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308 REPERTORIO AMERICANO cha de clases, de Bilbao, que dirigió algún tiempo (este semanario sociaLas cigüeñas de Tomás Meabe lista en tiempos fué también redactado casi integramente por Unamuno. En estos dias malos, que se meten y por cuantos quieren más de lo que y de El Adelanle, de Eibar, que fun dentro de uno a dar frío y tristeza, pueden. Ya otra vez, en otra página dó Meabe, si mal no recuerdo, en van pasando las cigüeñas por los de las obras de Meabe, había enconcompañía de su intimo amigo, maes Pirineos en triángulos solemnes, alerta trado yo la dolora de una golondrina tro y médico José Madinaveitia. El contra los halcones, con hambre y enferma, herida o vieja. que no dia que se hiciera esta publicación, gritando: Van pasando con fe, por puede seguir en el vuelo grande a o mucho nos engañamos unos cuan entre las nubes de todo el cielo, a sus compañeras, y queda muerta, mitos, o ese día entrará en las letras busca de cielos más clementes. rando siempre al punto del cielo por españolas una de sus figuras conCuando lei por primera vez esta donde se habían ido las demás. Pero temporáneas más sensibles, más apa parábola de Tomás Meabe fué en es más fuerte y más apasionada la sionadas y originales.
La lucha de Clases de Bilbao ví la parábola de Las cigüeñas, así como Luis Araquistain ha visto con toda betleza melancólica del gesto con que el saludo a ese algo grande que claridad al decir que Tomás Meabe el poeta enfermo sigue el vuelo de pasa en todo el cielo. no era un doctrinario del socialismo.
las aves emigrantes. Cada triángulo. Porque hay una cosa que cuentan En lo intimo de su espiritu, esa doces una flecha que el viento ayuda a de estas emigradoras, y es que cuantrina no le importaba como tal acaso mantenerse en lo alto Todos juntos do se juntan para sus viajes, delibegran cosa. Meabe entró en el socialismo, al cual dió, en realidad, su son como un gran camino celeste que ran, parece que deliberan largo rato, lleva al ideal y que el poeta enfermo. y unas vigilan mientras otras van a vida, por un amor y una compasión sólo con los ojos y con el alma llamar a las que faltan, a las cigüe poderosisimos por los que sufren hampuede seguir. Hay en los cuentos de nas domésticas que suele haber, y bre y sed de justicia. Cuando le deAndersen un «patito monstruos que las maltratan por no querer seguirlas cía yo que era un franciscano reza. ve pasar con angustia de impotencia en su éxodo de aves libres. Luego gado en su nacimiento nada menos la bandada de aves viajeras. Pero iya de lo cual se elevan rectamente para que siete siglos, se reia y casi que volará. Ya irá él también! Es peque orientarse, brújulas vivas, giran sobre ria protestar, pero, en el fondo, asi ño, humilde, torpe, y sólo le falta. si y parten a las lejanas tierras de se consideraba él también. Tuvo una crecer. Ninguna experiencia, ningún más sol.
especie de fobia religiosa, y a veces dolor se agrega al ansia de sus alas, Ahora pasan, simbolo vivo de lo que parecía que consideraba a Dios como cuyo único defecto está. en que son cada vez más creo que es el único moun enemigo personal. Pero por debajo débiles todavía. El poeta enfermo sabe tivo de vivir; pasan por lo alto, entre de sus blasfemias de combatiente, la mucho más: nubes hostiles, como perdidas, y sienpiedad cristiana le inspiraba sus mejores, más humanas y poéticas palaC. yo quisiera, cuando oigo sus to no sé qué respeto grandes.
bras, En la violencia combativa de gritos sobre mi cabeza, tener muchos El único motivo de vivir. Hace Meabe hay que poner como componiños a mi lado, todos los de este falta para hablar de ese modo sennente la exasperación que había de pueblo en agobio, para decirles, con tirse desprendido de todos los otros producir forzosamente en un espíritu movido, cobrando corazón. Saludad, motivos que impulsan, y espolean al tan sensible y generoso la constante que algo grande pasa en todo el hombre normal? Tomás Meabe deja persecución que sufrió de parte de cielo!
asomar aqui su espíritu de poeta; los fariseos, sepulcros blanqueados y pero ahora, como cuando niño, no Porque Tomás Meabe salió siem perdona a los traidorzuelos. Lo que mercaderes del templo. Hay que depre al paso de las ideas más bellas da nervio más vigoroso a sus parácirlo: no pararon hasta matarlo.
para mostrárselas a los niños y a bolas tan breves no es el ensueño Literariamente, Tomás Meabe es las gentes sencillas. Una tarde, en el sino la cólera, la severidad con los un caso muy complejo. Su estilo va estudio de Arteta no creo que lo desde la extrema simplicidad de la hayan olvidado Mourlane, Michelena que juzga culpables de domesticidad.
parábola evangélica hasta complica y Joaquin Zuazagoitia. leimos al azar «Encuentro bien esta vergüenza de ciones y retorcimientos de forma, que páginas de varios libros, alguno de las cigüeñas, de tener hermanas que no dejan de recordar de algún modo ellos indigno de la exhumación; y de no aman la libertad, que son y no a las prosas oscuras de Mallarmé.
son; y encuentro bien que quieran Su grande y paradójica admiración pronto sono una voz apasionada y sincera, de hombre, nada más y no matarlas a picotazos. La domestiquez.
fué Nietzsche.
de hombre de letras. Habíamos dado va contra las alas, es mal ejemplo Envío. Amigo José Ortega y Gacon unos recuerdos de infancia de para las crías y un peligro para el sset. No habria modo que la editoMeabe. Mis tres amigos bilbainos le porvenir de la especie. Comprendo rial de la Revista de Occidente puia cólera de las nobles aves, pererecuerdan como a hermano mayor y siera sus ojos alerta en esa noble hablan siempre de él con veneración. grinos de ala fuerte, de vuelo sostefigura de Tomás Meabe?
Pero aquel dia me pareció que yo nido, de instinto. liberal; comprendo. había ido con ellos a la misma es que en el fondo no hacen más que defenderse: el ave de alas serviles, JUAN DE LA ENCINA cuela y que aquel maestro «Cachirulo. que leia El Monitor y pegaba que es y no es de su casta, es peor (Lu Voz Madrid. con palmeta, despertaba también mis enemigo que las aves de rapiña. Hay recuerdos infantiles de rebeldia de que acabar con ella.
odio a la crueldad. Guerra al poder Ya no es un vago ensueño de bárbaro y a los traidorzuelos. al ideólogo el fondo del pensamiento grupo de los pequeños miserables de Tomás Meabe, sino que se le ve.
escogidos, conveniencieros, modosi poblado de experiencias, tal como tos, aprovechados. Esta emoción, podemos encontrarlas. en nuestra vida justiciera y dispuesta a la lucha, está actual sus amigos de ayer. Si la Fecomo bañada en un rocio matinal, deración de Juventudes Socialistas infantil, de ternura por los pequeños edita las Parábolas de Meabe, dis. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica