210 REPERTORIO AMERICANO ultreja!
sí cantaba la antifona caminera con que Sise cantandian el gozo del buen andar, Por isosémeros. Ni qué cosa niás grande puede haber que la concordia de las patrias latinas?
para llegar mejor, los peregrinos de Compostela: LEOPOLDO LUGONES Fiat, amor. Alleluya Dicamus solemniter, ultreja! sus eja!
Decantemus jugiter.
Porque esto es gloria excelsa de la Latinidad.
Todo recuerda en la hazaña la estirpe ilustre, desde la antifona que dijimos, hasta el corte de la vela trainera.
El mismo nombre de su autor ¡qué cosa más latina! Su lengua materna es también lusitana; su máquina triunfante, de hechura Itálica.
Pero su corazón es mejor. Qué cosa más latina, ya, aquella, conciliación de la prez neptuniana y hercúlea con la bélica ralea de esos obispos del Año Mil!
Plus Ultra! es grito de Roma. El númen del Mar Atlántico asignaba la ventura latina.
que era, por su recta significación, el buen viento de marear; y tal como un día el ligur intrépido a descubrir mundos desde hispánica rada, Ulises emprendió su travesia inmortal desde las islas ibéricas pródigas en violetas.
Histórica predisposición que formulaba un destino manifiesto. Cuán bien lo entendemos, por buenos hijos que somos de la Latinidad, en esta Argentina de las conciliaciones humanas! ello no significa que no nos guste sobre todas las cosas que el héroe sea de la sangre natal. Cómo no había de gustarnos sentirla hervir así al ardor de oro de la gloria!
Heroísmo predisponente del alma gallega en la predisponente virtud del alma latina. la voluntad animadora del antiguo can.
tar. Fiat, amen, Hágase asi. Hágase asi. Digamos solemnemente: jaleluya! no cesemos de cantar. Adelante. Siempre adelante. asi es aquella la tierra de la saudade, que Dijérase que esta copla latina dedicada dice en la lengua soledad donde gusta ensial santo nacional, a Santiago de España, y mismarse la melancolía. No recordamos tosobre ello, todavía, el santo gallego, se dos, desde el colegio, a Macías el enamorado: hubiese compuesto en el siglo XII, para ceCativo de minha tristura. lebrar la empresa de Ramón Franco, el hijo de Galicia, quien, montando el Plus Si, pues: cautivo de su tristeza. Esta es Ultra, se nos viene por cima de todo el toda la poesía gallega. Lo mismo en la canmar, trayéndonos a pleno cielo y a pleno ción ladina del bardo erudito, que en la quecorazón la grande aleluya.
jumbre pastoril exhalada por la muñeira con El santo de Compostela fué un transeunte los humos de la tarde serenisima. Belleza, del mar que cruzó por milagro de su sim pues, de pinar murmurado, de redil antiguo, bólica predilección; y de aquí que los perede cordial sencillez, de ternura congojosa y grinos adornaran de conchillas distintivas de mar lejana.
sus becas y sus alforjas. fue también. Qué fondo de inquietud en esa cautividad por excelencia, el patrono militar, el apósde la tristeza! Ahi la ansiedad del amor se tol de la espada desnuda y del corcel que mezcla al desasosiego de la aventura.
peleaba en el aire, contra esos mismos mo Pueblo de pastores, labradores y marinos, ros sobre los cuales conquistó el aviador fué siempre gente de buen combatir. En el gallego sus galones de comando.
heroísmo, como en toda belleza superior, Lejos, por cierto, cualquier comparación hay un dejo de melancolía. Asi la saudade de sacrilega grosería. Las grandes hazañas gallega es una predisposición.
son, de suyo, inconmensurables. lo mejor por la cepa del atlante, la epopeya enque Franco tiene, es ser un hombre como el tronca, a su vez con lo más noble de la mismo. No como ningún otro, porque lo meCosa Pagana.
jor excluye el parangón, y él cuenta entre los Cuando Franco dió nombre a su avión, mejores.
suprimiendo de la divisa herculea non Eso significa algo más valioso en sí, y es plus ultra: no más allá la negación limila continuidad de la tradición en la persis tativa, pudo recordar que ella no se refería tencia del espíritu. Bajo este concepto fué, tan sólo a las columnas gaditanas; pues Coefectivamente, compuesta para la empresa ruña, forma bajo la tina de columna, refieactual aquella antífona jubilosa. mucho rese a una que el mismo Hércules plantó más antigua todavía en su celebridad, la epo también, ahí, sobre la costa gallega.
peya se reanuda.
Gente del linaje cúleo para no citar Nada extraña esa tendencia a emprender con sobreabundancia, que se podria aquellos sobre el rumbo de la Atlántida neptuniana, rudos obispos de Mondoñedo, santos y guedormida por las edades bajo el manto azur y rreros a la vez como Gonzalo y Rosendo, que armiño de las aguas del dios. Atlantes fuederrotan a los normandos de Escandinavia, rontlos celtas y los siluros de la cepa gallega.
los invencibles reyes del mar, capitaneados, lo que dentella la actual ribera granítica también, por Olavo, santo y pirata.
sobre cuyos fondos de peligrosa hermosura todavía, aquellos tripulantes de la flota canta el sardinero la copla del obscuro he. gallega, que en la armada de Lepanto enarboroísmo, que abisma sin eco y sin fama tras la laba el pabellón de Galicia, al tope de su escurridiza plata del pez son las desgarra capitana, para la buena guerra del apóstol duras del cataclismo legendario. Ese que contra el bárbaro señorio del infiel. viene, pues, es un atlante y lo prueba. Un Mas, aquí aparece en la historia una de señor del Atlántico por linaje y calidad. esas coincidencias en que lo fortuito equivale a un regalo del destino, para cerrar, como dicen, con broche de oro, lo que ya es aurea Asi se abre Galicia, a la vez montañosa y página en la inmortalidad oceánica, zócalo de granito primordial, que es El 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de decir tierra de constancia y de fuerza, sobre Galicia y Asturias, de Castilla y de León, el cual corre descollada la columnata del consuma, con la rendición de Toledo, la inpinar, que parece ir derramando en agujas de dependencia patria del poder musulmán.
silenciosa cuita, el murmullo de su cantante ¿Cómo resistir en este momento a la suesmeralda. esto es la belleza, complacida gestión de trascendencia que el latino anteen sí misma sobre el inmenso espejo azul. cesor creía ver en los fastos de los dias ¡Qué tierra para concebir la aventura, aquella Galicia del granito y de la pineda!
Cima del picacho y copa del árbol, todo se va de punta hacia arriba. culminando aún, como despedido por ellas entre las nubes, el alfaneque de cetreria, aquel halcón de la comarca, superior en serenidad y en sostén a los demás pájaros altaneros.
De casta noble y bravia le viene, pues, el instinto a ése. La misma ala heroica en el hombre y en el ave. El mismo sublime amor del viento y del riesgo. La misma alcurnia de altanería. El mismo amor de gloria pug.
nada.
El Ferrol natal completa con él las tres iniciales que constituyen las siglas de la victoria: Fidelidad, Fortuna, Fuerza.
Porque este comandante del avión es una espada española. Una de esas espadas del triunfo y del orden, tan calumniadas ahora último, y tan mal comprendidas. justo orgullo lo tiene; y mediante las alas que dió a la suya, lo mismo y para lo mismo que Santiago su patrón, ha sabido Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica