REPERTORIO AMERICANO 361 buena gana.
uno ya se tenderá con algún librito por la mujer y los hijos, aguardarán solicitus la los perfiles Sabiendo que esa estatua se primavera.
llegada, me pareció algo absolutamente res llamaba Jimena. recordando una modesta El ruiseñor le cantará a la diestra, petable, que me hubiera hecho destocar el fotografía en la gran edición del Poeina, y vendrá sin el cuervo la paloma, sombrero si ya no lo llevara en mano. en que sobre una montaraz caballeria caponiendo en su venida alegre muestra.
Antes de cerrar la puerta tras mí aún balga una dama, fielmente, acompañando a Terná un libro apacible entre las manos, eché otra ojeada al huertecito. Sobre nn su camarada el sabio, arburuelo arriha por que no se cansará de andar contando olivo frontero, de sienes plateadas, Minerva la ruta célebre, ya no pude por menos de los hechos celestiales y mundanos.
en la copa, vaporosa, me guiñaba un ojo, volverme hacia el deferente estudioso, que Perdone, don Ramón, que modifique a que apresuraba apuntando con un dedo fino, me enfrintaba con unas ganas grandes como Boscan para aplicárselo. También se me divino, áureo, la figura menuda, embarbada, de chocarle reciamente la mano. Veía una ocurre citar a Santillana, simple y solemne de Ramón. El cual se en aquel sencillo rostro enjuto, calmo, se. Benditos aquellos que cuando las flores guia reiterándome su invitación, amable renísimo, todo el fervor de un programista se muestran al mundo, desciben las aves mente, de que ingresase en su estudio. ideal, de un soñador romanticón y ardiente, e fuyen las pompas, e vanos loores, todo un lirismo en gruesa crecida inundante, e ledos escuchan sus cantos suaves! a duras penas contenida por la muralla china a un horaciano de Asturias, quizá vago de la papeleta, por el rigor de la disciplina, El estudio de Ramón Menéndez Pidal pariente de usted: férrea en el producir, que, sólo un dia se está estructurado por un largo cuadrángulo, extravasa, suprema flaqueza en el disparo Dichosu el que sin tratos nin contratos bipartito en dos porciones sucedáneas y de un Kodak y en el bautizo de una criacomo antaño viviin. desiguales. La una, más espaciosa, para la nin lu altera el clarin como al soldau, tura, en esas dos albercas donde al fin logra recepción de gentes y de libros. La otra, nin cruxia ida el mar que sufa y fierve.
remansarse, desfogarse, chorrear.
más recóndita y menuda, para el alontana Ron Ramón exclamó uno al fin, proNuevamente excusas, don Ramón, por estas miento de toda gente y de todo libro pres curando dar a la entonación un aire regucitas. No, no las extrañe. Yo tenía barrun cindible. lar, amocionado, de no quererse descubrirtos de su morada y me había preparado. En la primera, que es la aparente lleme gustaría saber cómo elabora usted sus Además. esa honrilla negra que ha quegando de fuera subidos los peldaños que panales.
rido poner uno ante quien un día lo tuvo se inician desde el huerto. fué en la que Pues pase por aqui a este cuartito de en tribunal, incitando a descifrar el guaris. entramos, siguiendo la decidida y ágil guía trabajo. Está un poco revuelto.
mo de una lección mal prendidita a la me del gran estudioso.
Diciendo así, me introdujo en la porción moria. Don Ramón vuelve a sonreirse de Nos sentamos cara a cara, intercalando menuda y recóndita del estudio.
una mesa entre nuestras fronteras posiciones, Apenas me acerqué a la mesa laborante. Yo insisto en mis fisgueos del ambiente. en medio de la estancia, como si fuésemos al secretero de la sabiduría, comprendi que ¡Qué hermoso, qué hermoso es esto!
a solicitar un menú de cualquier Ganimedes clase de revolución señalaba Menéndez Pi Si, estoy contento. Soy un hombre que latente. Situación embarazosa, carraspeante, dal. Lo de libros y papeles, no va al teatro, que no sale, que no hace yo decidi suavizarla girando el cuello, como Sonriendo trate de anularle la excusa, vida de noche. Vivir algo lejos, con alguna un reflector, hacia todos los puntos de la modestia, es algo que no me preocupa, que estancia, con cierta premura, para que mi Si sé que este aparente desorden es me satisface. Soy un entusiasta del aire intervisor ilustre auxiliase ml deseo de in un orden cuya clave sólo la tiene el que lo alto, soleado. Toda mi familia. Mi hija Ji timar pronto con este escenario de una conmaneja. Conozco este revoltijo sistemático mena muchas veces en pleno agosto se versación ya inminente, recogiéndome algude cartapacios y volúmenes, Es el mismo pone cabeza al sol. Yo la regaño, medio nas miradas y comentando los objetos sobre que domina su otra mesa, la del Centro Histórico. Como un organista que para saen broma, pues ya es excesivo, diciéndole que se posaban.
que las razas inteligentes no toman tanto Pero me dejó desplegar la curiosidad sin car limpia una pieza tiene que maniobrar sol, que son aficiones negras.
comentario, delicadamente respetuoso. En gran copia de registros, así usted, para re. Jimena le contestará a usted que es al aquella ojeada de abanico, entre la masa matar un artículo, una reseña, un capitulo, contrario, que las razas inteligentes, las de de sustancias diferentes que tropecé colonecesita de este entrepisado voluminoso.
luz velada, son las más puras amantes de res, volúmnes, chorros de sol. me demoré Viendo aquella maquinaria, aquel reper.
la luminosidad.
perfilándolos, sobre una escultura, sobre unos torio de teclas y el número de organismos. Quiere usted que pasemos a mi estu retratos y sobre un molduraje. El molduraje, auxiliares ficheros, mas ficheros, portalidio, porque aquí está todavía esto muy in recién patinado, corriendo toda la pista del bros giratorios, registradores, carpetas se culto, muy desordenado?
techo, me había atraído por su talla partepresumía, con facilidad, la producción de la Con gran gusto, Ramón. Ordenémo nónica. clara y precisa, moldeada como para obra pidaliana. Una impresión de taller en nos. Pero antes déjeme aún saludar sus que el sol en ella se estancara, llenando de marcha se notaba. De escenario bajado el viñas y sus olivos. Un poco de trigo, y lucidez áurea cada cuadretin de escayola. telón, lleno de bastidores y de bambalinas.
ya tendría usted una base elemental, casLos retratos eran todos de varones co Con cierto espanto se deducía la cantidad tiza, eterna, con que dar fuerzas a toda su nocidos en la vieja literatura española. Sus de constantes, agobiantes esfuercitos, de gran obra emprendida. Pan, vino y aceite.
vidas resultaban paralelas a la frisa parteensamblajes menudos y repetidos, de búsLa sal la sabría usted poner luego, como nónica. Girando toda la habitación, impre quedas, de aditamentos, que todo aquel utisiempre. Qué bien trabajará aquí su Filo sionaban como un cortejo de concilio me. Ilaje necesitaba para echar fuera un pedido logía. Qué bien seguirá los trazados surcos! dieval, como una procesión en rito por un finito, pulcro y sólido. Crea que si. Mi misión, la tarea que coro, como una carrera de celebridades por Aqui, y la mayor parte en otro fichero me he impuesto en la vida es la de aquel el estádium de un magnate.
que corresponde a otra habitación, tengo el de la Biblia: la mano en la mancera del La escultura, al revés de los retratos in material del Romancero general, que desde arado, derecho, sin tornar la vista.
signes, no postulaba paralela a nada. Pare anos preparo. Preparamos. Maria es una cia absoluta. lo era. Una testa plateada gran especialista. Creo que nos quedará vida afirmando una belleza. La hija del sabio. para verlo bien terminado.
Un hombre rodeado de olivos, de sol. Julio Antonio, el afirmante. Esta parrafada, dicha sencillamente nier de sierra azul y de aguilillas cernidas, que Contemplando tal testa ejemplarizada por tras me mostraba una variante del romance avanza por la vida con pretensiones ejem un gran artista, por un gran artista que logró Al aliron, me hizo bruscamente alzar los plares, en pos de una imagen biblica, su verificar un deseo indudable del padre en ojos hacia quien la habia proclamado. Meter biendo los peldaños de un hogar donde la hija serenidad, gracia austesa, fuerza, el cómputo de la vida en una empresa de crepitará el fuego, se alineará el libro, y la mesura y gris plata de meseta recubriendo colección era algo que revelaba de subito 1 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica