276 REPERTORIO AMERICANO lo es.
Primer compañero. tú?
sabes conquistarla? Recuerda que también fuerza no me gustaria: que ansiosa lleglic Uliscs. Bajando de su observatorio. Per con regalos puede ser seducida una niujer. hasta mi sin que nadie la obligue sino su manezco aqui. No tengo miedo! Polifemo ha el canto, también el canto, logra donjinar deseo. En cuestiones de amor soy muy es.
jurado que seré el último de vosotros. de las ninfas los corazones.
crupuloso.
así lo hará, de último ha de conierme. Ca Cíclope. Regalos mil le ofreci, canciones Ulises. Vendrá voluntariamente.
nibal es, pero hombre de palabra también por ella entoné, largos días estuve pulsando Cíclope. Empieza.
la citara en su honor: más duro que el de Ulises. Antes, debes limpiar bien la caEscena segunda una roca es su corazón adamantino.
verna, disponer bien las almohadas en el Ulises. Insinuante. no has recurrido; lecho, quemar mirra, llenar todo de rosas. Polifemo. Entra, se deja caer sobre una dime, al arte de la magia?
Disgustadas, muy disgustadas son las ninpiedra en donde permanece suspirando. Ciclope. No; nunca aprendi ese arte; mi fas del mar!
Ulises. Polifemo!
padre nunca me enseñó sus secretos.
Ciclope. Es justo. Dirigiéndose a los Ciclope. Qué quieres?
Ulises. Sin embargo, es un arte infalible! compañeros de Ulises. Jóvenes, venid; 110 Ulises. Por qué lloras?
Ciclope. Infalible?
tengáis miedo! Salid; esta noche es noche Ciclope. Por pasión de amor!
Ulises. Todo lo puede.
de descanso para vosotros. No habrá cena!
Ulises. Enamorado tú, Polifemo?
Ciclope. Hasta saturar de amor un co El amor me ha robado el apetito.
Ciclope. Yo, si. Es raro?
razón ingrato?
Ulises. Escucha, Polifemo. El fluido má.
Ulises. Viéndote tan fiero y tan libre de Ulises. Hasta conducir a tu casa a la gico es de naturaleza semejante a la de la toda humana flaqueza, también, de las insi mujer que deseas.
luz que irradia y se escapa por el éter indias del amor, inmune te creia, Ciclope. Ciclope. Aunque fuese una ninfa? finito cuando no encuentra obstáculo alguno; Ciclope. Ay de mi! Inmune no soy!
Ulises. Aunque fuese una diosa!
si algún objeto opaco se interpone, se deUlises. Nárranie, Ciclope, nárrame la anCiclope. Juno también?
tiene enseguida. Para que ese fluído desde gustia tuya!
Ulises. También a Juno.
aquí pueda difundirse hasta la playa, es preCiclope. Ti sabes que mi padre, el todoCiclope. Cuánto gusto me causaria el ciso que renuevas esa piedra inmensa que poderoso Dios de los mares, dióme talento, poder engañar a Júpiter! Pero, dime, ese cierra la entrada de la caverna tuya.
belleza, alma y cuerpo invencibles, corazón arte. dónde se aprende?
Ciclope (Riendo. Ah! Ah! Ah!
gentil, voz y palabra serenas. todos los Ulises. Son perfectos maestros los ma Ulises. Por qué ries, Polifemo. Por la bienes que pudieses imaginar: campos, gregos de la Tesalia.
alegria que experimentas al pensar que yes, vestidos, cavernas, todo, todo me conCiclope. del Etna humeante a la Te pronto ha de venir aquí Galatea?
cedió. Pero desgraciadamente no creó comsalia ¿qué distancia hay?
Ciclope. Ah! Ah! Ah! Rio del fluído mápañeras para los Cíclopes: ciclopesas. Por Ulises. La que recorre en el mar, en gico, del éter que irradia de la caverna y eso, cuando a veces contemplo los corderiveinte dias, un navio impulsado por fuerte que necesita libre la entrada! Ah! Ah! Ah!
Ilos que triscan en las praderas al lado de brisa.
Busca otro engano para salir de aquí. El sus vigilantes madres; cuando miro los ter.
Ciclope. Agil soy para nadar; por placer, presente de nada te ha servido! No lograneritos, sostenidos apenas por los inciertos rás tan fácilmente burlarte del Ciclope. Me me interno en alta mar y presa hago de pies, alargar el húmedo hociquillo hacia las has hecho reir! Ah! Ah! Ah! De nuevo siento ballenas y de tiburones y de barcos que repletas ubres; cuando veo los potros gaapetito. Los compañeros de Ulises escapan, lopando al lado de los ágiles corceles, cazo aún cuando bogan a toda vela. Pero veinte dias no resisto. Además no es digno escondiéndose aqui y allá. Quietos! Ei Cisiento llenarse mi corazón de una tristeza clope sabe cumplir con su palabra!
infinita. Nunca, nunca veré pequeños ciclode un hijo del dios del mar! Me convertiria pes, hijos míos, juguetear entusiasmados a en un pez! Dime. nadie conoce ese arte, Ulises. Polifemo; francamente voy a hablarte. No soy mago; pero sé, en el corami lado; no consolarán con sus encantadoras que no sea de la Tesalia?
zón de los hombres y en el corazón de las travesuras los largos y solitarios momentos Ulises. Sí, los que allá estuvieron y allá mujeres, leer los más profundos secretos; mios; nunca se reflejarán en el fulgor de pudieron aprenderlo.
los sentimientos escondidos en lo más insus pupilas alegres los rasgos del semblante Cíclope. menudo me has dicho que co timo los veo tan fácilmente como tú ves mío; la virtud mía no ha de inultiplicarse: noces muchas tierras lejanas y muchos malas formas exteriores; conozco perfectares de nombres raros. En Tesalia 11o esmás desdichado soy que un árbol cualquiera niente el arte y las palabras que cautivan tuviste?
que en sus mil ramas ve reproducirse las mejor el corazón de las mujeres. Te oi hace propiedades que le enorgullecen enmedio Ulises. También en Tesalia estuve. poco cantar al compás de tu citara encandel bosque. Por eso estoy triste; aunque me Ciclope. no aprendiste ese arte? tada: mucho me agradó tu voz. No descoveas bien alimentado, aunque nunca sienta Ulises. Polifemo.
noces los secretos de la música! Sin emni sed, ni ansias de nada, llevo en el coraCiclope. Qué. bargo, crees que pudieran convencer a Gazón una honda y desconocida pena, penia Ulises. Me prometes guardar el secreto? latea las palabras que cantando le dedicainmensa como pocas.
Ciclope. Lo juro. El secreto acerca de bas? En ellas tejías tu propio elogio, ante Ulises. No hay, 110 existen ciclopesas, qué. ella te presentabas soberbio como un pavo como has dado en llamarlas tú. Pero, PoliUlises. Acerca de lo que voy a decirte. real que, al sol, despliega su rueda de arco femo, ninfas esconden las vecinas selvas.
Los magos de Tesalia son gente terrible. iris. No, Polifemo, no es ese el arte de se.
Ciclope. Calla! No renueves, con tus paMales inmensos, aún de lejos, lanzan sobre ducir a las mujeres, no son esas las palalabras, mi dolor. Una ninfa del mar, no de aquellos que, conocedores de sus secretos, bras de un poeta. Háblale de ella, solo de la selva, una ninfa, una diosa, me ha robado se atreven a divulgarlos. Soy discípulo suyo: ella, de la suma belleza suya; háblale como el corazón; ella me desprecia, de mi se conozco todas sus fórmulas, Jura de nuevo. a una Diosa, llévala, en tu elogio, hasta el burla; por instantes me alienta, enseguida Ciclope. De nuevo juro. Algo más quiesétimo cielo; llora, gime tu miseria; dile que escapa cruel.
ro hacer. De tus compañeros todavía queda si no te escucha, morirás, te lanzarás, desde Ulises. Imposible me parece que pueda una veintena. En estos veinte días que te lo alto de una roca, al abismo tan amargo despreciar tu amor una diosa o una mujer!
quedan de vida nadie ha de molestarte. Te como su ingratitud; dile que después, todas Ciclope. sin embargo, asi es! Es bella, tomo bajo la alta protección mía.
las noches, há de mortificarla el recuerdo demasiado bella! Cuando la forma suya surge Ulises. Gracias, Polifemo.
de su suicidio.
esplendorosa de la infinita tranquilidad del Ciclope. Pero, realmente los conoces. Ciclope. crees tú que con esas nimicmar, a Selene se parece, Selene que brilla esos secretos. Podrias hacer que hasta aquí dades he de conseguir su amor?
serena en el apagado azul de la noche que llegase Galatea?
Ulises. Si, siempre que sepas decirlas se inicia.
Ulises. Hacerlo podría.
con bella frase y con acento justo.
Ulises. 110 logras convencerla? No Ciclope. Pero voluntariamente! Por la Ciclope. No te creo, no. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica