326 REPERTORIO AMERICANO Vasconcelos Ingratitud y Adulación ducida por la lejanía de la Patria y mucho menos por las ofensas tabernarias que le escribió José Santos: No. Esa tristeza es Jox verdadero interés he seguido dia a estoy seguro que no se arrepentirá de ellas más honda, su pena es más fría, más seca: porque las llevó a cabo con toda la fe en es porque a través de la distancia, él se en los diarios de esta capital, el desagra que viene siempre envuelta una ilusión. ha dado cuenta de la falta de memoria de dable incidente surgido entre el licenciado Sin embargo, José Vasconcelos, es uno los que aquí en México se decian sus amiJosé Vasconcelos y el poeta Santos Cho de los más altos directores de educación gos, de los que todos los dias quemaban cano, incidente que, por angas por man que ha tenido y de que debe estar orgulloso incienso en su honor, de los que él protegas, fué una de las causas de la muerte de el país, sin olvidar la fructifera labor de gió, de los que él sacó de la nada. Esa su Edwin Elmore.
siembra, que hizo aquel otro mentor admi melancolía es porque ha comprendido que Realmente, parece que el principal motivo rable que se llamo Justo Sierra.
cuando fué Ministro se rodeó de favoritos de la tragedia, no fué la discusión entre En estos últimos tiempos en que tanto ha eunucos, que ahora son incapaces de tener Chocano y Elmore sobre las ideas vertidas sonado el nombre y que se ha discutido un gesto viril cuajado de agradecimiento.
por José Vasconcelos a propósito de Tacna tanto la personalidad de Vasconcelos, lo Vasconcelos repartió fayores a diestra y y Arica mejor, mucho mejor para el publi mismo en España que en México, lo mismo siniestra; a su sombra dos o tres llegaron cista mexicano. sino los agravios hechos en el Perú que en la Argentina, las más a subsecretarios, otros fueron sus secretapor el poeta de Alma América a la memo veces admirándolo y otras rodeándolo de rios particulares, otros flamantes jefes de ria del padre de Edwin, llamándole en una ofensas, me he hecho el cargo de las atri departamento; para todos ellos, en aquellas abominable carta «traidor a la Patria. in bulaciones que han de acibarar la vida via calendas, José Vasconcelos era el supersulto que como es natural, hizo fervit la jera del Alaestro de las juventudes de hombre, pero ahora. Dios los libre de salir sangre filial del joven Elmore, sangre que América; pesares que no podrán borrar de a su defensa!
ahora será como un sinapismo, o como brasa su espíritu, ni sus triunfos en tierras de José Vasconcelos debe escribir, entre un para el pecho de José Santos.
Cervantes, ni las loas desinteresadas y jus artículo de estética y entre unos apuntes No quiero ocuparme del asesinato, no tas y espontáneas hechas en su honor por de viaje, un ensayo, o cuando menos unas quiero escribir en falso asegurando si fué las más gallardas plumas españolas; ni las notas sobre El arte de la adulación y la un asesinato proditorio y cobarde o perpearquitecturas de Persia, ni los paisajes de ética de la ingratitud.
trado en defensa propia, allá la justicia peItalia, ni la cinta de plata del Danubio, ni GUILLERMO JIMÉNEZ ruana es la que señalará responsabilidades.
la música de Hungría, ni la sonrisa de Paris.
El incidente Vasconcelos Santos ChocanoPero esa tristeza no creo que sea pro (El Universal, México, descartando la muerte de Edwin Elmoreme ha sugerido algunas amargas acotaciones y más de una vez he pensado en que el ex Ministro de Educación debía escribir un De El Universal, México.
bello ensayo como el que escribió sobre los perfumes de Sevilla, o como El mapa estéinvita un amigo muy estimable a que para aquel personal con el de otras Secretarias. Sin embargo, se ha propalado la catar unas pequeñas notas dedicadas a todas sólo sea unas notas sobre la Ingratitud y la lumnia de que allá derrochábamos el dinero aquellas personas que el ayudó y, formó, Adulación. No puedo hacerlo, entre otras y se sigue hablando de estos derroches, no inventándolas muchas veces; con este título: razones, porque no conozco ni la una ni la obstante de que nadie, hasta ahora, ha sido El arte de la adulación y la ética de la inotra. No he padecido de ninguna de las capaz de precisar en qué consistió, uno gratitud.
dos enfermedades, Si alguien me aduló, en solo de aquellos supuestos despilfarros. El No cabe duda, que José Vasconcelos fué la época en que yo disponia del relativo gasto más discutido, el de los pintores, una de las más fuertes y brillantes columpoder, poder de prestado, de que en Mé nunca excedió de un simple sueldo, de un nas del Gobierno presidido por el General xico dispone un Ministro, yo no me di sueldo de taquigrafa, o de escribiente, paObregón, Gobierno que dejó hondas huellas cuenta de ello, pues seguramente, nadie lo gado por pinturas que dejarán huella en la más que por otros capítulos, por su extenso hizo en mi presencia; si se decía bien de historia del arte mexicano. Sin embargo, se programa realizado en beneficio de la edumi en mi oficina, seguramente esto ocurria ha llegado a decir, como el más grave de cación de las clases populares y por su la por las afueras de mi despacho particular los cargos formulados en mi contra, que yo bor y afán inconmensurable de acercamiento y aun alli, dudo mucho que haya quedado derroché millones en pinturas. Se habla espiritual entre todos los pueblos de este tiempo para gastarlo en loas. Donde tanto también de que derroché dinero en editar Continente. Ideas que se cristalizaron, ideas trabajo hubo no habia tiempo para dete clásicos para un pueblo que no sabe leer; que se cuajaron aqui en forma de escuelas nerse, ya no digo a adular, ni siquiera para pero nunca se ha tomado nadie la pena de y de bibliotecas y en las repúblicas herma tomar respiro. La suerte de adulación que hacer números para ver que lo gastado en nas con un cordial intercambio.
con más frecuencia llegaba a mis oidos era, clásicos es insignificante y que el número Es imposible negar que el Ministro de por ejemplo, saber que me llamaban «el mismo de los volúmenes de clásicos es peEducación del Gabinete del General Obre lechero. porque algunas veces llegaba a queño si se compara con el millón de libros gón, tuvo desaciertos incontables, producto, las ocho de la mañana, una hora antes de de lectura y el millón de silabarios y petal vez, de su dinamismo ly si queréis, de la hora de apertura oficial y comenzaba a queños folletos y con los cien mil o más su vanidad el concepto que yo tengo de tocar los timbres para llamar jefes, muy textos de Historia y algunos de Ciencia, sin la vanidad es la conciencia absoluta de las cumplidos, pero que no siempre se presen contar con todo lo que quedó pendiente de cosas bien hechas con espíritu de sinceri taban antes de la hora debida. De los pin un proyecto vasto y comprensivo, pero no dad, pero debemos confesar todos en un tores, por ejemplo, recuerdo quejas; quejas más costoso que el simple traslado de un solo grito, que fueron más las virtudes de de algunos menores, en el sentido de que cuerpo de ejército, de Sonora, por ejemplo, Vasconcelos, virtudes superlativas, que sus yo los explotaba porque les exigia mucho a la capital; ique digo un cuerpo de ejército, errores.
trabajo y la remuneración era escasa. Yo que el traslado de tres batallones! Se nos Ahora que él está lejos de la patria, ahora les respondía que trabajasen por la gloria, ha censurado, porque algún pintor llegó a que hace un provechoso viaje de estudio ya que los gastos de guerra no nos permi ganar veinticinco pesos diarios y porque por aquellas viejas tierras civilizadas que tian pagarles ni lo que gana un capitán. otros pintores ganaban ocho pesos diarios están al otro lado del mar, se habrá dado Las quejas de mucho trabajo y pocos emo pero nadie se atreve a censurar a los funcuenta perfecta de sus equivocaciones y lumentos eran en general justas si se com cionarios que han acumulado fortunas, sin Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica