Tomo XIII REPERTORIO AMERICANO Núm. 15 San José, Costa Rica 1926 Sábado 16 de Octubre SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA 310 SUMARIO: Un sembrador de estrellas, por José de la Luz León. Ritmo de felicidad, por Max Jiménez. Telegrama de Soto Hall. Habla el señor Dromundo. Historia y patriotismo, por Daniel Cosío Villegas. Señas de escritores. La muerte de Adonis, por Pentesilea. Ibero americanismo positivo, por Rafael Cardona. La pena de muerte en Italia, por Rómulo Tovar. Página lirica de Maria Monvel. Armando Zegri y «Recogimiento. Un sembrador de estrellas CRE Reo que al hablar del inmortal hijo de Cuba, lo primero que debe hacerse es señalar su entrañado americanismo. Aunque esto nos sea en cierto modo doloroso a los cubanos, nuestro Apóstol, si muy nuestro por Apóstol y por mártir, es de todo el Continente por su ideología y por la potencialidad de su genio. No es que renunciemos a su vasta gloria. Es que su gloria no nos cabe en la acotación de nuestras fronteras vernaculas. Escritor original y pensador americano. lo llamó la pluma insigne de Bartolomé Mitre. Esta es su tierra se escribia en México en una de las recaladas que allí hizo Marti porque él no es de Cuba nada más: es de América. Marti por su parte escribía sobre México. vivi en esta tierra y fui en ella tan amado, como soy para ella amante. Al salir de Venezuela camino de las playas del Norte, antes de darse todo entero a la obra de hacer libre a su patria, el pensamiento de América volvía de nuevo a asaltarle. De América soy hijo: a ella me debo. de América, a cuya reve.
lación, sacudimiento y fundación in.
gente me consagro, esta es la cuna; y no hay para labios dulces copa amarga; ni el áspid muerde en pechos varoniles; ni de su cuna reniegan hijos fieles. Déme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mi un hijo. Ya en el pórtico de la tragedia en que habría de inmolarse por su pueblo, pensaba todavía en los pueblos infelices de América. De Santo Domingo escribia a Federico Henriquez Carvajal ¿por qué no he de hablarle. Es eso cosa distinta de Cuba. yo qué soy y quién me fija suelo. Luego añade. Yo obedezco y aún diré que acato, como superior dispensación, y como ley americana, la necesidad feliz de partir, al amparo de Santo Domingo, para la guerra de libertad de Cuba. Hagamos por sobre la mar, a sangre y carino, lo que por el fondo de la mar hace la cordillera de fuego (Ensayo sobre José Martí)
bertad fué su Tabor y su Gólgota.
Pero fué el Renovador. el ProsaDe Alfar. La Coruña, Españar dor, el Prosador no igualado de América. No es de lamentar que todavía no se haya hecho una exégesis que marque y puntualice todo lo que a este escritor debe la prosa del Continente? Rubén frecuentó su trato, lo amó con pasión, lo exalto con largueza. Le faltó quizá tiempo para el estudio metodizado que Marti merecia, y al que él, Dario, estaba obligado más que nadie, por lo mucho que en su prosa influyó la del artista cubano.
Hubiera podido realizarlo más tarde Rodó, pero algo intimo y fundamental separaba estos espiritus, no obstante tan semejantes en algunos aspectos externos. Rodó, en efecto, fue hombre de cátedra, de gabinete. Marti nació para el Agora y el Foro. Rodo proclamaba. la acción vale como parodia del ensueño. Prólogo de Prosas Profanas. Marti sostenia. al patriotismo literario, hay que oponer el patriotismo activo. IV de las Obras de Martí, ublicadas por Gonzalo de Quesada. Ha debido y ha podido hacerse más tarde esa labor. no sólo nadie ha querido acometerla en América, sino que se ha dado la anomalia de que en las reediciones que de las obras de Marti han hecho y se hacen actualmente en Europa, en Madrid y en Paris, se ha comenzado por donde ha debido terandino. Por doquier y en los momentos minarse, o por donde nunca debieron hurmás patéticos de su vida es el mismo grilo gar las manos de los recopiladores, esto de amor hacia las patrias de la gran patria. es, por la parte poética de la obra marAmérica. es que, utilizando uno de sus tiniana. Era hacedero ofrecer al gran púsimiles, de él puede afirmarse que «sentía blico, como una faceta más de aquella alma con entrañas de nación o de humanidad. poliédrica, pero solamente como añadido, El destino histórico lo situó en Cuba, que como algo adjetivo y ornamental, los verera la última esclava por redimir. Román sos de Marti, nunca presentarlos como lo tico a lo Byron, tan generoso como Bolivar, sustancial y primigenio de su obra. Era e igual en valor a Lafayette, se habria ba. preciso, primero, captar al lector europeo tido como un león por cualquier otro pueblo con las iridiscencias de su verbo rumoroso conio un león con alma nazarena.
y oceánico, imponer al prosista con sólo No pudo ser el Libertador, aunque la Li exponer las rocas macizas de sus párrafos, Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica