REPERTORIO AMERICANO problema recordemos que Europa estará cadencia nacional de todas las energias lo tros poetas, nuestros escritores fueron las presente cuando menos en el arrastre his ha hecho enmudecer, cada pueblo se ha ex más veces, en parte son todavía, hombres tórico del idioma.
presado con plenitud de carácter dentro de obligados a la acción, y no faltan entre Aceptemos francamente, pues, como ine la comunidad imperial. en España, dentro ellos los conductores e iluminadores de vitable, esta situación compleja: al expre del idioma central, sin acudir a los rivales, pueblos.
sarnos habrá en nosotros, junto a la por las regiones se definen a veces con perfiles ción sola, nuestra, hija de nuestra vida, a únicos en la expresión literaria. Recuerdese, El futuro veces con herencia indígena, otra porción entre los poetas, la secular oposición entre substancial, aunque sólo sea el marco, que Castilla y Andalucia, el contraste entre fray Ahora, en el Rio de la Plata cuando me.
recibimos de España. Voy más lejos: no sólo Luis de León y Fernando de Herrera, entre nos, empieza a constituirse la profesión liescribimos el idioma de Castilla, sino que Quevedo y Góngora, entre Espronceda y teraria. Con ella debieran venir la disciplina, pertenecemos a la Romania, a la familia Bécquer.
el reposo que permite los graves empeños.
románica que constituye todavía una comu Así, el compartido idioma no nos obliga hace falta la colaboración viva y clara nidad, una unidad de cultura, descendiente a perdernos en la masa de un coro cuya del público, que largo tiempo ha oscilado de la que Roma organizó bajo su potestad; dirección no está en nuestras manos: sólo entre la falta de atención y la excesiva inpertenecemos según la repetida frase de nos obliga a acendrar nuestra nota expre dulgencia. El público ha de ser exigente; Sarmiento al Imperio Romano. Literaria siva, a buscar el acento inconfundible. Del pero ha de poner interés en la obra de mente, desde que adquieren plenitud de vida ansia de alcanzarlo y sostenerlo nace todo América. Para que haya grandes poetas, las lenguas romances, a la Romania nunca el rompecabezas de cien años de indepen decia Walt Whitman, ha de haber grandes le ha faltado centro, sucesor de la Ciudad dencia proclamada; de ahí las fórmulas de auditorios.
Eterna; del siglo al xiv, fué Francia; con americanismo, las promesas que cada gene. Sólo un temor me detiene, y perdonad si el Renacimiento se desplaza a Italia; luego, ración escribe sólo para que la siguiente durante breve tiempo, se sitúa en España, agrego esta nota pesimista al canto de eslas olvide o las rechace, y de ahí la reacy desde Luis XIV vuelve a Francia. Muchas peranzas. Ahora que parecemos marchar en ción, hija del inconfesado desaliento, en los dirección al puerto seguro. no llegaremos veces la Romanía ha extendido su influencia europeizantes.
tarde. El nombre del futuro seguirá intea zonas extrañas, y sabemos como desde resándose en la creación artística y literaParis gobernaba a toda Europa, y de paso El ansia de perfección a las dos Américas, en el siglo XVIII; pero ria, en la perfecta expresión de los anhelos desde comienzos del siglo xix se definen, Llegamos al término de nuestro viaje por superiores del espiritu? El occidental de hoy se interesa en ellas menos que el de en franca y perdurable oposición, zonas ri. el palacio confuso, por el fatigoso laberinto ayer, y mucho menos que el de tiempos vales: la germánica, suscitadora de la rede nuestras aspiraciones literarias, en busca beldia; la inglesa, que abarca a Inglaterra de nuestra expresión original y genuina.
lejanos. Hace cicn, cincuenta años, cuando con todo su imperio colonial y a los Estados a la salida creo volver con el oculto hilo se auguraba la desaparición del arte, se rechazaba el agüero con gestos fáciles. Unidos; la eslava. Hasta políticamente heque me sirvió de guía.
Mi hilo conductor ha sido el pensar que «siempre habrá poesía. Pero después fenómos nacido y crecido en la Romania. Antonio Caso señala con eficaz precisión los tres no hay secreto de la expresión sino uno: meno nuevo en la historia del mundo, inacontecimientos europeos cuyo influjo es trabajarla hondamente, esforzarse en hacersospechado y sorprendente. hemos visto surgir a existencia próspera sociedades, ac.
decisivo sobre nuestros pueblos: el Descula pura, bajando hasta la raiz de las cosas brimiento (acontecimiento español. el Re que queremos decir; afinar, definir con ansia tivas y al parecer felices, de cultura occinacimiento (italiano. la Revolución (francés. de perfección.
dental, a quienes no preocupa la creación El Renacimiento da forma en España sólo El ansia de perfección es la única norma.
artistica, a quienes les basta la industria, o, a medias a la cultura que iba a ser transContentándonos con usar el ajeno hallazgo, a la sumo, se interesan por el arte reducido plantada a nuestro mundo; la Revolución es del extranjero o del compatriota, nunca ala procesos industriales: Australia, Nueva Zelandia, aún el Canadá. Los Estados Uniel antecedente de nuestras guerras de incanzaremos la revelación intima; contentándependencia. Los tres acontecimientos son donos con la tibia y confusa enunciación de dos no habrán sido el ensayo intermedio?
de pueblos románicos. No tenemos relación nuestras intuiciones, las desvirtuaremos ante en Europa, aunque abunde la producción directa con la Reforma, ni con la evolución el oyente y le parecerán cosa vulgar. Pero artística y literaria, el interés del hombre constitucional de Inglaterra y hasta la indecuando se ha alcanzado la expresión firme contemporáneo no es el que fué. El arte de una intuición artística, va en ella, no había obedecido hasta ahora a dos fines pendencia y la Constitución de los Estados Unidos alcanzan prestigio entre nosotros sólo el sentido universal, sino la esencia humanos: uno, la expresión de los anhelos merced a la propaganda que de ellas hizo del espiritu que la poseyo y el sabor, de profundos, del ansia de eternidad, del utóFrancia.
la tierra de que se ha nutrido.
pico y siempre renovado sueño de una vida Toda fórmula de americanismo puede dar perfecta; otro, el juego, el solaz imaginaLa energía nativa nos algo (por eso les di a todas aprobación tivo en que descansa el espíritu. Pero el provisional. y el conjunto de las que hemos arte y la literatura de nuestros dias apenas Pero concedido todo eso, que es todo lo ensayado nos da una suma de conquistas recuerdan ya su antigua función trascendenque en buen derecho puede reclamar el útiles que hacen flexible y dúctil el mate tal; sólo nos va quedando el juego. el europeizante, tranqulicemos al criollo fiel rial originario de América; pero la fórmula, arte reducido a diversión, por mucho que recordándole que la existencia de la Ro al repetirse, degenera en mecanismo y piersea diversión inteligente, pirotecnia del in manía como unidad, como entidad colectiva de su pristima eficacia; se vuelve receta y genio, puede acabar en hastío.
de cultura, y la existencia del centro orien engendra una retórica.
Pero no quiero terminar en el tono pesitador, no son estorbos definitivos para nin Cada grande obra de arte crea medios mista. Si las artes y las letras no se apaguna originalidad, porque aquella comunidad propios y peculiares de expresión; aprove gan, tenemos derecho a considerar seguro tradicional sólo afecta a las formas de la cha las experiencias anteriores, pero las el porvenir. Trocaremos en arca de tesoros cultura, mientras que el carácter original de rehace, porque no es una suma, sino una la modesta caja donde ahora guardanios pueblos viene de su fondo espiritual, sintesis, una invención. Nuestros enemigos, nuestras escasas joyas, y no tendremos por de su energia nativa, savia extraida de la al buscar la expresión de nuestro mundo qué temer al sello ajeno del idioma en que tierra propia.
nuevo, no han sido otros que la falta de escribimos, porque para entonces habrá paSalvo en momentos fugaces en que se ha esfuerzo y la ausencia de disciplina, engen sado, a estas orillas del Atlántico el eje adoptado con excesivo rigor una fórmula dros de la pereza y la incultura, o bien de espiritual del mundo español.
estrecha, por excesiva fe en la doctrina re. la vida en perpetuo disturbio y mudanza, tórica, o durante períodos en que una de. llena de preocupaciones ajenas al arte: nues. La Nación. Buenos Aires Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica