198 REPERTORIO AMERICANO ras. Todo hombre, cualesquiera que La transfiguración de Jesucristo sean su raza, sus ideas o creencias debe ser objeto de nuestros buenos Amaos los unos a los otros.
sentimientos y deseos.
Querer el bien de los parientes, amigos o correligionarios es algo a Dice el Evangelio de este segundo mar nuestra tesis, acerca de la urgen que impulsa naturalmente el corazón.
Domingo de Cuaresma, que Je cia de transfigurar nuestros espiritus.
sucristo invitó a tres de sus apósto Se acercan Cristo añadió algo más.
a Jesucristo algunos En el Sermón de la Montaña, carta les, y se encaminó con ellos al Monte doctores de la Ley y le preguntan fundamental del cristianismo, él nos Tabor.
cuál es el más importante de los impone su gran precepto: Llegados a la cumbre, Jesús se Mandamientos: El Maestro responde. Habéis oido que fué dicho: Amatransfiguró en su presencia. su «Amarás al Señor tu Dios y al prórostro resplandeció como el sol y sus rás a tu prójimo y aborrecerás a tu jimo como a ti mismo. vestiduras aparecieron blancas como enemigo. Mas yo os digo: Amad a En otra oportunidad, en la última vuestros enemigos, haced el bien a la nieve.
Cena, lecho de muerte de Jesús donde los que os odian y rogad por los que Fué tal el entusiasmo producido en hizo a sus discípulos los encargos que el ánimo de los discípulos, por la vi hacen los padres a sus hijos en el os persiguen y calumnian; para que sión de su Maestro transfigurado, que, instante de la suprema despedida, el seais hijos de vuestro Padre que está no resignándose a perder tan hermoso Maestro habla otra vez del amor y para los buenos y los malos y caer en los cielos, que hace brillar el sol. espectáculo, invitan a Jesús a que a este precepto lo declara su pre ja lluvia sobre el campo de los justos darse en el monte y levantar allí sus cepto por antonomasia: Este es mi tiendas. tomando Pedro la palabra, precepto: Amaos los unos a los otros y los pecadores. Si amáis a los que dijo a Jesús. Señor, bueno será que os aman ¿qué recompensa merece.
como yo mismo os he amado. réis. no hacen esto los publicanos. nos quedemos aqui. Más aún: Cristo quiere que el amor si saludáis solamente a vuestros al prójimo sea como la piedra de toamigos ¿qué esfuerzo realizáis. no que, para conocer a sus creyentes: hacen lo mismo los paganos?
La transfiguración material de Jesu mis discipulos. En este Amor conocerán que sois El amor a los enemigos en la encristo es un emblema de la transfiguseñanza de Cristo no es un simple ración moral que hemos de realizar importancia de su precepto, añade sus palabras para encarecer la consejo: es una condición indispensaen nuestros espiritus.
ble para que Dios admita nuestros ¡Y vaya si necesitarnos cambiar de figura moral en los instantes que atra ducta, que demuestran la importancia: obsequios y perdone nuestras caidas.
Si al llevar tu ofrenda al altar, vesamos!
primordial que a él atribuye.
Durante su apostolado, él perdonó viado a tu hermano, anda primero a dice Jesús, recuerdas que has agraEn Chile todos o casi todos nos con relativa facilidad todas las flaque reconciliarte con él, y después prellamamos cristianos, pero de tales sólo zas y debilidades humanas.
nos va quedando el nombre: de nuessentarás tu ofrenda. Zaqueo, jeje de los publicanos, tras almas se ausenta cada día más ¿Y quién no sabe de memoria esa el verdadero espíritu de Cristo.
o sea, el principe de los usureros y ¿Qué son nuestros corazones? Senladrones, que se ha trepado a un árpromesa de amar a nuestros enemigos que renovamos con frecuencia, al petinas de odios y rencores inextinguibol para divisar siquiera al Maestro dirle a Dios que perdone nuestras bles, que preparan y atizan la guerra que pasa, Jesús lo invita, lleno de deudas. asi como nosotros perdonabondad y misericordia. Baja del árpermanente en que vivimos.
mos a nuestros deudores. Qué es, mientras tanto, el Cristia bol, Zaqueo, hoy me hospedaré en tu En presencia de tan categóricas decasa. nismo? Surtidor eterno de bondad, de claraciones de Jesús ¿qué pensamos la mujer adúltera o Magdalena perdón, de paz.
de la conducta social y política que no obstante, tenemos la audacia pecadora, la defiende contra sus acuobservamos en estos momentos. quede creernos y declararnos Cristianos. sadores, y la despide purificada con damos satisfechos de nuestro cristiaLa observancia de algunas práctiun brevísimo «No queráis pecar más. nismo. vacilaremos aún en transfiEn cambio, a los escribas y faricas, la aceptación de ciertas fórmulas gurar cuanto antes nuestros espiritus?
hacen incurrir en la ilusión de que seos, hombres insidiosos y mezquinos Meditemos una respuesta honrada de espíritus, tan observantes de las se sigue a Jesús, cuando realmente exterioridades legales como vacíos de mingo de Cuaresma.
y generosa, durante este segundo Dolo que se hace es arrastrar a Cristo cualquier sentimiento de piedad hacia tras el carro de las pasiones desenPor si las reflexiones anteriores fueDios o sus hermanos, a ellos los fuscadenadas, de las injusticias, de los tiga Jesús sin tregua, y casi añadiran estériles para amortiguar los odios odios y deseos de venganza.
El Occidente, con su política imperíamos sin misericordia, durante los y rencores que nos dividen eno deberá influir en nuestro criterio positres años de su vida pública. Raza rialista, sus cañones 42 y su culto de tivista el hecho de que tales pasiones la materia ha logrado casi apagar en de viboras, los llama; sepulcros blannos amargan la existencia, perturban las conciencias el eco de las ensequeados, hermosos por fuera, y llenos nuestra felicidad y nos privan de la nanzas cristianas.
de podredumbre en su interior. libertad?
Mientras Cristo se muestra benigno Entre nosotros, por circunstancias La esclerosis y las congestiones con los ladrones o con las que han atávicas especiales, a saber, por nuestra descendencia de dos razas esencialprostituido su cuerpo, permanece inexo hepáticas que acortan la vida entre ra con los que prostituyen su esnosotros, más que a las condiciones mente guerreras, el espíritu de Cristiadefectuosas de alimentación o de clima, nismo se ha deformado más aun: somos píritu, que no otra cosa significa abrise deben al exceso de animosidades gar sentimientos de envidia u odios cristianos esencialmente violentos y contra el prójimo.
y al ambiente moral envenenado que combativos, o, lo que es lo mismo, respiramos continuamente.
somos creyentes que no ponemos en Ser benévolo, olvidar y perdonar práctica, la doctrina que profesamos. Este amor impuesto por Jesus a sus son los secretos higiénicos para la Abramos el Evangelio, para confir creyentes no debe reconocer fronte salud del cuerpo y del alma. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica