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REPERTORIO AMERICANO 299 La vida de Panait Istrati, contada por él mismo DANAT İSTRATI Aci estilo antiguo, en Braila (Rumanía. Llevo el nombre de familia de mi madre, una aldeana rumana, quien no siendo «legitimada» con mi padre, me declaro «hijo natural. No he tenido jamás ni hermanos ni hermanas.
Mi padre. con el cual, mi madre vivió ocho años tumultuosos, pero sin comodidad. era griego, originario de Cefalonia; cuando yo tenía nueve años él murió epiléptico y tísico. Hacía en Braila el contrabando del tabaco turco, traficando entre la Dobrudja turca y la comarca rumana, y ganaba mucho dinero; a los agentes que le acosaban él se daba como negociante de frutas. Por eso, nuestra casaque ocultaba en sus muebles secretos los paquetes del tabaco mencionado estaba guarnecida hasta más allá de su radio de manzanas, peros, membrillos que servían simplemente para salvar las apariencias y cuyos perfumes ocultaban el del tabaco. Esto no libraba a mi padre ni de fuertes multas ni de muchos dias de prisión, a causa de indiscreciones y delaciones.
De Panait Istrati, en brede recibiremos varios ejemLos dos hermanos de mi maplares de Kira Kiralina, traducción de EUGEND GARRO dre los tíos Anghel y Demi. edición de la EDITORIAL MINERVA, Lima, al igual que mi padre, eran también contrabandistas: el último, parte en Braila, parte en el ca »Este fue el comienzo de un viejo de 70 años, pagó con su serio de Baldovinesti, a ki! vagabundaje que dura todavía misma vida el desprecio de la metros de Braila, lugar de ori en estos momentos y que duaduana; fué muerto en un tiro gen de mi madre. Mi infancia rará toda mi vida, porque nada teo nocturno en el curso de fué alegre, jovial, exenta de me detiene, nada me place y en una persecución dramática so cuidados hasta los doce años. nada permanezco estable! Es bre el Danubio. Esta muerte esa edad, habiendo terminado, una verdadera maldición!
precipitó a mi padre en la de en cinco años, mis cuatro clases He sido alternativamente, musesperación; se arruina y muere de enseñanza elemental, me ne chacho de tendero de ultramamuy de prisa dejando a mi ma gué a ir más adelante, contra rimos, panadero, sirviente, aprendre en la miseria, aunque roriando las recomendaciones del diz de mecánico, aprendiz de deada de amigos adictos, conprofesor y los deseos de mi ma cerrajero y herrero, por fin, hatrabandistas todos. Muy altiva dre. Viéndola trabajar de seis cia los diecinueve años, apreny de espiritu independiente, prede la mañana ocho de la no diz de pintor de edificios. he firió irse a trabajar a otra parte che, por fr. 50 al dia, temi tenido allá, finalmente, un pacon sus manos y lavar ropa que sucumbiera bajo la fatiga, trón pobre el mismo, y lleno de para educarme. Debo deciros y un dia, sin decir a nadie nada, humanidad, que me trataba con. después de lo que me ha re me contraté en casa de un ta consideración y con el cual perferido el tio Anghel. que mubernero por el precio de. 60 maneci dos años. Por esto es chos de los ascendientes de mi francos al año, con alojamiento, que como pintor de edificios he madre abandonaron sus aldeas, comida y vestido, y permaneci trabajado después casi por tosublevados por la opresión turca alli un año trabajando de seis das partes y en París mismo, y fueron a dedicarse al pillaje de la mañana a media noche. donde he trabajado el último nacional. Esa vida es la que Abandoné este empleo porque año (1923. hará el fondo de los Relatos no se me dejaba leer en las »Estoy hecho asi. Mi cerebro, de Adrian Zograffi.
horas de reposo del dia. esto mi fantasía, mi quimera como »Así, yo no conocí a mi ma era algo que no podía compren amo libros y vagabundos consdre más que en el esfuerzo; he der mi patrón, que me tundia tantemente están golpeados, trasmos vivido juntos en la economia a golpes cada vez que me co tornados, excitados por la inmás estricta. No la abandone gia sobre un libro. y cuando quietud de escribir necedades.
sino a los catorce años, poseido queria sacrificar a mis lecturas Esto no me lleva bien, por una imperiosa necesidad de una o dos horas de la noche, grado un salario atractivo y una vagabundaje. Ella murió en 1919, mi excelente patrón me declaró libertad aparente.
durante mi permanencia en Suiza. que la noche misma no me per »He pasado mi adolescencia »Mi infancia la he pasado tenecía.
en Rumanía, hasta la edad de veintidós anos, cambiando de oficio cada vez que cambiaba de sitio, e inversamente. En ese.
entonces conoci toda la literatura rumana y todo lo que se había traducido de la extranjera. Es en 1916 cuando abandono Rumanía por primera vez, embarcándome a escondidas un barco rumano que hacía el trayecto entre Constanza y Alejandría de Egipto. Durante dos años he visitado el Cairo, el Pireo, Atenas, Nápoles, de nuevo Alejandría y el Cairo, después Port Said, Jaffa, Jerusalem, Beyrouth, las aldeas del Libano, Damasco, Alexandrette, Messina, Tripoli, y regresé por fin a Rumania por Constantinopla. De 1906 a 1912, pasaba todos los inviernos en el Cairo, el verano en Rumania, a causa de un comienso de tuberculosis que debo cicatrizar en Egipto. Casi todos mis viajes los hago sin billete, a veces escapando al control, a veces sorprendido, desembarcado o aceptado a condición de trabajar a bordo. En tierra camino mucho a pie, y frecuentemente me contrato en los trenes que pasan. En el extranjero trabajo en cuanto puedo como pintor de edificios, pero, en su defecto hago de todo; lavo vajilla en los restaurantes o sirvo de mozo; conduzco fardos o vigas de fie.
rro en los puertos; he figurado en una compania de pantomimas en Damasco y Beyrouth.
Esto me trae de comer cuatro veces en una semana entera y de dormir un mes a la luz de las estrellas, como en Nápo.
les (1907. Pero jamás he dejado de leer. Hablo el griego, desde la edad de doce años. En Egipto y en Italia he aprendido el italiano y un poco de árabe y también el aleinan. En 1913. después de innumerables esfuerzos para poner los pies en tierra francesa vine a Paris, sali de Bucarest con un billete y un pasaporte en regla era la primera vez que esto me acontecía pero no estuve más que tres meses no pudiendo hacerme comprender y Paris me desagradó demasiado. De regreso en Rumanía, un poco hastiado de carecer siempre de dinero me puse en rabajo; fundo una pequeña granja para la cría de cerdos y me caso con un judia, socialista militante convencida. La guerra. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica