REPERTORIO AMERICANO 169 La Iglesia del del Carmen Oleo de AMICHETTI La Rosa Mística (Ciudad de Heredia. Costa Rica. Desde La Puebla la ciudad presenta un conjunto pintoresco: La Iglesia del Carmen, las dos pesadas torres de la Parroquia, el pequeño dombo del Bautisterio, la masa roja del Fortín.
En el atardecer soleado la pequeña Iglesia del Carmen, con su torre antes gris, y siis toscos santos de piedra, resaltando con una impresionista variedad de tonos de oro y rosa, centraliza la contemplación y fija en torno suyo, subordinándolos, todos los detalles del panorama. Es esta Iglesia, la Rosa Mistica de Luis Dobles Segreda, la que en este óleo ha fijado poéticamente el pincel luminoso de Francisco Amighetti. para mí una visión llena de enpana medio apagada ya, a fuerza de por las manos. torpes, a fuerza de cantos este, viejo templo. Cuando vibrar, despide con lamentos al hom trabajar la tierra, de un viejo sacrisera muy pequeña, hubiera dado lo bre, a la mujer o al niño que se van, tán; algunos jazmines, rosas pálidas mejor de mi vida porque se me diera sienten que la campana se les pasa y violetas, envian desde allí sus perel inmenso gozo de contemplar lar hasta el alma rogándoles que se afi fumes al Creador, según algunas gengas horas un templo; más grande, nen con la buena vida, que fortalez tes buenas, estas flores cultivadas a habría sido mi ilusión tener uno frente can el espíritu con la ciencia buena medias por un viejo jardinero, son de mi ventana, para sentir la paz. del vivir en paz, para que la vieja sagradas, y aseguran que los aromas que hay en torno de estas construccampana les pueda cantar un salmo que exhalan suben más allá de las ciones solitarias y antiguas.
lleno de amor, cuando la hora les nubes. Se me figuran, estas flores, Para mi mente infantil el templo, llegue.
humildes mujeres jóvenes que han más en las horas calladas de las tar En las noches de neblina, la igle ofrendado su vida y su belleza al des de verano, ha tenido el valor sia vieja y enorme, forma un solo Dios que se adora en el templo.
inagotable de las cosas sagradas. manto gris con la sombra; en las El hombre busca semejanzas a sus Entrar a un templo vacío; sentir la noches bañadas por la plata de la costumbres para hacer el culto a calma suave de sus techumbres cón luna, surge plateada, solitaria y llena Dios; le construye un templo; acaso cavas; el olor ya a medio extinguir de misterio, con su alta torre que el mejor templo que pueda el hom.
del incienso después de la última corta el azul y blanco del cielo; es bre levantar sea su vida misma, llena ceremonia religiosa; los ecos casi cuando se ve más la belleza de la de pureza y de bondad; alli llevará apagados de las últimas plegarias de Iglesia del Carmen. En las horas a Dios, que es todo amor.
tarde; todo eso era para mi ima tranquilas de la media oche, apaA los lados de la cúpula, a manera ginación como un milagro; me parerece ante mi ventana como una roca de guardianes, tiene el templo dos cía que quienes habitan en las vecin firme y majestuosa.
figuras que parecen de piedra y las dades de estos templos viejos, donde uno y otro lado del templo hay gentes dicen que son las de San a cada hora la vibración de la cam algunas parcelas cultivadas a medias Pedro San Pablo. Estas imágenes Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica