REPERTORIO AMERICANO 25 Glosas Pok богибів, De Azorin ción, pueden alcanzar: como tenuidad se sin unos rigurosos esfuerzos, disciplina, no es el respeto.
castigo? Donde gusEs algo infinitatábamos de la tenuimente más conmovedad, apreciemos ahodor, más raro, más ra la fortaleza. Donde exquisito, con serlo el primer aspecto nos tanto y tan volupmostró a un ángel metuoso el ejercicio del lancólicamente lleno respeto. Es un sentimiento complicado, de gracia, conviene que un mirar un poco donde entran, a la más penetrante aprenvez, lejanía, reverenda a distinguir al escia, deslumbramiento, toico impávidamente piedad; con más, la lleno de valentia.
sensación de lo su¡Y a un artesano, a premo; con más, la sensación de lo puro; un artesano. Dígalo, con más, la sensación en las letras, su proba maestría en la made lo tenue; con más, la sensación de lo fránipulación del lenguagil. Todavia recuerjc, maestria preciosa, dan algunos no deno endeble ni maniamasiado añosos PCca. Pudieran también regrinos a Roma el declararlo en lo poliefecto que, entre quietico aquellas sus cuanes alcanzaron a colidades de plasmación nocerle en los últimos humilde, laboriosa, efidías de su prolongacaz, de labor verdada vejez, producia la deramente artesana, aparición, en las sosobre lo material y lemnidades vaticanas, concreto! Caracterizadel Pontífice León XIII.
ba al politico español. No creíamos, nos en el ayer inmediato, dicen ver al sumo más que una mala vojerarca de la Iglesia.
luntad, una incapaciCreíamos ver a la misAzorín dad de realización, ma Hostia en el altar.
Retrato de Vázquez Díaz una ineficacia supina Tan blanco era, tan ante lo cotidiano. No translúcido, tan leve, digo precisamente pey espiritualizado. Pues bien, madrona, de quejumbre do el tramonto, no se borrará to reza, no. Pero con toda su de este orden, y mudado lo liente y monorrítmica. En va davía su resplandor. Antes, agitación, con todos sus grimudadero, es la impresión que, no promiscuó su nombre en cercano ya a la línea del ho tos, con todos sus timbres, el en nuestra literatura y en nues proyectos y empresas, sus rizonte, ha de vivificarse con ministro más listo y autoritatra vida literaria, producen ya ceptibles de comentario po los arreboles de un reflejo de rio no podía lograr ni que se la figura y la obra de Azorin. pular, apasionado y diverso. la gloria nueva.
asegurase la salida de una No es el respeto solo, repito: En vano él mismo digase carta urgente en correo De Azorín es un movimiento de ánimo todo se torna, en más de determinado. Azorín no era como fortaleza que casi, casi, humedece los una ocasión, el propio adverasí, en lo suyo. Azorin tomaojos.
sario, con la ostentación de Yo he visto, empero, a esta ba el subordinado y sabía En vano, para desvanecer juicios, opiniones y actitudes figura tenue y como irreal obligarle; o, si no, tomaba la éste que llamaríamos «el nim difícilmente simpáticas, o que aplicar una voluntad tensa y carta y cuidaba él mismo de bo» de este grande maestro de la malicia puede considerar sólidamente articulada a algún echarla al buzon. Estos dela sensibilidad española con instrumentales. Nada, le toca, designio, casi secreto, de bon talles son para mí decisivos.
temporánea, parecen haberse así como él no toca a nada. dad o justicia. Mi amistad pu El temple de una conducta se conjurado, en los últimos tiem Integro queda el nimbo, inte do, en esos lances, palpar al prueba en ellos, y no en las pos, múltiples enjambres de gro y resplandeciente; pronto fantasma y advertir que el baladronadas ni en la profezumbar distinto ino tan distin son una misma cosa el nim fantasma tenía huesos. Qué sión de un pragmatismo gesto, sin embargo. casi tantos bo y él. Asi asciende al cenit; fuerza moral, qué aplicación tero. Como no se prueba el como pululan en el ambiente delicada, remota, plateadamen minuciosa y diligente la que valor del fuego en la llama literatesco de esta Corte. En te espectral, como una luna. Azorin ha debido sostener, loca, sino en el calor sostevano le han querido alcanzar Bulle abajo la «Feria en la en determinadas ocasiones de nido; ni la verdadera pasión, las avispas del epigrama, los plazas; truenan los cohetes; su vida pública, ocasiones de en el arrrebato, sino en la tábanos de la insidia, los mos jadran prolongada y aviesa acción, ocasiones de absten constancia; ni la elocuencia, cones del chismorreo, las hor mente los canes; infesta el ción, sobre todo! por lo que en el aparato retórico, sino migas volantes de la politica aire el humo pestilente de las dice al arte. quién un poco en la honda ciencia del térlleria menuda, las precoces y churrerías; grita y se embria informado de las intimidades mino exacto. y de la cadencia procaces cigarras poéticas, al ga el populacho verbenero. de la producción, creerá que adecuada; ni el casticismo, en mando de tal o cual cigarrrón ËI asciende. no bajará sino sencillez tan difícil, elegancia el desempolve periódico de talluda, o tal vez cigarra co cuando sea la hora. cuando tan tersa, tan lograda perfec unos cuantos vetustos atavios un Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica