132 REPERTORIO AMERICANO Palabras Señoras y señores: de su propio hogar, Costa Rica se enorgullece de contar con El divino lenguaje de la múalgunos pacientes investigado.
sica ha despertado siempre en con que el Lic. AGUILAR MACHADO abrió el Concierto res en los dominios, llenos de los espiritus superiores delicaque dió don Enrique Jiménez Núñez en el Teatro Nacional, abrojos, de la ciencia, dominios das emociones. El alma de aquel de donde esperan ellos obtener pueblo de artistas inspirados, la noche del martes 10 de agosto aquellas conquistas que nos hade eximios pensadores, de elobrán de permitir ascender hasta cuentes tribunos, el alma de la la gloriosa. cima que, como un Hélade, tierra prodigiosa borHimalaya, elevada sobre el rudada sobre las irisadas espugoso manto en que se envuelve mas del Mediterráneo, estreel mundo, se ofrece para recomecióse como sacudida por un ger las florescencias de la hishálito del cielo, cuando las inetoria resplandeciente de todos fables melodias, desprendidas los pueblos cultos. fuera incomo un collar de perlas de la completa la vida intelectual de lira del dulce cantor de Tracia, nuestra patria, si no tuviese llevadas por vientos propicios, quienes a la música consagren comenzaron a esparcirse, ora sus más nobles empeños. Entre sobre los nemorosos campos de estos valores, y en puesto de la Tesalia, ora sobre los aparelieve, figura, señores, el mocibles valles de la Beocia y el desto y sabio profesor, que es Ática, ora sobre las costas también inspirado artista, el auabruptas e irregulares del mar tor nacional cuya música nos Jónico.
habrá de deleitar en esta exEl lenguaje de la música se quisita fiesta de arte. Hoy este adapta a los complejos estados suntuoso Coliseo en que han porque el alma suele pasar saresonado tantas melodias de arcudida por la incesante trepitistas extranjeros, guardará, condación del tiempo. Los primeros virtiéndose para ello en presuspiros que parecen brotar del cioso relicario, entre las aristas tierno corazón del niño como de sus propios mármoles, los un saludo a la vida, casi siemecos de una música de la papre se producen cuando la matria, las vibraciones matizadas dre vela a la orilla de su cuna por la armonía, del espíritu de entonando esa amorosa canción un modesto y noble ciudadano con cuyo recuerdo perfumamos a quien honró el destino hatoda nuestra existencia; las baciéndole dignísimo heredero de tallas que se libran en la guelos artísticos refinamientos y rra, campo de arrebatos pasiode las esclarecidas virtudes prinales, de exterminio y de muerte, vadas y cívicas de que dió consse alimentan con las notas martante y señalado ejemplo su ciales de cantos populares que Don Enrique Jiménez Núñez ilustre progenitor, el recordado exaltan toda la dignidad, toda maestro don Pilar Jiménez, el la hidalguía de que son capaces los regi miel de sus ensueños la parte más noble, venerable anciano que con la aureola de mientos a cuyo valor se ha confiado la de la parte más pura del alma de las muche sus blancos cabellos y a la avanzada edad fensa del decoro nacional; la patria misma dumbres! Ni el vicio ni la iniquidad loġra en que se marchitan todas las ilusiones y glorifica y despide a los hijos dilectos con rán jamás carcomer la estructura de aque todas las esperanzas, oficiaba aún, como salas vibrantes notas de su himno, con los llos pueblos que saben rasgar sus propias car cerdote y como apóstol en los luminosos acordes de ese poema musical que resume hes, para recibir en su corazón los mensajes altares donde brillan con fulgores de astro las vicisitudes de su Historia, los sucesos que Dios inscribe en el pincel, en las notas los embelesos del arte.
memorables del pasado, las halagüeñas pro o en el mármol con que el pintor, el músico, Con religiosa unción escuchemos la múmesas del futuro.
y el escultor desenvuelven el poema que sica de don Enrique Jiménez; en ella se Superior es la misión de quienes vienen ha de interpretar, para enseñanza de todos harán perceptibles secretos de un espiritu al mundo para trasmitir sus más caros sen los hombres, aquellas ideas eternas que, diáfano, de un corazón, puro; en ella como timientos en el misterioso idioma de la mú según Platón, nos levantarán en alas del primorosos brotes se sucederán emociones sica. Como la alondra que con delicados amor al supremo bien.
que, unas tranquilas y cristalinas, como las trinos rompe la imponente serenidad del Esta tierra, pródiga en mujeres bellas, nítidas aguas de un remanso y otras agitabosque, esos seres rompen la enmaranada ostenta como el mejor galardón de su briosa das y cambiantes, como aquellas brisas que selva de la vida, llenándola de murmullos falange intelectual al selecto grupo de ins no interrumpen su incesante vaivén, pasaron y, ocultos entre los mágicos castillos que pirados vates que en rítmicas estrofas han por el alma del artista a quien con digna y se forman con la espuma de su desbordante cantado todas las magnificencias de su exu.
elevada actitud tributará hoy la selecta coninspiración, suenan sus proféticos clarines, berante naturaleza. Costa Rica, la pequeña currencia que me escucha, el entusiasmo de tal asi como aprovecharan los tritones la Nación de las grandes libertades civicas, su ferviente y sincera admiración. Loor a suave ondulación de las olas para lanzar semillero de probos gobernantes, oasis don. quien en las actividades profesionales, en a todos los vientos su bulliciosa sinfonía. de han alimentado sus ansias de libertad la nobilísima actuación de la cátedra, en Estos seres pueden ufanarse de poseer al todos aquellos ciudadanos que han solicitado las elevadas funciones públicas que tammas resplandecientes como el diamante sin la franca hospitalidad de sus playas, al es bién desempeñara con brillo, y en todos los las impurezas con que se adivina en su capar de la persecución de la tiranía, cuando actos de su vida intima hace ostensible la primitivo estado. Bendita sea la misión que el despotismo político enrojeciera con sus exquisita delicadeza de su temperamento de están desempeñando! Ellos preparan con la devastadoras llamaradas todo el horizonte artista, de ese temperamento suyo que ha Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica