REPERTORIO AMERICANO Página lírica Elogio de la sinceridad Dos sonetos de la contemplación ASDRUBAL VILLALOBOS Pura Luis CARDOZA ARAGÓN (el imponderable autor de Maclstroom. 7, Rue de Belzunce. Paris Xe.
Via REPERTORIO AMERICANO Me odias. Está bien, más yo te quiero!
Yo adoto todo aquello que se muestra tal como es, aunque me cause daño.
Bendigo la saeta que va certera al corazón, si ha sido lanzada con valor y con franqueza. Qué importa que el espíritu se abata y se desgarre el brazo en la contienda?
La vida es sacrificio, renunciación suprema; cubrirla con un manto es rebajarla!
Vivirla con valor, engrandecerla!
Como la gota de agua en et abismo del mar o de la ola, del rocio, de la nube, yo me siento a mi mismo contenido en un ser que no es el mío.
Vivo en mí mi propio naturalismo sin pensar si estoy cuerdo o disvario, porque mi ley es ley del mecanismo del cual soy parte y en el cual confio. el abismo es más grande: ilusionisino.
cuanto imagine el pensamiento frio. que ve el fulgor en el ardor impio.
La misma ley que rige este espejismo, sé que me lleva hacia el lugar que ansio, me deja inmóvil, o me da al vacío.
Te quiero porque llevas en tu mano la espada de Damocles que me acecha; porque no hay en tu rostro gesto alguno simulador, sino la franca mueca del hombre que desea destruirme.
iy se muere de odio y de impotencia. Pero ignoras que llevo una coraza y unas alas bien puestas. Marcha asi, bravamente, por la vida con la frente y el alma descubiertas.
Puesto que «ser sincero es ser potente. como dijo el poeta sé tú también sincero y sélo noblemente hasta que mueras: si obsequias una flor, que ella no lleve en su cáliz el néctar que envenena; más si lanzas un dardo, házlo de frente, con mano decidida, nunca trémula, con golpe que traduzca tus anhelos de reivindicación o de protesta, porque a veces el grito es necesario y la venganza es buena!
Temiéndome a mi mismo y a veces admirado por imprevistos impetus de una vida mejor, paso unas veces loco y otras veces callado imaginando el trecho de horror o de dolor.
La consciente inconsciencia que convive en mi mismo, como la ola que alzan los vientos sobre el mar, es mi genuino espiritu y es mi propio organismo, pero transfigurados por la ley, o al azar.
Sigo siempre la pauta fatal de incertidumbre que me baja al abismo y me asciende a la cumbre, y ni en uno ni en otra satisfago mi ser; fijó en la estrella vaga, la estrella rutilante, si voy muy rezagado, si voy muy adelante, para mi es más extraño que el mañana o ayer.
RAFAEL ESTRADA San José, Costa Rica, 1923.
Japonerías.
Hay que llevar ardiendo la esperanza y hay que tener confianza en nuestras fuerzas; no esperar que la vida se nos brinde, sino, por el contrario, ir hacia Ella temblando de lujuria, de optimismo, contra su voluntad, y poseerla.
No se ruega a la Vida. se la viola, porque la Vida es hembra!
Lucías tu kimono de seda del Japón.
En tu pecho mostrabas un tatuaje de oirá.
Leve coquetamente tu gracia de botón aureolaba tu imagen de ensueño y de copal.
Tus manos, que llenaban mi taza de saké ritmicas como el habla ritual del mandolintenían, con su suave color de rosa té, el beige de tu kimono manchado de jazmin. Tú nombre. algún enigma. acaso eras Yut Sé, como en tu pirt podias llamarte Nistalbú. en Yokohama tienen el nombre como tú: hundido en abolengos de geisha y de musmé.
Tu figura preclara de muñeca oriental era grácil un poco romántica tarhbién, cautivaban tus manos, tus plantas, tu mirar, jeras un emotivo vibrar de chamisen. tu pais. iquién sabe. pudiera ser Nambi pues tus ojos tenían la soñación del mar y el fino encanto de una nipona de alma azul que aguarda las caricias del bello samurai.
Yo no sabia si eras la música o la flor de aquel estuche alcázar de loto y de cristal. y al fin fui desistiendo de declamarte amor, dormido entre las nubes de un sueño artificial.
Sinceridad, sinceridad y mucha sinceridad! tal debe ser tu lema lo mismo en el dolor que en la alegria, igual en el poder o en la miseria; porque en esa palabra se reunen como en el prisma las variadas gemas el valor, con sus luchas y sus triunfos; el deber, con sus glorias y sus penas y el amor admirable y necesario.
hacia nuestra Señora la Belleza!
SIMON LATINO BALTASAR DROMUNDO Bogotá, Colombia.
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