Violence

2 42 REPERTORIO AMERICANO chica, y ninguno tenia el gesto de esquivar el gajo espinoso de los hechos.
Pero un día en que yo pasé a la tercera clase del barco, oi estas palabras que me hicieron volverme. Mamá, este también es mar chileno. No, este mar no es chileno.
ya quedó atrás. Un marinero acababa de decir que la mar se ponía muy mala. Me acerqué a la que hacía la pregunta curiosa; era una niñita de cinco a seis años. La madre me dijo, riendo: Es que ella llama malo a todo lo de Chile, al mar también.
Era una familia boliviana, de clase humilde.
Este hecho ingenuo, revela mucho, sin embargo. Me impresionó fuertemente.
El odio que existe, mucho menor del que se dice, en todo caso está en la masa popular. Con ella es necesario trabajar, mi amiga. El pueblo es, en todas partes, un fermiento rico, lleno de fuerzas vitales asombrosas que sólo se gastan en la faena material, cuando se gastan en eso: Su pobre alma queda libre, y recoge lo que le arroja el primero que pasa; antes pasaba el santo, y el hombre del pueblo recogia de él su misticismo; hoy pasa el mercader del odio y deja a la masa encrespada de cualquier violencia, de la que a él le plazca, porque un pueblo sin formación espiritual no es capaz de elegir. Elegir es cosa profunda. tenemos envenenadores en esta América. Yo he leido en el barco, cuando venía a Europa, cuatro recortes de periódicos picarescos llamémoslos así, porque suele ser muy penoso llamar las cosas por su nombre, cuando lo tienen vil que, se me dijo por un periodista argentino, eran escritos por gente de nuestros dos países y que circulaban en la zona eléctrica de Tacna. De todo habia en ellos: desde la broma ágil y ligera hasta la injuria de brasa. Ese pan ha estado nutriendo a muchos votantes y, fracasado el plebiscito, eso será lo que lleven a sus tierras al regresar, ese pus de lectura ruin, una colección de coplas crueles, cuando no son obscenas, que leerán talvez a sus amigos, en un corro, al volver a sus casas de las aldeas, porque la mayoría son campesinos. No se necesita ser pacifista a lo Romain Rolland para sentir indignación de esta industria de odio.
Se cree por algunos que tal literatura, hecha para la masa (a la cual desprecian)
no tiene significación ni merece comentario; les parece una sensiblería tonta que se haga hincapié en estas jugarretas hechas con «un poco de buen humor y otro de interés por la causa. Desgraciados ingenios que juegan con un puñadito de barro fétido, sin ningún amor para los hombres humildes a quienes envenenan.
la guerra, y se trata, dentro del mismo país, un listón verde de prado, cerca de la roca de la región levantada contra la región ve viva.
cina. Las culturas antiguas se desmorona Yo pensaba, ojeando rápidamente las maron por la conquista de los bárbaros o por ravillas incaicas de vuestro Museo de Lima, sus propios vicios; la contemporánea tal vez en cuánto podríamos mirar lentamente en se haga pedazos por este estado de guerra el Cuzco y en Arequipa los maestros de que viven los espiritus en plena paz. El Chile. este sencillo conocer el objeto odio empaña las facultades, envilece la in precioso, el paisaje y un hombre o una muteligencia y es el tonel de las Danaides, jer buenos o superiores que caminan por que dijo Baudelaire. Entre los resortes, los el paisaje, esto, tan simple, une a los seres.
dinamos y las ruedas de esta bonita má Me decía una amiga norteamericana, de quina de la cultura, que parece movida por esas que recorren Europa y Asia en un tuun aceite dorado o por los más finos soplos rismo eterno. Bolivia? En mi mapa Bolidel Espiritu, gotean las feas grasas del odio via no está, porque no he conocido en mis y hacen saltar aquí y allá una pieza, otra viajes ujer ni obra boliviana. sin empieza.
