322 REPERTORIO AMERICANO Catón, que era un verdadero pro fuera locura pedir a los profetas que y el barbero a los estantes de la bifetà, porque era orador de primer or sustituyan a los ingenieros agrónomos. blioteca del. ilustre manchego, veamos den, decia que el hombre admirable, o a los de caminos, canales y puer los libros. Son los siguientes: divino y digno de verse registrado en tos. Pero el dictamen de los ingenie Primero de todos, el Amadis de las listas de la gloria, era el que puros es insuficiente para mover las Gaula, impreso por Antonio de Saladiera demostrar, con sus cuentas, que voluntades. Hace mucho tiempo que manca en 1519; este es el volumen había doblado, cuando menos, la he sabemos, que las obras hidráulicas que el licenciado apostrofaba como rencia de sus mayores. Esta es una producen en España, término medio, padre de todo su género, y que sin afirmación que Plutarco repite, pero un interés de cien por ciento. Por embargo, perdonara del fuego gracias que no le gusta nada, porque un ser qué no se ha realizado ya todo el a la mediación del barbero.
como Catón, que se contentaba con plan de obras públicas? No se diga luego, el Palmerin de Oliva, imun plato de nabos, y que preferia que es por falta de dinero. pesar preso en Sevilla por el salmantino cocinarlo en persona, mientras que su de todas las guerras pasadas y pre Juan Varela, en mayo de 1525; libro mujer cocía el pan, no debía, a su sentes, nos habrían sobrado los ca del que dijo el Cura que. asi tal juicio, escribir libros sobre la manera pitales con que rematarlas, si hubié Oliva se hiciese rajas y se quemase, de enriquecerse, porque la austeridad ramos sacrificado para emprenderlas y della ni las cenizas quedasen.
no debe servir, según Plutarco, más siquiera la mitad del dinero que se El Reinaldos de Montalbán, impreso que «para librar la mente, del deseo derrocha en tabaco, o en alcohol, o en Salamanca en 1526; y por último, de las superfluidades y de las ansie en loteria. La ciencia nos dirá lo que el Orlando furioso, impreso en Medades, del cuidado. Sólo que en esto nos conviene, pero la obtención de dina del Campo en 1572.
Plutarco no es buen guía, porque es nuestra conveniencia supone el saun decadente. El decadente, es decir, crificio de nuestros hábitos, de nues; el michino, es el que no mide el di tros vicios o de nuestra pereza. La nero sino en términos de placer. ciencia nos dirá lo que es verdad, Pocos son, pero muestra exacta del Catón, el varón fuerte, es decir. todo pero, el amor a la verdad no nos lo estilo que tan en boga estuviera, lleun hombre, es el que aprecia el di infundirá el científico, sino por lo que gando hasta a provocar el enojo y.
nero por sus capacidades de poder. tenga de orador o de poeta. La cien. la persecución de las autoridades ciLos profetas, poefas u oradores, cia nos nos mostrará la luz, pero viles y religiosas. Pensando en ello, eran en la Antigüedad los que in. aún hará falta que alguna voz nos quizá nos sonreímos al ver con qué ducian a las multitudes a sacrificarse mantenga despiertos, para que no manjar tan sencillo se nutria la mente del público de entonces; mas teniendo para el porvenir, con lo que las ha cerremos los párpados bajo la capa tendida en el suelo.
en cuenta la literatura moderna, escian vivir en la prosperidad. No eran De nada, Avelino, de nada ne pecialmente las novelas de folletin, ellos, probablemente, los que invencesitamos tanto los pueblos hispánicos algunas de las cuales son trasladadas taban las obras hidráulicas ni perfec como de las voces del mañana, que al cinematógrafo, realizamos que en cionaban los cultivos. Esta ha sido nos hagan aprovechar, sacrificar el verdad la masa de los lectores no siempre labor de los cientificos, y dia de hoy. cambia mucho a pesar de los siglos.
Si Cervantes decía que las razones que en los libros de caballerías los paladines daban no las entenderia ni Aristóteles si exprofeso para ello sólo resucitara, y si le parecían y en Para don Joaquin Garcia MONGE, realidad eran los sucesos narrados incansable propagador del libro. tan desaforados disparates, enlazados sin ningún discreto artificio. qué En el Museo de la Sociedad Hispá: De tantas cosas bellas, tengo para decir de estos novelones estúpidos nica, situado en Broadway y la mi que la más interesante es esta que aún hoy en día aparecen en muCalle 156, del que ha poco hiciera colección de libros. De sus páginas chos de los periódicos importantes de mención en una crónica que comen llenas de hazañas fabulosas se nulas principales capitales del mundo, o taba la reciente Exposición Sorolla, trieron las inteligencias de generacio llenan la mitad del espacio en las vitrinas de las librerías?
hay una sala que tiene, para nuestra nes que sintieron por lo heroico un indiosincracia romántica, un especial culto solo igualado al que les inspi En verdad, si a ejemplo del ama interés.
raba lo divino, y en ella se fortaleció fuésemos a hacer una hoguera para Se trata de la que guarda unos su corazón, pronto siempre a cual quemar tales obras, apenas conseguicuantos ejemplares, auténticos y per quier empresa legendaria.
ríamos combustible suficiente. y eso fectamente bien conservados, de li Cada aventurero que seguía el pen que en el arte de dar fuego hemos bros de caballería; de aquellos mismos dón invicto de España, iba tras un avanzado de un modo positivamente que consumiendo gran parte de la sueño de gloria, quizá confuso en alsatisfactorio!
hacienda y todo el seso a don Alonso gunos por su poca cultura, pero grande Viendo estos libros, predilectos de el Bueno, le convirtieran de, sosegado en todos, grande como para igualar don Quijoje, y en este sitio, tan prohidalgo en andante caballero, y le al menos los hechos de los paladines picio para el ensueño y para la evollevaron en busca de aventuras por cuya fama cantaba el romancero. cación de aquellos siglos, y especiallos campos de Montiel.
Mas el mérito principal de estas mente para la evocación de la España Estos libros se ofrecen la admi obras el de haber dado, en cierto gloriosa en cuyos dom ios no se poración del visitante junto a tesoros modo, origen a la definitiva de Cer nía el sol, y digo especialmente por igualmente valiosos: trozos de már vantes, pues el Quijote, sátira contra estar esta sección del Museo llena moles antiguos, estandartes medioeva las historias de caballerías, puso fin de tesoros históricos Irispánicos, se les, cartas geográficas de la misma a ellas y dió principio al género no siente una como vaga nostalgia de época, biblias muzárabes, ediciones de velesco moderno.
haber llegado tan retrasado a la fvida, los clásicos, y enormes misales de ahora, como repitiendo, aunque un desco pueril de haber vivido engóticas letras iluminadas.
con mejor intención, la visita del Cura tonces, y haber formado parte de la Libros de caballería Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.