ht Tomo XIII REPERTORIO AMERICANO Núm. CENTRAL COSTA San José, Costa Rica 1926 Sábado de Agosto SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA 309 CONTG Biblioteca SUMARIO: Elogio de Gregorio Gutiérrez González, por Carlos Restrepo. Tres amores, por Juan de Dios Uribe. La adhesión de Vaz Ferreira. La juventud de Trujillo envia un elocuente mensaje de adhesión al Dr. Marañón. Jiménez de Asúa, confinado. La, protesta de Fernando de los Rios. Obituarlo. Sanin Cano juzga al Padre Pallais. Una nueva educación al servicio de una edad nueva, por William Kilpatrick. La Dictadura española. Marañón, Asia y la Monarquia, por César Falcón. Página lirica de Gregorio Gutiérrez González. Tacna y Arica, por Hespéricus. La magia de Listz, por Berlioz. Las torres del inalámbrico, por Bianca Milanés.
Elogio de Gutiérrez González AD Señoras y señores: Oración pronunciada en Sonson, el de mayo ni ellos tienen ánimos ni las besEs la oración. Arrulla la madre de 1926, como mantenedor de los Juegos Florales, tian se mueven. Pasa otro tanto al hijo, meciendo la cuna blanca; con motivo del primer centenario del pocta ancon todos los recios laboradores y al vaivén del compás con que lo troqueño, por CARLOS RESTREPO.
de estos agrios breñales, desde los aduerme va modulando canciones mineros que alternan picantes troingenuas en que se enhebran los vas en la profundidad de los sodías de su propia niñez candida, cavones hasta la cuadrilla que los sueños ardorosos de la juvenescala las cumbres. buscando en tud, el mundo para ella nuevo y dónde comenzar la roza» y que las espléndido de la maternidad, y el gana y las doma al són de la futuro del recién nacido, que la con«guavina dejativa y ruda. turba y la halaga, que la oprime De edades remotísimas nos llede temor, pero a la vez le hinche gan los acentos planideros con que el pecho de ambiciones. Canta la los vivos lloran a sus muertos, y madre y no sabe por qué; pero lo que la Iglesia ha consagrado en las necesita para recordar y paladear graves notas gregorianas. De rola dicha, para amar y sufrir y redillas, en medio de la nave solemne sistir; para esperar y soñar y vivir.
y enlutada, al pie del cadáver queMirad al niño: aún no da los rido, cuando estalla el Dies irae primeros pasos vacilantes ni sus o retumba el Miserere. quién no labios balbucean las iniciales silasiente la evocación y la presencia bas rebeldes, y ya runrunea cade la vida y de la muerte, del dencias cuando se va a quedar tiempo y la eternidad?
dormido o acompaña con ritmo Ved, pues, de qué manera tan inarticulado la oración materna.
intima y espontánea, el canto acomHecho un personaje de seis años, paña al hombre en la cuna y en no entra al cuarto oscuro ni recorre la infancia, en la juventud y en el la vereda en sombras ni persigue amor, en el trabajo o en la espemariposas ni oye sonar el agua del ranza, en la meditación y en la arroyo, sin que se de ánimo o se muerte: y así, armoniosos, me imaexpanda con canciones infantiles ging que fueron los esponsales de que salen de su boca sin saberlo, la primera pareja humana, y así Para él es el canto virilidad y reha de ser hasta que ya no se ame gocijo, consuelo y vida.
sobre la tierra: esto es, hasta que Recordad la escena montañera y deje de latir el último corazón.
familiar: al vadear la quebrada, al Gregorio Gutiérrez González Poeta! Poeta entero es aquel que paso de la mula filósofa, y tarda, 1826. 1926 sabe recoger hasta las palpitacioaparece en el lavadero la moza (El Tiempo, Bogotá) nes de la vida de un pueblo, de garrida y quinceanera; recogida la una región, de una raza, y darlcs falda y al aire la rosada pantorrilla; El de mayo pasado celebró Colombia el primer forma artística y duradera; es un golpea que golpea la ropa sobre centenario del nacimiento de este gran poeta. Intérprete, por cuya boca habla y la piedra; tiemblan todos sus priactúa la comunidad: es influído, mores al ir y venir del brazo en la afanosa que, como las pompas del jabón, se ensan porque recibe los sentimientos y la acción enjabonada; y canta. canta como las aves chan, se irizan y se esfuman.
ajenos; influye, porque los devuelve conen notas no aprendidas, con voz que le sale Para vosotros, los hijos de la montaña, vertidos en obras inmortales. Entre lo candel pecho y del alma, porque lo necesita seria imposible concebir el ascenso de una tado y el cantor hay compenetración tan para acompasar la brega, para arrullar su cuesta o el cruce de un barrizal por una sustancial, que es imposible separarlos. Los amor naciente, para decir sentires que las recua seguida de arrieros en silencio. Si mcrecimientos del músculo que labora y las palabras no pueden, para bordar ilusiones éstos no se arrancan en cantares bravios, palmas que se lo disciernen, son mereci Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica