250 REPERTORIO AMERICANO Hay pinchos en muchas par la politica, venía a sancionar tes; hay muchos pinchos. con esas palabras la actuación no dijo más. era bas del escritor. esas palabras tante, Si; existen pinchos, en que escuchaba el escritor, haEspaña, en muchas partes. Hay bian de ser las últimas que le muchos pinchos en la vida es oyera proferir al gran orador.
pañola. Por destruir esos pin. Si; hay pinchos en muchas parchos espirituales, materiales tes; hay muchos pinchos. venimos trabajando, desde hace Desde hace más de veinte años, algunos escritores a quie. años he estado escuchando los nes se nos moteja de antipadiscursos de don Antonio Maura.
triotas. yo creo que los antiLos he escuchado, primero, despatriotas son precisamente los de la tribuna de la prensa, en que nos dicen entre hiperboles la Cámara popular; después, superlativas, encarecimientos e sentado en los escaños de esa inflamadas loanzas que los pin Cámara. Se ha dicho que Maura chos no existen.
era oscuro, laberintico, escriY Maura repetía: biendo, y claro, límpido, ha Si; hay pinchos en muchas blando. Debo decir que ese es partes; hay muchos pinchos.
un error; un poco más de pre: ciosismo ponía en la escritura. El culto al derecho. Esas pero su oratoria era pareja de fueron las últimas palabras que su prosa escrita. Ningún orador escuché de los labios del gran me ha costado a mí tanto de orador. Por un azar dichoso, extractar como Maura; reducir esas últimas palabras de Maura a una columna de periódico un estaban de acuerdo en intima discurso suyo de una hora, era armonia con la doctrina, con para mi tarea ardua, terrible.
las campañas, con los procedi El estilo de Maura, hablado o mientos que yo, modestamente, escrito, no era como el de Cáhe venido haciendo, en cuanto novas. oscuro también, irregua la literatura, en cuanto a lar, disforme. Cuando se lee la vida social española, desde una nota de Maura una de sus hace veinticinco años. La más célebres y sacudidas notas se alta autoridad de España, en ve que lo complicado de la frase no depende del capricho, sionado del estudio del deresino que obedece a una estu. cho. Ahí está la clave de su acdiada, sabia, elegante simetría. tuación como gobernante. Tuvo Podrá ser Maura difícil de en el culto fervoroso del derecho.
tender; pero su estilo es com. Derecho es el Parlamento. Depuesto y ordenado, simétrico, recho es la Constitución. Derecomo un pintoresco mosaico. cho son las leyes. En los dias entre las dos maneras de actuales y pongo el pensaMaura, la grandilocuente y la miento en toda Europa. ese familiar en punto a oratoria culto al derecho es digno del el autor de estas líneas casi más sólido aplauso. En días prefería la última. Los discur más serenos se podía encontrar sos de medio tono, intimos, sua en esa pasión por la forma juves, eran verdaderas maravillas ridica la más grave objeción a en Maura. En la Academia, sin la personalidad de Maura. La darles importancia, con desdén forma jurídica, la fórmula del elegante, sabía pronunciar al derecho, no siempre encierra gunos de esos admirables dis. la justicia. La justicia es aérea, cursos. El gesto, el ademán, las sutil, cambiante, de una sensi.
sabias, refinadas inflexiones de bilidad maravillosa. tal vez la voz, las silenciosas, eran gran cuando defendemos la fórmula parte de su oratoria. Cómo juridica y la aplicamos, defenpodrá ser todo eso reconstítui demos y aplicamos un derecho do? He citado al principio los que acaso ha dejado de ser ya nombres de grandes políticos. la justicia. Cómo nos podemos formar idea Un recuerdo, henchido de emode un don Joaquin María Ló ción, para la memoria de Maura.
pez, de un Martínez de la Rosa, Murió en una mañana clara y de un Olózaga, de un Marti, de limpida de invierno, en el ausun Castelar, de un Rios Rosas? tero y noble paisaje del GuaEl tiempo se ha llevado la mi darrama, sin saber, un minuto tad de su obra.
antes, que iba a morir. ahora tendria que decir AZORIN algo de la personalidad política de Maura. Fué Maura un apa Madrid, enero de 1926.
Las ventanas ALBERTO MASFERRER, Homenaje cordial. 1 SI LGUNOS prefieren su casa de frente al también abarcaré mejor las, sierras en lonSur, a fin de gozar del sol en los dias tananza, que circundan, como los bordes de claros de invierno; otros prefieren que siis una cuna a los recién nacidos, las vidas de ventanas se abran sobre el Oriente y el los campesinos que nacen, trabajan y muemar: son las gentes laboriosas y los niños, ren dentro de sus bordes. Desde allí veré que aguardan con impaciencia la mañana a mis hijos, que juegan con su madre, canpara recomenzar su tarea o sus juegos. No tando en ronda una canción extraña a la faltan los contemplativos y los enfermos, lengua de mi raza.
que se pasan el día tras las corridas per Por turno aparecerán en mis ventanas las sianas, y sólo abren su balcón al atardecer, mariposas pétalos animados por una alma para seguir de codos la inmersión del dia, inquieta y fugaz y los copos de nieve que que se ahoga, livido, bajo el flujo de la el tiempo hila con pausado movimiento. El noche.
alba me sorprenderá a veces en una tarea Yo ambiciono edificar una casa baja, de febril, y la paz sedante de las Oraciones paredes de piedra que se amarren bien al penetrará otras veces como un incienso insuelo y resistan como coraza invulnerable visible que llega de otro mundo.
las dentelladas del frio del tiempo. Pero, Mis dias pasarán en esa torre, porque esta casa pequeñita ha de apoyar una de esa torre es mi vida misma. Yo la hubiese sus esquinas, no importa cual, en una to querido talvez alta y enhiesta, explorando rrecilla cuadrada, capaz de contener una horizontes a que sólo alcanzan los cóndores; sola habitación, una especie de celda para la prefiriera en ocasiones com un la meditación y el estudio.
torreón de fortaleza, en un rincón agreste Desde allí podré abarcar todos los espa a donde no llegaran a interesarme los necios del horizonte, por cualquiera de las gocios del mundo. Pero mi destino lo ha cuatro ventanas que se abran sobre los te hecho asi: pequeña, apenas empinada sobre chos de las viviendas de la aldea. Desde el suelo aldeano, aunque con amplia vista alll veré el mar y su lejanía tentadora; hacia todos los puntos del paisaje.
Alguien dirá que una sola ventana, hacia una sola cara del horizonte, fuera lo mejor.
Que enfrentara la mañana y sus promesas deslumbrantes; que fuera el soñar y la poesia. que, de frente al Sur, recibiera los primeros rayos primaverales que hacen desentumirse al labrador y despiertan sus músculos descansados para la labor venidera. que abierta al fresco soplo del Norte, mantenga despierta la mente que se encuentra como un haz de luz sobre un reducido espacio del mundo de los conocimientos. O, en fin, que espiando hacia la noche o lo Desconocido dejase, a tientas, aventurarse el espíritu en el Misterio del Más Allá.
Pero no ha ocurrido así. Esta pequeña torre de mi vivir abre sus ventanas sobre la calle, sobre el tráfago humano, sus ruidos banales, sus miserias y alegrías es.
truendosas. Curiosea al mismo tiempo sobre el jardín solitario, donde a la hora crepuscular los soñadores recitan a media voz sus oraciones de la vida ideal. Por uno de sus postigos abiertos sobre el horizonte marino, el habitante de esta celda se echa en ocasiones a vagar por los países desconocidos, en los cuales se refugian cada dia disminuidas por nuevas exploraciones, la ilusión y el ansia de algo inesperado.
Por eso a diferentes horas mi vida intenta serlo todo, el obrero y el escritor; el curioso de los fenómenos naturales, y el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica