156 REPERTORIO AMERICANO Lírica portuguesa (Véase la 157 de este cuaderno. E de dar algunas explicaciones acerca de este librito que la Editorial EXCELSIOR presenta en linda impresión y menudo tamaño, porque algo en él, de que no soy del todo culpable, las necesita.
El extravio de una breve nota introductoria que envié a la!
casa editorial con las pruebas me mueve a repetir ahora, para aquellos a quienes interese mi trabajo, lo que alli manifestaba y hubiera debido encontrar en el libro todo lector.
En primer lugar, que, si el adjetivo Pequeña en parte lo excusa, el sustantivo Antologia es tal vez demasiado solemne para una coleccioncilla tan leve como la formada con mis traducciones. Hay que ir a la etimologia de la palabra, despojándola de todo el sentido que le ha echado encima la erudición, para en contrarla aqui justificada a medias No me he propuesto representar a todos. los poetas portugueses de consideración, entre los modernos, únicos que figuran en mi libro, ni siquiera a todos los que me interesan, ni, de éstosi las composiciones que estimo más características y dignas de admiración y recuerdo.
Baste decir que la colección se ha encontrado hecha, con sólo reunir en un haz las diversas composiciones por mí trasladadas de poetas portugueses; algunas se remontan a los tienipos de mis primeros estudios literarios; otras, las menos, son de ahora.
He aqui, pues, otro reparo a lo que reza el subtitulo. traducción y selección. Traduccióni, bien, con las reservas que diré Juego. Selección de cada pieza en sí, y 110 para formar conjunto.
Queda, por lo tanto, el tomito, como un eco perdido de la melodiosa música que conciertan en nuestros días y en los inmediatamente anteriores, los laudes portugueses, Tal como está, tiene para mí, el atractivo de evocar lecturas, y a veces, el de recordarme ciertas cavilaciones y luchas para conseguir la trails.
cripción.
Transcripción es la palabra que prefiero, cuando se trata de poesías portuguesas, a traducción o versión. Por ser el portugués y el castellano lenguas tan afines, me parece que. la una, si ha de reproducir lo escrito en la otra, tiene que hacerlo con una minuciosidad y literalidad que se excusan más fácilmente cuanto más lejana en espiritu y en formas es la lengua de que se traduce.
Por esto las transcripciones del portugués resultan a veces facilisimas, tanto que una persona experta podría llegar a hacerlas, en determinados casos a libro abierto; pero otras son no ya dificiles, sino imposibles, como no se llegue a parafrasear y sustituir sin piedad una expresión por otra, alejándose de la letra, quc, lo repito, me parece vestidura csencial del espiritu. la dificultad o la imposibilidad consisten en meras pequeñeces de rima, o de longitud y ritmo de las palabras, que, conservadas, destruirian la música del verso y cambiadas le privarían grave.
mente de su carácter.
Todo el que haya intentado una labor de esta indole, proponiéndose no saltar por encima de la dificultad, sino resolverla en buena lid, entenderá lo que digo. Por esto hay poesías en portugués que estimo intraducibles artisticamente. Las que doy en mi libro, conservándoles a todas la forma original, y a algunas, como al Lamento, de Joao de Deus, el artificio que consiste en repetir, como cuarto verso de cada estrofa, las primeras palabras del primero, han tenido para mi, a menudo, valor de enseñanza técnica, sin contar el más vivo aliciente del gozo del lector Un romántico, Juan Bautista de Almeida Garrett, aparece tan sólo con dos cuartetas encendidas, llenas del espíritu de los tiempos. Síguenle, con un soneto, Antero de Quental, tan leido y traducido entre nosotros, y tan bien estudiado desde unas inolvidables páginas de Clarin, y varias canciones de Juan de Dios Ramos, o sea, para conservarle el apelativo familiar con que se le conoce, y que es firma de sus libros, Joao de Deus. Estas canciones, de uno de los más puros liricos de Iberia, tienen en su original una blanda y soñadora música, en que estriba su principal resistencia al traslado. Como en la expresión, aguda y amarga a la vez, de Antonio Nobre, se cifra el encanto de sus sonetos, de los que traduzco siete, a continuación de unas poesias parnasianas de Gomes Leal. Eugenio de Castro, Julio Bran! dao, Alberto Oliveira, Alfonso Lopes Vieira, Teixeira de Pascoacs, Juan de Barros, Antonio Sardinha me dan las páginas siguientes. Alguna vez he expresado mi admiración por unos cuantos de estos poetas, que considero entre los más altos de la actualidad. Del último, Antonio Sardinha, buen amigo de España, muerto prematuramente, he querido traer a la memoria de los que le trataron el amable recuerdo, y a la apreciación de los que no le conocieron la figura de un poeta hondo y emotivo.
Cierran el volumen unos versos parnasianos del brasileño Olavo Bilac, impecable de forma, en su lengua, y. una breve poesia de otro ingenio lusoamericano, que está en primera linea de los actuales: Guilherme Almeida; muestras unas y otra harto insignificantes para dar razón de una lírica abundante y frondosa, que no cede a la lírica americana de expresión inglesa o española.
Sólo me queda repetir, para final de estas dilucidaciones y excusas, el «perdonad sus muchas faltas» de los comediantes de antaño. El Sol, Madrid)
Una novela mexicana: vez el nombre de Flaubert el que nos ven meroso, de la «cláusula» a que nuestro idiodría más pronto a la memoria. Hay algo de ina nos tenia antes tan victoriosamente haPero Galin la afición no contenida del célebre autor de bituados.
La Educación Sentimental por lo pintoresco JAIME TORRES BODET (Viene de la página 152)
exótico en esta frase de Pero Galin: México, 1926.
Ahora es Diego Ribera a quien una figura «Algunos negros, en las aceras, enseñade segundo término hace responsable del ban una sonrisa blanca. imposible asesinato del academicismo. DesLA COLOMBIANA pués tocará su turno a Artemio del Valle o ésta: SASTRERIA Arispe ya su prodigiosa colección de sor. Un falso turco con chaqueta bordada, tijas una para cada dia del año. sin que Francisco Gómez calzón bombacho y fez, distribuia tazas de por esto se olviden los nombres de algunos café que iba sacando de un estrambótico Frente al Pasaje Jiménez. Al lado de la Botica Oriental insustituibles poligrafos: el doctor Atl, el aparato de latóns.
Marqués de San Francisco, Manuel Tolle Ofrece a sus clientes y al público ssaint. Pero el recuerdo más constante es el de en general un surtido de casimires Azorín. Rara vez salvo en las enumeracioen gabardinas.
nes dignas. por la riqueza, de um mercado Club en series a 3. 50 semanales.
Aunque el autor se haya cuidado de no oriental, el párrafo abandona el menudo ostentar sus preocupaciones de estilo, ellas paso de la frase corta, sitiada entre dos Haga una visita y se le darán detalles.
se advierten, sin embargo, a través de la silencios infinitesimales. Esta concisión se Cuenta con buenos operarios cómoda amplitud en que se instala. Si hu traduice, por fortuna, en un gesto sin elobiéramos de encontrar a las inquietudes de cuencia. No obstante, se extraña en el para la confección de sus trajes.
este estilo antecedente ilustre sería tal conjunto la vieja melodia del fragmento milPRECIOS SIN COMPETENCIA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica