266 REPERTORIO AMERICANO les irreparables le causaron, próspera por. vliestros amigos, si las personas que nos mí me ha tocado volver a la patria, des.
el trabajo, intensificado en una larga era conocen o nos desconocen, no nos prestan pués de largos años de ausencia, a regocide paz fundada sobre la base granítica del importancia, nunca llegaremos a tenerla, jarme con la risuena visión de los tiempos goce irrestricto de todas las libertades pui. cualesquiera que seail, por otra parte, los que llena hoy la mente de los colombianos.
blicas, sin, las cuales este país no ha podido méritos que poseamos. De modo que al Yo os felicito de todo corazón y me feli.
ni puede vivir, y halláis también en los aceptar este bellísimo obsequio de vuestra cito por pertenecer a la gran nacionalidad espiritus un vivo y nobilísimo anhelo de re cultura, 110 puedo escudarme con la usada que habéis puesto tan alto: novaciones que sabréis apreciar y estimular. loriga de la modestia, por que acaso vuestra Llegáis en una hora oportuna, rico de inteligencia, demasiado sagaz y generosa, experiencia y después de haber vivido mu no se dirige a lo que soy sino a lo que Desde lejos, en el turbión de la civilizachos anos en los más flamautes hogares de vuestra ilimitada benevolencia quisiera que ción europea, mezclado abstractamente y civilización, del uno y del otro hemisferio. yo fuese. Y, situado en ese plano el signi como periodista a la vida civil de aquellos Vuestras luces, en estos momentos de la ficado de esta fiesta, lograremos ponernos pueblos, conmovido con el brillante espec vida nacional, nos serán grandemente úti de acuerdo: acepto vuestra largueza con la táculo de la cultura que han creado con les, porque, como lo habéis dicho, la pros: misma sinceridad y con el mismo temperabrazo hercúleo los hombres de la América peridad trae gravísimos problemas, y sólo mento hnmilde con que reconozco mis inconAustral, siempre los ojos puestos en el pormentes capaces y modernas podrán resol tables limitaciones.
venir de Colombia, me enorgullecían sus verlos. Tenéis la palabra para hablarnos del Cornelio Hispano, con esa frase limpida triunfos en la industria, me llenaban de provecho que en la práctica podemos sacar y donosa que recuerda las formas adorables complacencia sus conquistas politicas, su de vuestra teoria de la civilización manual, en la obra de aquellos magos de la paleta amor a la paz, sus pruebas de cordura y que para nosotros no puede ser otra que verbal a quienes ha tomado por maestros, de respeto a los derechos ajenos en sus la de las realizaciones destinadas al en ha señalado minuciosamente y haciendo pro relaciones internacionales, y más de una grandecimiento de la nación y a la comodigios de memoria evocativa, aquellos días vez he hecho uso de las tribunas que me didad y felicidad de vuestros compatriotas. en que el fervor de la vida intelectual ofrecía la hospitalidad de pueblos amigos Sanin Cano: por vuestro feliz regreso a bogotana solia tener repercusión en las capi para hacer presentes las obras de cultura Colombia.
tales de la América Española y en la mente que hemos acabado y que el extranjero se de algunos letrados y curiosos investiga empeña en ignorar con grande ahinco. Me Discurso de Sanín Cano dores, de la vieja Europa. De lento y tardío confortaba de la tremenda impresión de desarrollo, me cupo la suerte de ser todavía desconsuelo, causada por el espectáculo de Sanini Cano, antes de leer su discurso, joven, cuando lo eran de veras los hombres la carniceria humana en el Viejo Mundo, el dijo las siguientes palabras: que en prosa y en verso, en el ensayo pensamiento de que en América el hombre Ainigos mios, compatriotas, Cornelio His literario, en el sesudo articulo editorial le colocado por hados benignos en ambientes: pano: no saben ustedes lo que es el torhan dado renombre a la generación del más favorables en lo material y en lo momento de oir a un mal orador, pero van a centenario. Cuando ellos usaban los com ral, habia opuesto la razón al imperio de la saberlo. Yo no poseo dotes ningunas de plicados instrumentos del arte de escribir y fuerza y hecho de estas comarcas el seguro oratoria, y ustedes, que han oido a Saavedra adoptaban con ánimo de señores y dueños refugio de la civilización amenazada por Galindo, a Restrepo y a tántos otros oralos nuevos recursos inventados por una fe quienes se titularon a sí mismos sus portadores que en la ribuna pública han deleitado cunda generación de artistas y pensadores estandartes. Colombia, como la mayor parte sus oídos, van a escucharme ahora a mi; en las naciones directoras del pensamiento de sus hermanas del continente, se prepara pero para que sepan lo que es cse tormento, humano, yo acarreaba el humilde material para cumplir ese destino mauifiesto y vome permitiré contarles una pequeña anécdota: con que ellos han edificado una fábrica sotros habéis tenido parte en la labor que Se iba a ahorcar en Inglaterra a un gran suntuosa. Si el obrero que trae sobre sus hace de este hemisferio la esperanza del criminal, y cuando estaba ya cerca de la hombros la piedra o el cemento para las género humano.
horca, le preguntaron si queria decir algo; grandes obras arquitectónicas tiene parte En nuestro país ha cesado la lucha de el sentenciado a muerte dijo que nada en la edificación, acaso a mi me quepa la la fuerza contra la razón. El colombiano de tenía que decir, y que sólo esperaba que honra de haber participado en las hermosas hoy ha puesto en práctica los anhelos del se le ejecutara rápidamente. El verdugo, estructairas que han alzado para orgullo de colombiano de ayer. Con la satisfacción de entonces, le manifestó que entre los concuColombia los poetas y los escritores de ver realizadas gran parte de las aspiraciorrentes se hallaba el diputado de su distritos, prosa de una gcheración posterior a la mía, nes de mi generación, he vuelto a pisar el y que si quiería, él podría decir un pequeño algunos de los cuales ocupan puesto al re suelo patrio, y henchida el alma de conso.
discurso. esto el deli. cuente se limitó a dedor de esta mesa. No quiero señalar in ladoras esperanzas, al daros las gracias por dividualmente sus méritos porque son tan contestar: la insuperable distinción de que me habéis N3 tengo inconveniente en que el señor conocidos como los suaves resplandores de hecho objeto, brindo por vuestra ventura diputado pronuncie su discurso. Sólo me limito la aurora, y tan evidentes como el ruido personal, y os ruego que me acompañéis a a pedirle que aguarde a que yo haya muerto, de las cascadas o las vibraciones fascina. brindar por la grandeza de Colombia y por doras de la luz meridiana en paisaje el bienestar de los colombianos.
para hablar.
montañoso.
Después de estas palabras, que fueron Con los escritores y poetas, con los honFueron organizadores de la Fiesta los acogidas con grandes aplausos, Sanin Cano bres del periodismo que nos honran en el señores Víctor Londono, Cornelio leyó el maravilloso discurso que se leerd.
ámbito espacioso donde suena la lengua Hispano y Rafael Duque Uribe, y antien seguida: castellana, se sientan a esta mesa algunos triones los siguientes señores: La dulce emoción que suscita en mi es de los hombres que han contribuido a la Jorge Zawadzky, Fernando de la piritu esta suntuosa manifestación de cultura grandeza de Colombia y siguen acrecién Vega, Saavedra Galindo, Demecolombiana ine trae a un mismo tiempo una dola en las artes, en las finanzas, en la trio García Vásquez, Carlos Uribe vaga sensación de temor. El hombre, por diplomacia, en el comercio, en la política, Echeverri, Jesús Antonio Hoyos, Carlos más avisado e imparcial que lo imagine. en el foro, en la industria y en la ense Arango Vélez, Abel Carbonell, Daniel mos, no logra nunca conocerse a sí mismo, nanza; mediante cl esfuerzo de cada uno Arias Argáez, Ricardo Hinestrosa y es obvio que, siendo una criatura emi y la fortaleza de todos, el anhelo común y Daza, Gabriel Cano, Luis Cano, Enrinentemente sociable, cada uno de nosotros la fé en el destino de un gran pueblo que que Otero Acosta, Julio Palacio, no es, moral y socialmente, sino aquello que ha sido superior a si mismo en largos años Manuel Marulanda, Ricardo Sánchez los demás piensen de él. Es inútil darse de prueba, han logrado la dicha de contem Ramirez, Enrique Santos, Germán Arimportancia. Es casi superfluo tenerla. Si plar realizadas las más bellas esperanzas. ciniegas, Teodosio Goenaga, Eduardo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica