José Carlos Mariátegui

Tomo XII REPERTORIO AMERICANO Núm. 21 301 San José, Costa Rica 1926 Sábado de Junio SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: Dialogo sobre el amor y la muerte, por Alberto Gerchunoff. Recuerdos de Rubén Dario, por Blanco Fombona. Vas. concelos, por Guillermo Jiménez. Ingratitud y Adulación, por Vasconcelos. Musas y Hadas, por Gaziel. Waldo Frank, por José Carlos Mariátegui. Credo de la vida y Una pálida flor, por Carlos Luis Sáenz. LA EDAD DE ORO (con lecturas para niños). Los paseos en el Guanacaste, por Manuel Segura. Prosas breves, por Gris. Elogio del silencio, por Alberto Masferrer. La balada de mis hermanitos lustradores, por Pallais.
Diálogo sobre el amor y la muerte EN en un lugar en que no dable. Mas, no quiero dishay mañana, ni tarde, cutir. He discutido en exni ayer, ni hoy, se enconceso allá, abajo. Prefiero traron varias personas, si ir hacia los sitios en que es que así puede llamarse los bienaventurados no han a los que ya no son, y perdido su alegría terrestre anudaron una plática sobre y se agitan en los rápidos cosas graves y melancólimovimientos de la danza.
cas. Intervinieron en ese PRIMERA MUJER. No se diálogo, Apolodoro, filósofo vaya, Ninón. Dónde engriego, Ernesto Renán, que contrará alegria en el Eli. estudió el origen de las seo? Aquí no hay alegria, creencias humanas, Ninon porque aqui no hay dolor.
de Lenclos, que hizo del Quédese con nosotros y amor una tarea suntuosa, diremos, una vez más, lo y dos mujeres cuyo cora.
que hemos sido y lo que zón tuvo historia en los pensamos. Su opinión nos países del planeta poblaserá útil. Aunque usted no do.
conoció el amor, lo inspiró APOLODORO. En la tierra como pocas mujeres lo insel tiempo tiene una durapiraron y lo practicó con ción. Aqui, en esta pradera ardiente indiferencia.
de nubes de los Campos APOLODORO. Es el caso Elíseos, los dias no tienen que cuando yo vivía en término, el cielo no tiene Atenas me solicitaban únicolor, los cuerpos no tienen camente los problemas insombra, la voz. no tiene telectuales. Los problemas eco. Todo se vacia, sin del alma me interesaban ruido y sin formas, en el poco. Consideraba la muersilencio de la eternidad. te como una ley de la nacuando les oigo conversar turaleza que renueva consy evocar lo que fuisteis y tantemente a la humanidad lo que hicisteis, comprendo y que no debe afligir al individuo. Gozaba con la que yo soy el único muerto, porque mi vida trans inteligencia y no con los currió demasiado apaciblesentidos. es un error.
mente en la superficie del La medida del hombre es globo de barro. No he viel padecimiento. Vive el que vido en realidad, porque no sufre con existencia rica y atribui importancia a las potente, y, al dejar de ser, dos inquietudes que torturan al ser ERNESTO Recán. Por qué hablar de lo que ha sufrido lo prolonga más sensible, al ser racional, que son el dos inquietudes? Gusta a los filóso allá de su sepulcro.
amor y la muerte. Qué he hecho fos clasificar y dividir lo que por lo ERNESTO Rexáx. Lo que dice el yo desde mi mocedad hasta mi hora común esta fuera de lo clasificable y ilustre Apolodoro es penoso; es tampostrera? Frecuenté las mesas. ame de lo divisible. El amor y la muerte bién veridico. Los griegos represennas y a los amigos que se compla constituyen, a mi juicio, un solo mis taban la muerte bajo aspectos gracian en el examen de los conoci terio.
ciosos. Los monumentos funerarios mientos y en la delectación de la Nixon. Jamás he considerado el que he visto en los cementerios helépoesia. Es un entretenimiento digno amor como un misterio o como un nicos, y en los museos de Europa no de un filósofo, pero no es suficiente drama. El amor ha sido para mí una sugieren ideas lúgubres. Me acuerdo para llenar una vida.
curiosidad sucesiva y un juego agra de un vaso votivo que me mostraron Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica