116 REPERTORIO AMERICANO IS noticia de la próxima ausencia de Diciéndole adiós Los pasajeros aprestaron sus equipajes y Estercita. y de su muy respetada y que.
después de sacudir el polvo del camino, rida madre conmovió profundamente los senaquella multitud de comprofesores rodeó a a la excelente educadora, timientos de la sociedad, provocando en los su predilecta compañera, quien presidió el grupos de educandas que durante más de señorita Esther de Mezerville desfile hacia el muelle. El Pastores, anclado 25 años estuvieron bajo la protección de a su vera, majestuoso por su grandeza y sus expertas aptitudes, toda clase de coobligada serenidad, imponía un aire de quiementarios y desasosiegos, basados estos tud y de melancolía a aquel momento que últimos en la intranquilidad del porvenir, en tan aceleradamente se aproximaba. El oleaje la contemplación de una posible pérdida del intranquilo mar, de entonces abatia irreparable. esa ansiedad culminó en una reciamente a aquella inmensa mole flotante, serie de manifestaciones sociales que, eran que resistia semejantes embates, mientras otros tantos brotes del cariño, del aprecio en nuestros espíritus se libraba otra gran hacia la educadora de varias generaciobatalla entre las embravecidas envestidas de nes que hoy, diseminadas en el pais, son nuestros sentimientos lastimados y la coraza honra y prez de la cultura nacional. Hoy no siempre invulnerable de nuestra fortauna fiesta escolar dada en su honor, atraia leza de ánimo.
la atención del ambiente social; mañana, Principió el desamarre de los chicotes y el una improvisada soirée constituyó los de trajín del ir y venir de las personas urgidas; leites de los aficionados al arte de Terpsiel puente levadizo iba a ser retirado y la core, en el que ella también lucía sus aptimultitud observaba desde el muelle todos tudes; ora la Sociedad Teosófica se unía esos movimientos con el semblante contrito, para hacerle sentir su honda estima, pues sin perder de vista a Estercita y a su muy a esa institución consagró gran parte de querida madre, que desde estribor alcanzasus actividades; ya una comida de sus comban a ver a todos aquellos compañeros tan profesores, todos abstemios, dada en el salón queridos, con quienes habian compartido a de uno de los hoteles, fué ocasión propicia menudo todas sus alegrias y todas sus tris.
para que se deslizara la plática ligera, la tezas.
dulce charla, y se mezclaran las manifesta natural con que la naturaleza dotara a la Los últimos adioses se oían de boca en ciones del pesar más sentido por alejamiento mujer.
boca. Lágrimas incontables rodaron por mutan inevitable como doloroso. allí, al calor Todo el trayecto hasta Limón transcuchas de aquellas mejillas y sollozos mal rede la franca amistad, bajo los efectos rrió en un dulce holgorio: el uno dirigia primidos se escucharon, denotando lo apreenaltecedores de los himnos de Costa a su apreciable compañera una broma, que miante del momento. De cada pecho salía Rica y de Francia, de las frases de despe provocaba una ligera sonrisa; el de más acá una manifestación de pesar, un adiós efusivo.
dida de uno de sus comprofesores y de ella admiraba los preciosos panoramas que se os El Pastores levó anclas. y con el señorio misma, se ahogaron las irrupciones de un tentaban a diestra y siniestra de la linea, de su propia grandeza, principio a romper pesar hondamente sentido. Llegó el día de como si Dios hubiese querido tejer expre las olas, deslizándose suavemente sobre ellas, la partida. Cómo antes de salir el tren Ile samente de naturales y delicadas alfombras dejando tras de si amplia estela, que grabada gaban a la estación las gentiles pupilas en el camino que la alejaba de ésta tan querida en nuestras mentes, había de perdurar. precipitado andar, solicitando el abrazo ca tierra para ella; el de más allá comentaba a asi se fué alejando más y más, en medio del riñoso de la que habia sido por tantos años su sabor los acontecimientos del día; acullá constante aleteo de pañuelos y de sombreros su mejor consejera. Cómo se dió cita alli alguien improvisaba canciones como para con que se despedia a Estercita y a su digna la representación social más imponente que ahuyentar toda tristeza; y grupos había que compañera, manifestaciones que no cesaron de nuestra élite se haya visto. cómo ol no daban tregua al yantar suculento para sino cuando nuestras vistas no alcanzaron vidar el abigarrado conjunto de ramilletes, reponer las fuerzas perdidas. Pero en todo más a delinear sus perfiles en el horizonte.
que en precioso contraste con el elegante este teje y maneje, quien con un poco de Avanzaba el Pastores, llevándose a otras vestir de nuestras damas, formaba un perspicacia auscultará aquella multitud de playas a seres que tanto se hicieron querer, improvisado campo de indecible belleza, intelectuales, habria sorprendido ellos que tanto bueno realizaron aquí; y cuando que jamás habrá de desvanecerse en el un fondo de profunda melancolía indesciya sólo los penachos de humo columbrábacorrer de nuestra vida. Adiós, adiós. eran frable, un malestar de inconformidad con mos en lontananza, una filosofia momentálas voces más salientes; y repercutian de los designios de la suerte, que en hora tan nea nos hizo volver de aquel aletargamiento boca en boca, ahogándose muchas veces tales poco propicia alejaba de aquí la preciosa de nuestra sensibilidad. En la vida, semexhalaciones, contenidas por el sentimiento. colaboración de Estercita, a quien recordará brar es construir; sacrificarse es perfeccioSalió el tren lentamente, en medio de Costa Rica siempre con cariño, porque no narse. Dichosa Estercita, que supo entrar en aquella algarabia. Por las ventanillas, todo. hay casi institución de mejora social y eduposesión de tales secretos de la vida y a el grupo de acompañantes de ella, que iban cativa en donde su oportuna colaboración semejanza del Pastores, dejar su brillante en el carro especial que la conducía, batian no se hiciese sentir, siempre con la dulzura estela de imperecederas gratitudes!
las manos, despidiéndose del público, que de su temperamento, sin amaine de su capor su parte agitaba en alto sus pañuelos, rácter; siempre con la insinuación atinada TOMÁS FERNÁNDEZ BOLANDI oscilaba sus sombreros; y quienes fruncian seguida de la eficacia de su triunfo.
San José, de Costa Rica. el ceño para domeñar las naturales expanCada cual la recomendaba que no olvisiones de un sentimiento abatido.
dara a Costa Rica, pues si alguna patria Dr. CONSTANTINO HERDOCIA Aquel carro, repleto del elemento docente había era el lugar en donde estaban sus más allegado a ella, se convirtió en un cuasi afectos, en donde había podido ser comDe la Facultad de Medicina de Paris paraíso. Por todas partes flores, guirnaldas, prendida; y ella, risueña a veces, en ocasio.
MEDICO CIRUJANO preciosos bouquets, colocados por manos nes llorosa, replicaba, como tenia que ser, Enfermedades de los ojos, oidos, nariz femeninas, que es como decir de arte, con negando la posibilidad de un olvido semey garganta.
delicado gusto, exhalando sus fragantes perjante: Horas de oficina: fumes, para aumentar. si fuera dable, el La hora fatal se aproximaba; la vista del 10 a 11. 30 a. y de a mar despertó admiración, y gritos y emo(1) principios de julio pasado salió de Costa ciones de dolor se dejaron oir. Limón esContiguo al Teatro Variedades.
Rica. En Niza reside hoy, taba a las puertas.
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