REPERTORIO AMERICANO surgió del mar entonces y los Gricgos gozaron sobre el seno de la diosa de un sueño en que rondaban por sus frentes musicales los pájaros azules del Arte, del Amor y de la Vida.
Dualidad Yo tengo una alma dúplex: ayer en mi camino lloré sobre los brazos de una cruz de madera, y otro dia en la fuente que fluye en la pradera me conturbó la forma de un flanco femenino.
que considera su dios penate, hemos de ver resucitado en él al Don Juan de Covadonga, de José Asunción Silva, que, ya en el convento en que esperaba descubrir reposo invariable y reparador, siente todavía lo que Renán denominaba «nostalgia del campo contrario.
Este es Pacho Valencia, varias de cuyas producciones, como atinadamente asienta el ya citado Eduardo Castillo, tienen la entonación galante de un madrigal almizclado compuesto en el siglo xvi por un abate finamente libertino. Este es el poeta que mis andanzas de desterrado me han deparado la fortuna de conocer y admirar. Este es quien ha escrito los poemas que, para deleite de los lectores, ha de insertar usted en el REPERTORIO, a la manera que, después de concluida la clase, los viejos maestros daban colaciones a sus embebecidos discípulos. Si, como confío, los versos de «Pacho, despiertan entusiasmo en los alumnos de la «Institución Espiritual, de que es usted Rector, grato me será enviar a usted otra apetitosa remesa del amigo inapreciable, que es Cónsul General de Colombia en Panamá y Embajador de la patria de Miguel Antonio!
Caro y de Jorge Isaacs ante los hombres de letras de nuestra Raza.
Lo abraza su afmo. admirador y amigo, Yo tengo una alma dúplex: el alma del Rabino que dijo la parábola bajo la verde higuera, y el alma tumultuosa de Pan, que en la ribera, les ofreció a las ninfas exámetros y vino. Qué anhela el alma mia. Subir por el Calvario a la Ciudad que guardan con su poder los sellos, del libro que abrió el dulce Cordero del Santuario. marchar con su flauta, por la ruta armoniosa de Eleusis, enlazados con yedra los cabellos, a compartir el tálamo nupcial de alguna diosa?
Santa locura JORGE GMO. LEGUÍA Buen humor Tenemos de reirnos de muchas cosas buenas buenas, según los tontos de los alrededoresy de honrar muchas malas malas según doctores amarillos del ácido que les corre en las venas. Hay Buen Humor que sabe tornar en curvas llenas.
de la gracia de un flanco de mujer los mayores ángulos agresivos, risa de burladores que matan a sonoras carcajadas las penas.
Tratemos con la risa del Buen Humor las cosas forjadas con malsanos designios por la gente que gira en torno nuestro con bocas espumosas.
Formémonos un tórax fortalecido y ancho donde quepa por modo gentil y holgadamente el buen humor sabroso de Rabelais y de Sancho. Trabaja, come y duerme: las tres operaciones capitales. Es todo. Asi manda el banquero Sancho Panza. en veces esto es lo más certero, a no dudarlo, máxime las buenas digestiones.
Mas oh. Santa Locura, cuarto de los blasones de azur de Don Quijote, que fuera del sendero de la vida sin gestas del bravo Romancero, sin ensueños, sin risas, sin llantos, sin canciones. Vierte siempre en mi copa gotas envenenadas de tus vinos, Locura: por aguas del Sentido Común no pasan góndolas del pais de las Hadas, y el sol brilla con rayo más noble en las palestras a donde van los locos, esos locos que han sido los grandes forjadores de las obras maestras.
Doctores de férula y silicio La visión de los helenos Vagaban una vez los más gloriosos cantores de la Grecia por la margen del nativo Archipiélago. Llovian del cielo sobre el monte y sobre el agua vivas rosas de luz. Se recogieron los mancebos, febriles, a la sombra de una vina en sazón y con las uvas refrescaron sus labios. La suprema serenidad del dia, los temblores del seno de la Tierra, recibidos en la delicia de la vid, tocaron el fondo de sus almas y entre todos el más fuerte, el más bello, Anacreonte, vibrador como un arpa, irguió la diestra y un dón precioso demandó al Olimpo: Vuestros libros atedian, mercaderes de alquimia picante de amargura. Sois acogotadores de nucas femeniles y teméis los fulgores del sol que le previene la vid a la vendimia.
Para burlar la bruja que os puso tanta nimia caquexia en el cerebro, conoced los clamores del bosque matutino y aprenderéis valores de fuerzas generosas y de verdad eximia.
Idos por el sendero de la luz a los mares del amor y la vida, metodistas del llanto filosofal, mandrágoras marchitas de pesares, y alli cabe el milagro sin par con que conjura la Tierra a sus creyentes, habréis de dar un cantu qile sepa a sangre roja y a jugos de locura.
Leyenda de la ciudad de los sueños La posesión del Ideal.
Subia la súplica a los Dioses como ascienden las palomas al nido.
Libre y casta, sencilla y formidable en la frescura inmortal de su ser, Anadiomena Cuentan crónicas viejas como una mariposa que volaba en un viento sutil de primavera pasó por el cercado de un montanés que era sencillo y que decia sus plegarias en prosa.
La mariposa fúlgida pasó como una rosa movida por los genios, pasó de tal manera, que arrebató al fornido gañán a una ribera en que existe una vasta ciudad maravillosa. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica