REPERTORIO AMERICANO 233 So Cervantes. ங பம ROLA De ou de primera magnitud, a quien la distancia, en el tiempo, hace aparecer más alto y más harmonioso y cuya eleSolo al genio es dado escribir con gracia, vación en el horizonte de los siglos y de la gloria hace retroceder, en su carro de sombras, la noche que envuelve la infancia de su genio.
Los grandes creadores serán siempre identificados con los protagonistas de sus obras: Don Quijote es para nosotros Cervantes. Ambos se confunden en una sola persona. El uno actúa, el otro habla y escribe. Qué importan los años de cautiverio en Algeria, las campañas y aventuras del soldado, la dura e ingrata labor del manco de Lepanto?
Se sabe que Don Quijote es erudito a la vez que soldado: por eso hace de este último el mejor de los elogios. Soldado fué y soldado permanece bajo su disciplina cristiana y romanesca.
Miguel de Ceruantes Saaudra, Es por ello que conoce los encuentros imprevistos del camino real, las hosterías peliUrajuriquip DS4 grosas, las siestas a la somJyor V12 bra de los roblares, las fiestas de los comediantes nómadas, Según JUAN DE JAURIGUI. Marco plateresco del Sr. José PRADO NORNIELLA.
los penitentes, los peregrinos, la hospitalidad de los grandes señores y la sonrisa de la au buja en el horizonte gris y si apóstol de la lealtad y de la rora que ilumina los paisajes guiendo sus huellas, tal una caballerosidad, soldado del ideal.
de Oriente.
sombra, cabalga Sancho en su Ha hecho voto de pobreza, de Que Cervantes haya escrito asno; con su risa pesada y su silencio y de fidelidad. Es fiel poemas, comedias y novelas, vientre lleno de nueces y de a su patria, a su vida, y a su ¿quién, si no los curiosos, se proverbios.
fe cristiana. Es el caballero crispreocupan de ello, puesto que la edad en que otros se tiano en persona. Ataca los moel maravilloso romance que se retiran podria vivir en la paz linos de viento, los rebaños de llama Don Quijote, resume, al de su pequeño dominio, cultivar corderos y de puercos, los reigual de moderna Odisea, el su jardin y su viña, dirigir una meros, atropella a los devotos, poema, la novela, la comedia y modesta quinta, en la compaliberta a los forzados y asesina la égloga; todos los aspectos nía de una criada hosca y de a los malandrines.
de la vida que centellea por una modesta sobrina. Sus ami Los golpes llueven sobre su mil facetas diferentes?
gos, el cura y el barbero, los persona, es vapuleado por muDon Quijote ha resistido to eruditos del lugar, vendrían a leteros y por lacayos, se mofan das las pruebas del tiempo, las conversar con él en las tardes; de él los grandes señores, lo de la moda y la literatura. Ha y tendría, además, una biblio insultan aquellos a quienes ha escapado a los peligros de la teca. Pero, a la comodidad pre libertado, es motivo de sorpreintriga y def academismo, al ri firió la pobreza heroica, y a sa, de desorden y de escándalo diculo de los monumentos ofi los romances, cuyas vivas imá por su gravedad, por su serieciales y de la retórica. Se ha genes alegran la tranquilidad dad inalterable y por la convic.
librado del lazo que la adula de una morada, prefirió una vida ción que alienta la loca y estoica clón de las generaciones le ha azarosa.
disciplina que le ha inspirado tendido.
No lloró al saber quemados.
el romance.
La admiración devota no lo sus libros, sus maliciosos hechiEl éxito no es el secreto, ni ha hecho idolo, ni lo ha consa ceros Se armó para defender el fin de sus empresas.
grado. El Caballero Andante res a los débiles, a los desgracia Avanza, grande entre las huponde al llamamiento de quien dos, a los oprimidos; para ser millaciones y noblemente huquiera: ahí está, delgado y ama vir a la virtud y a la belleza. mano entre el sarcasmo y las rillo como un arenque, con su Ha expresado su desprecio burlas, obedeciendo sólo a los armadura de cintas verdes, como por los que siempre están con dictados de su alma sensible y Alcesto, la lanza junto al ación el vencedor. Adalid de la justi de su corazón generoso.
de su rocinante.
cia, sin par de todas las virtu Cuando los pacificos pastores Su delgadez de cigarra se di des, enderezador de entuertos, se extrañan al ver su aparato guerrero, el Ics dice. Mi pro: fesión no me permite vivir de otro modo. Los dulces pasatiempos, la buena carne, la holganza son para los cortesanos; los trabajos, las penas, la fatiga de las armas son para los Caballeros Andantes. Tiene la modestia del verdadero valor: si acaso responde a Sancho, ante los crueles yangüeses «cuento por veinte. no exalta sus méritos.
Tampoco evita el peligro, al igual del buen sentido que da vueltas, entre sus dedos, a un rosario de prudentes proverbios.
Ama el peligro y lo provoca.
Permanece solo en su orgullo exquisito que no conoce concesión, ni compromiso. Vencido, reconoce, con triste y encantadora sinceridad, su debilidad y Sul error.
Solo lo comprenden el pueblo, los enamorados y los grandes de la tierra. Su vasto saber unido a su conducta marrullera, confunden al pueblo. Los enamorados reconocen en el amante platónico de Dulcinea, al hermano en ideales, y a los hidalgos seduce su clara inteligencia embellecida con los atributos de la ciencia y de la poesia.
Es poseedor de esa caballerosidad que es el perfume de una alma pura. Cuando rie, mos.
trando sus dientes amarillos ¿quién puede resistir su alegria de niño?
Sus enemigos son la tonteria de los moralistas, de los curas, de los pedantes y de los supersticiosos. La tontería instruida acierta a darle porrazos más dolorosos que los venablos del rústico. Los insultos hacen bilioso al Caballero Andante, asi como la eterna injusticia de aquellos contra los cuales partió en guerra.
Solo su serena paciencia pue.
de discutir con su escudero y perdonarle su glotonería, su abandono, sui pereza, todos sus graves vicios; porque Sancho es bueno, candoroso y honrado a pesar de sus resabios; pues el buen sentido coniete las mismas locuras que la poesía, no obstante las lecciones que recibe de la experiencia.
El apóstol y el artista siguen su ideal. Ahí donde los primeros divisan la gloria, el buen sentido adivina un beneficio. Al igual de Sancho, o de las honradas fisonomias de Teresa y de Sanchica, así halaga al úl Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional. Costa Rica