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REPERTORIO AMERICANO, 83 tria, a la agricultura o al comercio. Este es el peligro grave. En los Estados Unidos, los norteamericanos dirigen la casi totalidad de sus empresas de negocios. En cambio dejan que sean irlandeses los que ocupen buena parte de las plazas burocráticas y hasta los cargos de caciques de los partidos políticos. no es más sólida esta po.
Iſtica que la de las provincias castellanas, donde no se dedican al comercio y a española, se me suben las lágrimas a los dustria sino los jóvenes que no han conse ojos. Esto es lo que hay que evitar en el guido ingresar en las carreras del Estado. resto de América. Lo que no se evita con Cuando pienso que en estos veintisiete el ideal de Rodo; pero se evita con ideal anos de independencia ha pasado a propie en que el poder económico reciba la dig.
dad de lor norteamericanos el 85 por ciento nidad que le es debida.
de los ingenios de Cuba, cuyo tanto por Madrid, noviembre de 1925.
ciento era precisamente el que poseían los cubanos en los tiempos de la dominación (La Prensa, Buenos Aires. 1. No me propongo sino dar respuesta a De política mayor aunque quizás sería preferible decir que el preguntas implícitamente contenidas en alera un verdadero hombre de Estado, por gunos rumores, o en gratas curiosidades de menor oposición a los que sólo son leaders políti.
amigos.
Oscos, brillantes, pero fugaces.
No soy un creyente de la política. Estoy Wilson demuestra, una vez más, que el tan lejos de ahí, como de Mahoma. Si fuera mundo no puede carecer de los valores, de posible realizar una política superior, en los poderes morales, por más que parezcan ella pondría devociones. Pero creo que de prevalecer los más bajos móviles de acción.
participar en la mezquina política que diaTodas las fuerzas, las grandes fuerzas riamente nos rodea, debemos tratar de ha. funciones públicas, como oportunidades de materiales oro y acero hubo un momento cerlo con nobleza.
tráfico codicioso, bien les va a los gobier en el cual, como bestias amaestradas, estuAntes de leer ent Le Politique a Barthou, nos mejores si logran sustraerse siquiera un vieron sujetas a la voluntad, iluminada de había leido a La Bruyère; y, permítase el poco a la presión de ese ambiente de pi ensueño, del idealista.
alarde, en horas de mocedad había leldo a ratería.
He de añadir que prefiero los hombres Maquiavelo. lo quo es peor, a Lord Ha Creo que Sarmiento representó un ideal, de Estado a los simples políticos. En Costa milton. Pero sin necesidad de leer todo eso, sobre todo por comparación con otros go Rica incurrimos en frecuente confusión a soy, ciudadano costarricense y he tenido biernos de su admirable país; pero Creo ese propósito, sin duda por escasez de los oportunidad de apreciar la significación de que Rosas representó, a su modo, dolorosas unos y abundancia ya parasitaria de los la política. Más de una vez he estado a necesidades sociales, No obstante, no me otros. En los primeros, cuando menos hay punto de asfixiarme entre sus farsas. hago la ilusión de que sea siempre forzoso respeto por principios y visión de probleNo soy siquiera devoto, en realidad, de que las opiniones de hombres o grupos re. mas de gobierno. En los segundos, o nada nuestras maneras de hacer gobierno, dentro presenten necesidades sociales. La doctrina. hay de eso, o, lo que es quizás más grave, de las cuales tanto predominio conquista, de los Simmel y otros preconizadores de hay una simulada y acomodaticia visión de trasgrediendo conveniencias nacionales, la élites, me atrevería a glosarla con esta apos, principios. Es más peligroso el político dismediocrización de todos los valores.
tilla. a veces. Ur. frazado de idealista, que el político sin La democracia misma, considerada en si Sin embargo, me atrae la tesis de que, hay antifaz. Porque aquél desacredita la función y en su estado actual, me inspira menos circunstancias, cuyo substratum en realidad de las ideas.
confianza cada vez, muy a mi pesar. Sobre ignoramos, en medio de las cuales la his Dadas esas consideraciones, la neutralitodo, después de ataques que juzgo formi toria se esquematiza como obra providen. dad suele tentarme. Pero ocurre que la neudables, como el de Henry Adams, por ejem cial, según es sabido que pensaron altos. tralidad es inerte. Parece estar en su lugar plo. Sin contar los mil clamores de incon espíritus. en cuanto a. esto, fácilmente entre los polos de las herraduras imantadas.
formidad que irrumpen del mundo.
creería en una probable. conciliación del No obstante, a veces se puede ser neutral veces me inclino hacia la creencia, con idealismo de los Gentile; Casotti, etc. y del: como forma de oposición a lo que se en: vista de los casos de Rusia y de Italia, de criterio de la sociología marxista. cuentra.
que lo más importante no reside en que. Tengo fe en los ideales. Pero no descó luego piensa uno en el dicho de los gobiernen las mayorías, ni tampoco en que nozco la función de los intereses meramente mayores: nada hacemos con no meternos en gobiernen las minorías, sino en que fun prácticos. Wilson jugó su papel. Clemenceau, política, si ésta se mete con nosotros. cione una organización capaz de realizar ha jugado el suyo. Se cuenta de Lloyd veces se trata de que la montana viene ideales de justicia. Puede ser que se en George que con su fronía. inglesa, compa. hacia nosotros. veces, es simplemente que tienda que tal encarecimiento de la justicia paraba al primero con Cristo y al segundo, la mascarada nos pasa por la puerta.
propende a desvalorar el concepto de liber con Napoleón. Esto nos sugiere que lo de De suerte que mientras yo no sea habitad; pero en el fondo tiende, al contrario, seable sería llegar a Cristo. sin pasar por tante de la Luna, quiera o no, ya de cerca, a confirmarlo, aunque traduciéndolo a un Napoleón. Pero a veces es imperativo, para ya de lejos, alguna preocupación me causan plano más elevado quizás. Es claro que tal hombres y pueblos, pasar por ahí. Mas si las actividades políticas de mi país, si bien creencia, que no entraña novedad, no atina dogmatizamos, o generalizamos con exceso. siento una invencible antipatia hacia la ma.
a excluir los problemas relativos a medios y establecemos que aquel es el único, 0! yor parte de los procedimientos que la pode obtener y vitalizar aquella organización; siguiera el mejor camino, entonces entra lítica emplea. Se diria que en La Celestina ni los concernientes a la forma mejor de las mos en la sombría conducta jesuítica. están pintadas de mano maestra.
que ella pudiera asumir. Como tampoco se dentro de ésta perdemos por vivir las cau como no rigen, pues, mis sentimientos, quedan excluídos, ni menos por solución, sas del vivir, para recordar al poeta. En. sino los hechos y realidades, procuro conotros fundamentales problemas.
tiendo que el sentimiento trágico de la vida. ciliar aquellos y éstos en un emparejaConfío poco en instituciones. Confio más consiste, en mucho, en confundir fines y miento decoroso.
en los hombres. No creo, desde luego en medios.
Escojo el camino que me parece el mejor la posibilidad de gobiernos ideales. Creo Insistiría en que la empresa de Wilson dentro de las circunstancias de cada oporen los gobiernos mejores que otros, vale entraña una suprema lección. medida que tunidad; y hago el esfuerzo de ponerle bridecir, en los gobiernos aceptables. No con discurre el tiempo, es más visible que la das a egoismos y vanidades, a fin de apresigo deslindar al gobierno del medio en que actitud de aquel grande hombre tenia fuen. ciar lo que a la comunidad le conviene. No actúa, como no consigo aislar a éste delte y arraigo en verdaderos ideales, en con urge recurrir a esfuerzos heroicos. Vanidad habitat, ni de su raza y tradición histórica. traste, así, con la obra estrecha de los sim y egoísmo escuchan reflexiones cuando és.
Cuando mil y mil y mil ciudadanos miran las ples hombres de Estado. El era apostólico; tas les hacen comprender que bastante sa1 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica