Tomo XIII REPERTORIO AMERICANO Núm. San José, Costa Rica 1926. Sábado 28 de Agosto SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: El poeta Guillermo Valencia, por Sanin Cano. Diciéndole adiós a la señorita Esther de Mèzerville,, por Tomás Fernández Bolandi. Los santones de Marruecos, por Ramiro de Maeztu. Vidas del corral, por Max Jiménez. Los rumanos y sus tierras, por Vasile Stoica. El homenaje a Rubén Dario. Constantino Meunier, por Gabriela Mistral. Página lirica de Manuel Segura. Critica Americana, por Rafael Estrada. Carta de Gris. Los obreros de Lima solicitan el REPERTORIO. Flores Pequeñas, por gm. La evolución social de Mérico, por Enrique José Varona. El mapa estético de América, por José Vasconcelos. Al Guadalquivir, por Juan Leary. Al margen del telégrafo. LA EDAD DE Oro: 1Malpocado! por Valle Inclán. Hylas por Rodo.
El poeta Guillermo Valencia a año 1896 la capital solitarios empeñados en colombiana oyó harecoger dentro de su ceblar por primera vez de rebro las ondas hertziaGuillermo Valencia a cau Prólogo a la nueva edición de Ritos: Editorial ExCELSIOR, Paris.
nas del movimiento intesa de un incidente partelectual del mundo. Era lamentario insignificante un momento en que estuy ruidoso. Una mayoría diar parecía un nuevo intolerante necesitaba dar vicio inventado para des.
el ejemplo de una votatruir una raza, y en que ción abrumadora en que el objeto más bello de la no contaban con el asenvida habia sido concentimiento de Valencia. Era trado en la ardua, commenester eliminar ese plicada y destructora lavoto para que no lo pobor de pensar. En ese seyese la minoría. Se susmedio Valencia encontró citó entonces la cuestión por instantes su natural relativa a la edad del habitáculo. Conforme poeta. Querían descalifila distribución geográfica carlo porque no tenía los de las deformaciones inventicinco anos requeritelectuales, alli se tocados por la ley para ser ban las zonas del liquen investido de las prerroreligioso clasificado por gativas de representante Juan de Dios Uribe y las del pueblo. En efecto, no lineas isotérmicas de ese tenía entonces veinticinco mar interior de cuyas alaños. Era fácil probarlo, gas se exhalan los venepero la misma edad temnos de la inteligencia: prania del diputado, su Oh, mere qul creas en ton seln juste et lort prestancia, la aureola que Callces balançant la future fole empezaba a formarle su Des grandes fleurs avec la balsamique mort inteligencia, desarmaron a Pour le pobte las que la vie etiole, los promotores de este repetia Valencia revolsacrificio. Pasado el inciviendo sus ojos pequeños, dente, era Valencia una.
húmedos y mórbidamente figura nacional. Lo habria luminosos, sobre el paisido por unas semanas si saje sentimental frecuenno hubiera tenido más métado por la bohemia de ritos que la precocidad y aquellos generosos dias.
la apostura. Tenia, sin emEn 1898 vino a Europa.
bargo, una sensibilidad Puede cualquiera figurarnueva que desenvolver y se cómo recibió por todos ampliar a los ojos de los los poros las ideas y los bárbaros. Tenía un espisentimientos de que esritu preparado para recitaba entonces impregnada bir en labor tumultuosa las nuevas ideas de las ideas que agitaban el mundo de las le la atmósfera cultural. No consentia que su tiempo y para reflejarlas en una obra tras. Había en esos momentos una fermen forma ninguna de arte le fuera extraña. Su poética donde hay páginas que devuelven tación de las ideas, complicada con los sig. forma natural de expresión artistica es el el brillo de las antorchas con que fué anun nos inequívocos de una renovación substan. verso; pero la música, la estatuaria, la pin. ciada hace treinta años un buena nueva. cial en las formas. Acababa de morir Silva, tura, le hacen vibrar con vehemencia soCuando terminó esa labor parlamentaria, cuya acción sobre la vida intelectual bogo nora. La música y la pintura muy especialel espíritu de Valencia se difundió por los tana habia sido la del más poderoso exci mente; de la primera se vale a menudo para cenáculos literarios de Bogotá en busca de tante. Se habían formado cenáculos. Había ensancliar el mundo de su sensibilidad y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica