERICANO 255 rey! No olvides mis consejos. Estoy orgullosa de enviarte a la escuela; me parece que te has hecho ya un hombre grande. Anda chiquito mío. Valor! Un Leso. Otro beso.
El pequeño Juan se marchó así una clara mañana, llevándose el eco de las palabras suaves de amor, oprimido el corazón por las primeros temores y moneando airoso la rubia cabeza, satisfecho de ir a la escuela y de sentirse ya como un hombre grande de verdad.
Tal vez fue una tontería. De qué está hecha la luna, madre. pero la dejó perpleja: La luna, qué respondería? Ella que no lo sabía bien a derechas. y sería tan hermoso decir una mentira. Optó por decir una mentira. La luna? Verás: unos dicen que es un farolillo que Dios ha olvidado, un farolillo de plata, que el buen Dios dejó colgando en los cielos para que no se asusten los niños que van por los caminos, y encuentren blancuras amigas en las noches negras.
Otros. los más, aseguran que es un país encantador donde viven seres extraños: todos los personajes que figuran en los cuentos. Caperucita Encarnada y el Lobo, lian nacido en la luna. El Polichinela trajo de allá toda la belleza grotesca de su alma. la Bella Durmiente no en otra parte pudo aprender a dormir cien años aguardando el amor. Pinoquio. por lo menos yo creo, ha descendido a la tierra por la escala temblorosa de un rayo ligero. Blanca de Nieve, los Gnomos, el Gato con botas, los Magos, las Hadas, los Duendecillos alados. todos esos seres adorables e inmortales han llegado de un mundo de ensueño, de dulzura, de luz, de bondad y de ilusión.
que no puede ser otro que la luna.
Anda. Juan, a dorinir y sueña. sueña con la luna.
II Con aire compungido se comía las manzanas.
pero se las comía. ver! Decía la. madre sonriendo. qué más. Cuéntamelo todo. Pero si ya te he dicho todo: el naestro, es. bueno, los compañeros cariñosos. Entonces ¿qué es lo que te pasa. La escuela no me gusta. es tan triste. Ya comprendo: no estás acostumbrado a permanecer tranquilo, en un mismo sitio y a ver cómo otros niños lo hacen de idéntica manera permaneciendo las horas sentados en sus bancos, sin pestanar. Te han asustado los negros encerados, el reloj que no tiene caja de música como el de aquí. No: no es eso madre. Qué es entonces, Dios mío. Lo que allí se aprende, las cosas que el maestro sabe de la luna, no son las cosas bellas que tú me enseñaste. Ha dicho de la luna. yo no acuerdo bien de lo que ha dicho. pero lan sido cosas tristes. Tú debes saber más que el maestro. verdad, madre. el maestro sabe más que tú?
Ella titubeaba: el niño espera, con la ilusión en los ojos, la respuesta.
Por fin la voz, con la suavidad de una tristeza,. destroza su ilusión. Oye pequeño mío: no recuerdes las cosas que te he dicho, porque el maestro. el maestro. sabe más!
ine La cartera de cuero. El lápiz. El cuaderno, El niño va a la escuela. Qué limpio y bien peinado está.
Un beso. Otro beso. Te arreglo la corbata, no tengas miedo a la escuela. El maestro es bueno. Las gafas y la arruga que le cruza la frente, le dan aspecto severo, mas yo sé que quiere mucho a los niños. No es un maostro gruñón! la vuelta, cuando llegues, te habré preparado unas manzanas con crema. Si algún compañero trata de fastidiarte no hagas caso. Si alguno te golpca, golpeale tú más recio. Si te encuentran cobarde, te caerán encima. Pero sobre todo es preciso que te impongas por tu bondad y tu cariño. Gánate al maestro prestando atención a sus lecciones. Cuando regreses verás qué manzanas más ricas. cómo va a parecerte más grande el amor de tu madre. Anda, mi Ecco NELE (El Diario Nacional, Bogotá)
Cuatro poemas chinos de amor De Caras y Caretas. Buenos Aires vora el deseo de confiarle la pasión que ella mie inspira. Ay. Una mortal tristeza embarga mi corazón. La embarcación alėjasç a la deriva, sobre las engañadoras aguas quc dc cllas hacen un jugucte.
Li TAI PE Venganza Sobre la más elevada de las terrazas de Kou sou puede columbrarse al rey Lou vo ¡Ah. He aquí que canta el gallo. exluptuosamente tendido. Ante él, Sy Che, la clamó ella.
belleza personificada, danza, con una gracia No dijo él. Aun es noche profunda. incomparable, gestos delicados y sin violenNo canta todavía.
cia. Luego rie al sentirse tan voluptuosa Levántate. Levántate! Corre la cortina mente laxa, y, languideciendo, va a reclinarse de la ventana e interroga al cielo.
sobre el lado de Oriente, en el borde de. Ah! La estrella matutina se eleva ya jade blanco del lecho real.
en el horizonte. Ah. Es la aurora. Ya es tiempo. Ya Li TAI PE es tiempo! Mas, antes de alejarte, venguémonos de aquel que nos separa. Toma tu arco, y mata al gallo.
Flor vedada DESCONOCIDO Bajo la clara luna de otono, el agua agitada sacude mi barca. Solitario, navego soBorrachera de amor bre el lago del Sud, y recojo los lotos blanEl viento agita dulcemente, en torno del COS.
Palacio de las Aguas, las embalsamadas ¡Oh. Qué hermosa es la blanca flor del flores de los nenúfares.
loto. Qué delicada y deliciosa es! Me deLa esposa virtuosa Me ofrendas dos perlas brillantes; por más que vuelvo la cabeza, mi corazón palidece y se conturba.
Un instante poso sobre mi túnica aquellas perlas claras; la seda roja infúndeles rosados raflejos. No haberte conocido antes de estar casada! Pero apártate de mí, porque pertenezco a otro hombre.
Al borde de mis pestañas, le aqui dos lágrimas temblorosas; son las perlas que te devuelvo.
TCHANG TSI (Versión de MS. DANERO. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica