220 REPERTORIO AMERICANO La herida invisible UNA vista de la propia sangre generalmente trastorna a la gente. Es innecesario. dijo el otro. Debo diTomado de Social. Habana. rigir la mano de usted de modo que sepa Na mañana, muy temprano, estando aún prefiero morir antes que seguir de este hasta donde tiene que cortar. en el lecho un famoso cirujano, recibió modo. El extraño visitante soportó la operación la visita de un paciente que insistió en que El cirujano examino de nuevo el miernbro estoicamente y ayudó al cirujano con sus su caso no podia ser pospuesto ni un mi en toda su extensión, con un microscopio, indicaciones. Su mano no tembló lo más nuto; pidió atención inmediata. El cirujano tomó la temperatura del paciente, y final mínimo, y cuando el círculo de carne señase vistió apresuradamente y llamó a SLI mente movió la cabeza, intrigadísimo. lado fue extirpado suspiró de alivio, como criado. La piel está perfectamente saludable. Las si un gran fardo se hubiese desprendido de «Haga pasar al enfermo. dijo.
arterias están normales; no hay la menor Siis hombros.
El hombre que entró parecia pertenecer a inflamación o hinchazón. Es una mano tan. No siente dolor ahora. preguntó el la mejor clase de la sociedad. Su pálido ros normal como la que más. cirujano.
tro y continente nervioso acusaban sufri «Creo que está enrojecida un poco en ese «En lo absoluto. dijo con una sonrisa.
miento físico. Su mano derecha estaba ven lugar. Es lo mismo que si el dolor hubiese sido dada, en cabestrillo, y, aunque el paciente. Dónde. cortado, y la leve irritación producida por lograba dominarse, un gemido doloroso se El visitante señaló un círculo en el dorso la herida parece una fresca brisa después escapaba a intervalos de sus labios: de su mano del tamaño de un céntimo aproxi de salir de un horno. Deje correr la sangre. Tenga la bondad de sentarse. Qué puedo madamente. Aqui. Me calma. hacer por usted. El doctor miró al hombre. Empezaba a Después que la herida estuvo vendada. No me ha sido posible dormir durante sospechar que tenía que habérselas con un el forastero parecia feliz y contento. Estreuna semana. Algo me ocurre en la mano lunático, chó con gratitud la mano del médico con derecha. No puedo explicarme qué es. Qui «Usted tendrá que permanecer algún tiempo su mano izquierda.
zás sea un cáncer u otra dolencia terrible. en la ciudad. dijo. y trataré de atenderlo «Le estoy muy agradecido, en verdad. Al principio no me molestaba mucho, pero dentro de unos días, El médico visitó a su cliente en el hotel últimamente empezó a escocer. No he te «No puedo esperar un minuto. No crea, varias veces después de la operación y llegó nido un momento de alivio. Me duele horri doctor, que está usted tratando con un aliea estimar mucho al hombre, quien ocupaba blemente. El dolor aumenta por momentos, wado, o un iluso. Esta herida invisible me haciéndose cada vez más insoportable. He un alto puesto en el distrito. Era muy ins.
hace padecer horriblemente y deseo que truido y educado, perteneciendo a una de venido a la ciudad a consultar a usted. Si usted corte ese punto que le he señalado, las más distinguidas familias del país.
tengo que sufrir asi una hora más, me vol que lo extirpe hasta el hueso. veré loco. Quiero que usted lo queme o lo Después que la herida estuvo completa«No haré eso, señor. niente cicatrizada, el forastero regresó a sui corte, o haga algo que me libre de él. Por qué no. residencia campestre.
El cirujano confortó al paciente decla «Porque nada le ocurre a su mano. Está Tres semanas después apareció de nuevo rando que quizás no era necesario operar. tan sana como la mia. el paciente en el gabinete del medico. Lle«No, no. insistió el hombre. Tiene que Usted se inclina a pensar que soy un vaba otra vez la mano en cabestrillo y se set operado. He venido expresamente para loco, o que lo estoy engañando. dijo el quejaba del mismo fiero dolor en el propio que la parte afectada sea extirpada. No paciente mientras extraía de su cartera un lugar donde le dolía antes de la operación.
hay otro remedio. billete de banco de mil florines y lo coloSu cara estaba pálida como la cera y un Sacó la mano del vendaje con considera caba sobre la mesa. Vea usted que hablo sudor frio brillaba en su frente. Se desble esfuerzo, y continuo: en serio. El asunto es importante para mí plomó en una silla, y sin pronunciar pala«Tengo que decirle que no se sorprenda puesto que pago un millar de florines. Hábra alargó su mano al doctor para que la si no ve usted herida alguna visible en ml game el favor de proceder a la operación. examinara.
mano. El cas) es completamente extraordi «Si usted me ofreciera todo el dinero del. Gran Dios. Qué ha ocurrido. nario. mundo no tocaria yo un miernbro sano con «Usted no extirpó suficiente tejido. giEl doctor aseguró al paciente que no te el bisturi. mió. El dolor ha vuelto; esta vez más atroz nía por costunibre asombrarse ante. cosas. Por qué no. que antes. Ya no puedo más. No lo quería fuera de lo usual. Sin embargo, después de «Porque no estaria de acuerdo con la ética molestar de nuevo, doctor, asi es que lo mirarla, dejó caer la mano atónito, porque profesional. Todo el inundo lo declararia a soporté, pero ya es irresistible. Tiene usted aparentemente nada había en ella de usted un idiota y me acusaria de aproveanormal. Se parecia a cualquiera otra mano; charme de su debilidad, o declararia que que operar de nuevo. El cirujano examinó la cicatriz. El punto 110 estaba siquiera descolorida. Empero, era era incapaz de diagnosticar una herida que operado ya estaba completamente sano, y evidente que el hombre sufría terribles no existia. recubierto con piel nueva. Las venas estadolores, porque la manera con que agarró «Muy bien, doctor. Entonces he de pedir ban intactas, el pulso normal. No habla fiesu mano derecha con la izquierda cuando a usted otro favor. Yo mismo me operaré, bre, empero el hombre temblaba de pies a el galeno la dejó caer, demostraban ese ex aunque mi mano izquierda resulte algo torpe cabeza.
tremo de un modo concluyente.
para ello. Todo lo que le pido es que atienda. Dónde le duele. a la herida después de la operación. En mi larga práctica nunca he visto u Señaló un punto entre las dos grandes El cirujano vió con asombro inmenso que oido, un caso semejante a éste. venas, pero retiró vivamente la mano cuando el hombre no bromeaba y que se arremanNo había nada que hacer sino repetir la el médico tocó el lugar cantelosamente con gaba la camisa después de quitarse la leoperación. Todo pasó lo mismo que la vez la punta de su dedo.
vita. El paciente abrió sie cortaplumas, a anterior. El dolor cesó, y aunque el pa«¿Es ahi donde duele. falta de otro instrumento. Antes que el docciente experimentó un gran alivio, esta vez «Si, terriblemente. tor pudiera intervenir, el visitante se habia no acertó a sonreir, y cuando dio las gra«e Siente usted la presión cuando apoyo, hecho una profunda incisión en la mano.
cias al doctor fué con una expresión triste ahí el dedo. Deténgase. grito, temeroso de que el y cansada.
El hombre 10 acertó a contestar, pero las sufriente cortase alguna vena importante. No le sorprenda si estoy de vuelta anlágrimas que asomaron a sus ojos hablaban «Puesto que usted se empena lo haré yo. tes de un mes. dijo, con aire desesperanelocuentemente, Preparó la operación. Cuando llegó el zado. Hasta la vista. Es extraño. Nada puedo ver. moniento de cortar el doctor avisó a su El cirujano discutió el caso con varios de «Yo tampoco, pero el dolor está ahi, y cliente que volviese la cabeza, porque la sus colegas, cada uno de los cuales emitió Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica