160, 8416 160, Repertorio Americano Angel Ganivet Cuartillas de Cajal 6 leídas por su hermano Pedro, ilustre profesor juble ESDE. Helsingfors, la capital limpia y fría de Finlandia, lado de la Universidad de Zaragoza, en el acto de hasta Granada, la ciudad. meridional y tibia, en un lento, la inauguración de una estatua del sabio histólogo, desfile han sido conducidos los restos mortales de Angel Ga erigida en la Universidad Cesaraugustana. nivet, el pensador más profundo de España en los últimos tiempos.
Deploro con toda el alma que en acto tan solemne y graAngel Ganivet, un espíritu ágil, de una agilidad que a tísimo para mí, donde se tasan hiperbolicamente modestos veces raya en el malabarismo intelectual, supo también ser trabajos científicos, mi deplorable estado de salud me impida profundo, neto, rotundo, pero sin la densidad pesada y el asistir a un homenaje organizado con inusitada pompa y benedesgaire organizado de don Miguel de Unamuno. Sus páginas, volencia por mis queridos, amigos y paisanos. Duelome, por de un estilo ligero, donde piruetea la idea en una danza ma tanto, de la amarga de quienes, arrastrados por un sentiravillosa, son, en lo que se refiere al relato, a la descripción, miento de veneración excesiva, esperaban cotejar el orginal de un impresionismo encantador. Cuando recorremos las Car con la copia, y observar todos los matices de la suprema tas finlandesas. no sentimos, allſ, bajo la misma cubierta del emoción inevitable en trances semejantes, sin reparar que una libro, latir el alma bullanguera y apresurada de Granada la estatua aunque sea obra del genio, impresiona como cadáver Bella, o el tedio apresurado de la niebla norteña?
petrificado; y que un ser vivo, aun marchitos los ojos y enY Angel Ganivet, cuando quiere ser profundo, asciende: canecido el cabello por las mordeduras del dolor, ſrradia siemhasta la idea pura, lenta, pausadamente, en un estilo cortado, pre una luz que escapa a la inspiración del artista.
flexible. Pero de pronto, recordando quizás una risa que le Mas no está en nuestro poder detener la acción inexoranació pegada a los labios, da una pirueta y se precipita en ble del tiempo, el cual antes de aniquilarnos parece complauna paradoja desconcertante.
cerse en amordazar el pensamiento y arruinar el organismo, Angel Ganivet, que vivió tanto tiempo fuera de la tierra para que nos sea menos amarga la eterna despedida de los natal, amo a España con un cariño fuerte, tan fuerte, que seres queridos.
llegó a ser cruel con ella. veces, con ironía punzante en su idearium español, nos da la impresión amarga de que se. Pero importa con todo que, en tan grandes instantes, calle complace en abrir llagas profundas. Pero si analizamos con o se embote el intelecto, nublado por la emoción, con tal de cuidado, descubrimos que donde nosotros veíamos un puñal que hable muy alto el corazón. El cual en trances tan arduos, implacable, no hay más que un bisturi regenerador. Porque sin considerar si el pedestal corresponde a la estatua, ni entre el innumerable revolucionarismo de su ideologia. Gani si ambos son creaciones generosasde una devoción prevet siempre conservó unas ideas, unos afectos, unas disciplicipitada, debe limitarse a sentir una gratitud inmensa hacia nas que nada pudo. debilitar.
todos aquellos que se han dignado realzar el acto de su exisAngel Ganivet, como Larra, con quien tiene más de un tencia o hacerlo efectivo con su peculio. Con ello han dado punto de contacto, puso fin a su vida en plena juventud. alto y noble, ejemplo de clarividente civismo, que habrá de fructificar en la juventud estudiosa de mañana.
qué causa se debería ese suicidio. Quizá a que el sublime ironista, el desconcertante autor de Pio Cid, encontro siempre, No soy partidario de las estatuas, y menos de las erigidas cuando ya llegaba a la verdad que persiguió angustiosamente, en vida de los originales. Para apreciar el valor de un homuna máscara bufa que le hacia guiños y que le reventaba en bre se necesita la perspicacia de los siglos. En todo caso la los labios una sonrisa? Puede ser.
verdadera estatua está esculpida por nuestras acciones e ideas. Cuando nuestra obra naufraga a impulso de los nuevos (De El Tiempo, Bogotá. hechos o es aventada por su propia ingravidez, los más excelsos simulacros del arte se derrumban; y cuando aquéllos son traducción fiel de la realidad objetiva y resisten a la critica, la estatua más perdurable está representada por el libro.
Pero no es ahora ocasión de discurrir sobre la vanidad de Montevideo Uruguay las cosas. Fuera, además de inoportuno, grave descortesía a vuestra gentil generosidad. Es una de las mejores revistas nacionales de letras Ahora sólo me toca agradecer cordialmente vuestro geneque se publican en el Uruguay, roso rasgo de patricios. me despido de vosotros para conSan Salvador 2309 finarme en mi rincón, dispuesto a terminar mi labor, con la Montevideo trémula mano sobre el microscopio y los ojos perdidos en el formidable enigma de la vida. Mi sueño más acariciado sería que en el porvenir algún contemplador de mi efigie declarase con devoción filial. He aquí el trasunto de un español ferDoctor CONSTANTINO HERDOCIA voroso que luchó hasta lo último por enaltecer a la ciencia patria y honrar a su tierra. De la Facultad de Medicina de Paris (Revista de Escuelas Normales, MEDICO CIRUJANO Guadalajara, Espana. Enfermedades de los ojos, oſdos, nariz y garganta.
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