bargo, está Persia, y está Finlandia. Yo Parece no haber aprendido nada Europa voy más lejos, le dije. Para mi suele ser con la ruina económica, sencillamente fan un país el objeto bien trabajado. hueso o tástica, que le dejó la lucha y que la ha carey o bronce. que tengo en mi mesa o convertido en el pobre vergonzante que que viaja conmigo. Y, está demás decirlo, golpea a cada hora el aldabón helado de una estrofa perfecta, una sola, La Bolivia Estados Unidos. Se oye hablar a las genmia. es una piel maravillosa de vicuña, de tes y parecen cada una hacer, consciente o un color de miel vieja, y es el llama que inconscientemente, un, acarreo afanoso de vine a conocer en. el Parque Zoológico de materiales para una cosa secreta, que no Amberes, aparte, claro esta, de sus escri; es sino la nueva guerra. el que mira se tores, que he leído.
pasma, porque son como heridos que, denY es que no hay, mi amiga, sino el cotro de la fiebre de la herida, no hablaran nocimiento, y no el de la lección desteñida sino de las municiones para el día siguiente.
de geografia; el viaje, en vez del manual Hay menos odio en nuestra América, mi que da abstracciones; el zarape, que hizo amiga, y se forma entre nosotros, día por la mano del indio mexicano o el de Arauco; día, una generación pacifista que tiene ya el cuero labrado de Florencia, que cubre el concepto de que lo necesario es hacer el libro que leemos, todo esto, además de los hombres o acabar de hacerlos, porque la italianidad que nos incorporó a los sentidos el Dante o la españolidad cuya garra, están a medio terminar, en nuestros países, en vez de destruirlos.
nos ha cogido en Valle Inclán.
Mi Perú es la Canción del Camino de Pero, me dirá usted, entre Perú y Chile Chocano, una vida de Santa Rosa, que esno puede hablarse de paz con seriedad ancribió nuestro Bilbao, los cuentos admirates de que salgan de su atolladero de las cautivas. Yo le hablo desde mi dichosa conbles de Ventura García Calderón: La Venganza del Condor, y la mirada inolvidable fianza en que, si los Estados Unidos no sude una momia pre incásica del Museo de pieron o no pudieron avenirnos, lo harán Lima, Si se me sumieran estas cosas en la los demás países españoles que, conociendo mente, yo me quedaría sin el Perú en el mejor nuestros defectos, usarán de procedimientos felices, a semejanza de los que espiritu. la masa popular de ustedes 110 tiene proporcionan antidotos para males probados su Chile, y la nuestra nada sabe del Perú.
en su carne.
Yo he podido ver que el juicio del hombre Seri muy honroso que la América del Callao se concreta en esto. Esos chiSur se bastara a sí misma en este aspecto leiros brutos que sólo saben golpear. superior: administrase su justicia y que no del chileno. Esos peruanos débiles!
remitiera su pleito a Europa, como otra maYo escribía mi despedida a Angélica Palteria prima por elaborar, pues Europa tiene ma, al salir de España, y la invitaba a trabastante con lo suyo.
bajar en seguida de la solución en esta Después faena larga, muy lenta, de limar el aborrecimiento.
Después del fallo quedará mucho que hacer y en eso las mujeres de buena volunLa paz política y la otra tad tendremos sitio. Pasará el odio y que Porque no nos dará el nuevo componedará entero el desprecio de un pueblo hacia dor que venga, sino una paz política, esa, el otro, que yo he observado muchas veces que hay en esta pobre Europa, que consiste y que creo es mayor que el aborrecimiento. en tener guardados los obuses y en no ca.
Un desprecio, mi amiga, que es pura igno var trincheras. La paz es, primero, un es.
rancia. Chile tiene que estimar al Perú, la tado moral colectivo, de confianza y de simraza profunda que queda a sus espaldas, patia; cuando esto no existe hay guerra.
la raza vieja y pulida de siglos como una aunque no se den batallas.
madera de cedro, que nosotros no posee La SOCIEDAD DE LAS Naciones empieza mos, la india, y además, su cultura espa a darse cuenta de que lo único que consiñola; el Perú tiene qne estimar a Chile su gue en Europa es mantener la fiera atada esfuerzo heroico de país menudo y pobre, unos cuantos años y ha comenzado a ocuque se ha desarrollado como los ricos. So parse, decepcionada de la generación premos un grupo de hombres que poseen sólo sente, envenenada casi entera, de la que La xenofobia de Europa Pero hay un amargo consuelo, un bajo consuelo, si usted quiere, mi amiga: es el de la xenofobia europea. Si usted la mirara de cerca! No se trata ya del francés contra el alemán, se trata de cada uno contra el otro, aún contra el que peleó a su lado en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica