378 REPERTORIO AMERICANO Recuerdos de Rubén Darío (Viene de poigina 376. sus cobardias; y México será con su poesía en la confianza y en la duda, en la alegria y en el quién sabe, en la lluvia dormida tras las bardas y en el vuelo de las palomas ciegas que corren aturdidas hacia el opalo del futuro. Por eso, ya sumado al hervor colectivo, al paisaje total y a la mujer inmanente y efimera, él ha podido sentarse después a la mesa en que el pobre y el patricio, se sirven con las manos su desayuno mientras en el fondo del escenario la nodriza que tiene los brazos al sol enseña, en medio de la fiesta frenética de la raza, un pan moreno que parece un niño, un pan claro y áspero en que el olor de la tierra se efunde en bárbara teologia. su grito ritmico ya no se circunscribe a la altiplanicie delicada de líneas y a la costa turbulenta de colores, sino que vuela hacia la América de nuestra esperanza, esa en que los hombres adelantan melodiosas profesias y las mujeres inclinadas sobre el pavor de las cisternas recogen el sollozar de la madre, la desnudez del que ha de venir a la tierra con las dádivas de una humanidad que ha de soñar y de sembrar cantando.
Ha vuelto el poeta de su andanza, más arrugas en la frente, menos palabras locas en los labios, El panorama de la vida le ha ofrecido sus perspectivas de estupor; en el corazón se le han apagado luces que parecian eternas, se le han encendido nuevas ternuras y flamantes delirios. Esté en el seno de la casa del amor, en un largo día de bodas que le ofrece también la música de la risa que se enflora y del vino que estalla; pero la vida le ha depurado el sabor, le adentra bien la melodía, le da proporción y finura a la sorpresa y en la urdimbre inconsútil del instante le pone el hallazgo del moroso deleite. Quémesele el pecho en una llamarada de jubilo cruel, y que en las gentes «vestidas de colores silenciosos» vea pasar las formas que un dia le hirieron las pupilas en flor. Arda México en esa llama joh, mariposa! y que en sus canciones de ala solar se remonte su alma en el grito feliz.
hasta ahora en lengua española. La Nación, pués, en casa de Dario, Darío, sin apenas que me lo encargó, me ha dado. tanto. oirme y con aplomo admirable, declaró que No recuerdo la suma a punto fijo. Me yo era un violento, aquellos negociantes parece que hablo de diez o doce mil francos. gente muy de paz y que la razón no me ¡Pobre Rubén! Le parecía fabuloso. Vene asistía. Me parece que, entre otros, enconzuela pagó a Villaespesa por un mediocre trábase allí presente el poeta antillano Pérez drama sobre Bolívar, y Perú pagó a Cho Alfonseca. La actitud de Rubén me hirió en cano por una epopeya sobre el mismo Li el alma. Lo quería y lo admiraba tanto!
bertador inferior al Canto de Rubén su Antes, la razón la tenía yo siempre a los mas que dejan en ridículo a los diez o doce ojos de Dario. Cómo me ofendió su par mil francos de La Nación.
cialidad. Cómo! Me mordi los labios. Iba a salir sin pronunciar una palabra; pero no Llegamos al momento de nuestra ruptura.
pude.
Por aquel tiempo me parece que en 1911 Con que tienen razón esos cara. bineunos comerciantes uruguayos, o italoururos. por qué tienen razón. Porque le guayos, o italofrancouruguayos, o italoisraepagan a usted unos miserables francos, eh?
lofrancouruguayos, resolvieron, aconsejados Di un puñetazo contra la pared, punetazo que me quebró el indice de la mano derepor otro uruguayo de nombre Merelo, crear en Paris un magazine hispanoamericano con cha, y lo di contra el muro por no dárselo el titulo de Mundial, y ofrecer la dirección en la cara a Dario.
a Rubén. Rubén aceptó. Sólo trataban aqueRubén no creyó, tal vez, que sus palabras iban a causarme tanto dalo. Pareció llos mercaderes, que iban a su negocio, de explotar el prestigio del poeta. Darío no arrepentirse.
nació para gobernar. Incapaz de dirigir ni Rufino, por Dios, Rufino. Oigame, oiga su propia conducta, no dirigió jamás sino a su amigo. Mañana mismo me separo de ellos. Mañana.
en nombre aquel periódico. Los Guido hacian lo que les daba la gana; por eso fue Quédese con sus comerciantes le, retan malo, literariamente, el magazine Munpuse, yéndome. rompi toda relación con él. no sólo dial; pero fué, por eso también, el más pingüe negocio. Zapatero, a tus zapatos.
rompi relaciones, sino que lo ataqué groseAl principio Rubén se forjó la ilusión de ra, estúpida, odiosamente. Llegué a decir que iba a ejercer franca dictadura periodísque era, no un principe azul, sino un printica ni se conocía a si ni conocía a sus cipe amarillo. Lo ataqué, insensato, hasta patrones, y empezó a llamar a su lado a en sus versos. Hice, aunque momentáneaquienes podrian colaborar con él. mi me mente, causa común con gentecila insignificante que debía todo a la magnanimidad franqueó, generoso, las puertas de Mundial, de Rubén, y que Rubén tuvo que separar y me aseguró que ibamos a ganar mucho dinero.
de su lado. Ah, supieron aprovecharse de Una tarde acababa de aparecer el primi colera!
mer número del Magazine y traía un tra¡Cómo me he arrepentido de aquella mala bajo mío me presenté en casa de Merelo, acción! Me arrepiento de la injusticia con asociado a los Guido, y entonces de mucha el amigo y del irrespeto al poeta. Una carta vara alta con ellos. Era o es, porque vivedesgarrada contra Rubén me pesa sobre hombre prometedor, zalamero. repetía lo todo en el corazón. Por no haberla hecho que Rubén: ibamos a ganar mucho dinero.
pública daria ahora una buena túrdiga de Yo, urgido de pecunia, lo escuchaba encanmi carne y dos onzas de mi sangre.
tado, improvisando en su obsequio sonrisas ¡Cómo no rompi con él silenciosamente!
y frases agradables.
He debido comprender que entre yo, pobre, Minutos después roznó un automóvil: uno que no podia darle nada, y aquellos code los Guido. Presentación, apretones de merciantes ricos, de quien lo esperaba todo, Rubén, dado su carácter, no podia optar manos; esperanzas de mi parte, importancia y altivez de parte de Guido.
Tal es, lisa y llanamente, la verdad de En resumen, aquellos dos hombres se mi amistad y de mi pleito con Rubén Darío.
apartaron a conversar y me dejaron a mi en el más despectivo abandono. Yo, claro, me sulfuré y les dije unas cuantas frescas. Cuando Rubén Dario redacto sus MemoLa pobreza lo pone a uno muy susceptible. rias, interesantisimas, aunque por extremo Me fui; pero la ira rebosaba en mi alma. someras alli no está Rubén integro, no Pareciéndome poco lo que expresara de se digno mencionarme. Sólo me alude muy viva voz, entré en la libreria de Garnier, y de paso para sincerarse de una objecióil.
desde alli, a toda carrera, ratifiqué mi in En la historia de sus libros dice. En la dignación en una carta a Merelo, empa serie de sonetos que tiene por titulo Las pada en ácido prúsico. En slima, algo como inforas de Epicuro hay una como exposiun cartel de desafio.
ción de ideas filosóficas: en la espiga, la En vez de contestar como debían, Me concentración de un ideal religioso al través relo y Guido se fueron a quejar de mi de la Naturaleza; en La fuente, el autocoa Rubén. Cuando estuve, dos tardes des. nocimiento y la exaltacion de la personaliRAFAEL HELIODORO VALLE Amberes, 67.
México, México.
por mi.
Informaciones Sociales Organo en español de la Oficina Internacional del Trabajo de Ginebra Artículos de los escritores más eminentes. Noticias sobre el movimiento social en el mundo entero. Estadísticas comparativas respecto al precio de la vida y al tipo de los salarios en las principales capitales de Europa y América, Se publica mensualmente Precio de suscripción: 20 pesetas anuales Numero suelto. pesetas.
Dirljase la correspondencia de redacción y administración a: FABRA RIBAS, Apartado 3032, Madrid.
Dirección telegráfica: INTERLAB, Madrid. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica