2179 Tomo XIII REPE RTORIO AMERICANO Núm. 14 Sábado de Octubre San José, Costa Rica. 1926 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: El anticonquistador de América, por Juan Terán. El camino, por Ramiro de Maeztu. Calor de unidos corazones, por José Carner. Ya se abrió la primera rosa, por Masferrer. Tarjeta alusiva. Juan Pizarro, por Modesto Villavicencio. El primer mexicano, por Martin Luis Guzmán. La flapper y La garçonne, por Maria Monvel. España, por Luis Flores. El umbral encendido de un nuevo Renacimiento, por Leonardo Pena. La oración por el indio, por Hernán Zamora Elizondo. Gabriela Mistral, por Salazar. Senas de escritores. El problema de la tirania en América, por Luis Muñoz Marín. El perro leproso, por Guillermo Jiménez. La herida invisible, por Caroly Kisfaduli. Hombre no te entristezcas, por Víctor MI. Elizondo. EDAD De Oro: El sentimiento de la naturaleza entre los celtas, por Ernesto Renán. Ejemplos de constancia en el trabajo, por Proaño.
El anticonquistador de América «Protector general de Las Indias. fray Bartolomé de las Casas, no pertenece a la familia mística de San Francisco o San Juan de la Cruz, sino a la Por de Santo Tomás y Santo Domingo. Es decir, era un filósofo y un hombre de JUAN TERÁN acción, teólogo y político.
Místicos son esos seres extraños, dulces y silenciosos llevados hasta Dios por la luz inefable de la contemplación.
La ternura de fray Bartolomé para con los esclavos de América no era una fluencia sentimental, una abundancia de amor para con el hermano indio. Era la aplicación de un concepto teológico, la lealtad con el dogma cristiano, explicado por los textos sagrados.
Para comprenderlo mejor, digamos desde luego que no estuvo solo en la tremenda requisitoria que durante sesenta años trono en América y ante los consejos de Indias. Es la única que sigue resonando solamente porque fué la más ardiente y apostolica. Estuvieron de su parte innumerables religiosos y civiles: el padre Montesinos, Pedro de Renteria, fray Pedro de Angulo, fray Tomás Casillas, el Obispo de Popayán, Juan Valle; el de Charcas, Matías de San Martin; el bachiller Sanches de México, el licenciado Quiroga.
El enemigo contra quien se airó y armó su cruzada era formidable. Los excesos atribuídos a su acción deben explicarse por el poder del enemigo que desafiaba.
Era el encomendero de América, es decir, terreno doctrinario, el juicio de los histoel usufructuario de la nueva sociedad. riadores que tachan su ingenio de quimé¿Pero qué es sin indios la empresa de las rico y visionario.
Indias. se preguntaban los jurisconsultos y No es, sin embargo, tan simple la psicoconsejeros de la Corona. Si no se sujeta a logía de esta figura.
la esclavitud a los indios, mejor es abando No es posible admitir que fuera sólo una nar la conquista. Cómo habría pobladores ambición pueril a fuerza de ilógica e ilusosin encomiendas? sin pobladores. cómo ria la que diera tan grande relieve y reperhabría sisas y quintos reales, tan requeri cusión a su palabra y a su obra.
dos por la Corona?
Desde luego hay un acento singular en Comprendemos bien, pues, la resistencia, su voz, que evoca el recuerdo de los granel enojo y la cólera que despertó su predi des apóstoles.
cación, la legión de contradictores que sa Cuando se lee sus reclamaciones en nomlieron a su paso a batirlo en su propio bre de Dios y de la humanidad, contra la codicia de encomenderos y la esclavitud de indios, el espíritu se figura estar escuchando las imprecaciones de Tertuliano, la cólera tremebunda de San Jeronimo, o las profecias de San Agustin contra las persecuciones de los cristianos. Es necesario recobrarse vivainente para comprender que es la fulminación de un apóstol cristiano, no contra paga.
nos o gentiles, sino contra los mismos evangelizadores de la América. Leamos una de sus terribles líneas. Andan vestidos de seda y 110 solamente ellos, pero sus mulas, lo cual pensamos que si fuera bien exprimida, sangre de indios manaría. No puede esperarse de hombres de esa laya que se limiten a hablar en nombre de la prolija verdad histórica.
Que fácil es contra ellos lanzar el reproche de tal cifra abultada o del falseamiento de tal o cual hecho. Sus ojos desmesuran fa realidad como una exigencia connatural de su temperamento y su vocación.
Ellos no dicen la verdad histórica, sino una verdad que podríamos llamar profética.
II Veamos a fray Bartolomé desde dos puntos de vista para acentuar su múlliple significado.
Como humanista y teólogo su doctrina consistía en sostener la libertad natural de los indios y la iniquidad de su destrucción.
Su condición de gentiles e idolatras no menguaba la integridad de la tesis.
En los comienzos de su carrera habíale encendido el corazón el capítulo 34 del Eclesiastés, según el cual quien quita el pan ganado con el sudor es como el que mata al prójimo: quien derrama sangre y quien defrauda al jornalero, hermanos son.
Su proclama fué siempre la de que los encomenderos eran los mayores robadures del mundo, los infieles más culpables, porque invocaban la predicación de Cristo para cometer su horrendo crimen.
Su teoría, pues, era simplicisima, de una. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica