332 Repertorio Americano Glosas درخہ نمب Ciencia y aventura ciertos rasgos comunes de psicología, muy instructivos de analizar.
fiel de la curiosidad, se paDecidido a todo. Como Onerece mucho al apetito. Tiene sus golosos delicados, como sus volli resultó, a la larga, un naturaces Gargantúas.
ralista, hubiera podido resultar un chacarero. Por cierto, nada. Cuán deliciosa figura sietecentista la del abate Spallanzani!
quiere decir esto en contra suya. También Darwin, a los veinte Hacia sus experimentos sobre la filosofía de la digestión, tragánaños, más que vocación de biodose paquetitos de alimentos, logo, parecía tenerla de cazador.
que le llegaban al estómago, Luego. Lo restante fué para pendientes de un hilo, rigurosaaquél, tanto como fácil, peligroso.
mente apretado entre los dienLo aprendió todo, lo aprovechó tes. No todo el mundo encontodo, lo lució todo. Pero tal vez trará la minuta apetecible. Pero lo que más lució era lo que no sabia bien de fijo. Lo que bien de seguro que, para el gusto del buen abate, no guisaría mejor de fijo no podía saberse. Desde su conocimiento del alma del cena el cocinero del cardenal Dubois.
niño, del alma de la mujer, del alma de la ciudad, hasta aquel Me acuerdo de Spallanzani, tan arriesgado alborozo ante el a propósito de Clemente Onelli, descubrimiento del Plesiosaurio.
director del Jardín Zoológico de Buenos Aires. Clemente Onelli Tejidos y tejedores ha muerto allí, a fines del pasado de Patagonia octubre. Yo lo he sabido ahora.
Lo he sabido, y la pluma se me Los amigos, en una de mis va sola a celebrar el ardor de jornadas porteñas de profesor este sabio de esta manera de de lujo, lleváronme, naturalmente, sabio y su buen humor.
a visitar el 200. Noticioso el Todavía en los países jóvenes buen director de la visita, excuel. vivir científico puede tener, Clemente Onelli sóse de acompañarnos en ella.
como tuvojen siglos pretéritos, Esto me hizo mucha gracia al pos. MÁLAGA GRENET.
un compás alacre de aventura. Caras y Caretas, Buenos Aires, de febrero de 1914)
comprender y legitimar su aprenEn los otros, en los países ya sión justa de voluptuoso por temaduros, la organización colecner que habérselas con quien él tiva, gregaria, oficinesca del saber, con un áspero tenía todavía derecho a figurarse como una especie ejercicio de la investigación muy metodizada, disci de catedrático aburrido, o tal vez como un pedante plinada, atomizada y casi automatizada, concluyó con malévolo de la raza de esos que se complacen tontaello. Quién comparará el deporte de Spallanza con mente en ponerle trampas cazadoras al saber o a la la tarea de algún moderno discípulo de Pawlov, que, información de cualquier interlocutor nuevo. me aislado en un rincón de un vasto laboratorio, recibe, acordé de lo que contaba en París Fouché Delcomo una orden de plaza, la lista de manjares que bosc de sus viajes por las capitales de provincia es: ha de presentar al perro de cortado esofago, cuyas pañolas; donde había observado que, por raro fenóinteligentes salivas pasarán luego para su medida y meno, el anuncio de su llegada acostumbraba a coinanálisis a la oficina tercera de la sección quinta de cidir con la enfermedad o el asueto del catedrático otro laboratorio distinto?
de francés del Instituto.
Pero Onelli, en sus excursiones por la Patagonia Pero aconteció, días más tarde, que los periódiy por los Andes, tenía que vestirse de indio para cos dieran la noticia del arribo a la capital de una estudiar Antropologia.
comisión patagona, que venía a ver al presidente de Clemente Onelli la República para pedirle amparo en la crisis que alli, al decir de aquélla, soportaba la industria de los Cuando llegó a aquellos parajes por primera vez, tapices trenzados. El amparo apetecido era del orden muy de joven, no era precisamente un indio; pero si de proporcionar a las manufacturas dibujos nuevos, un emigrante italiano decidido a todo. Alguna figura «más conformes con el gusto del dia, de renovar de condotiero intelectual, venida de Italia, dúctil los métodos. de «estudiar la producción extranjera. mente aclimatada al ambiente nuevo, lucida y bri en una palabra, de modernizar. Cuando esto lei, llante por la erudición y por la audacia, nunca falta, di un salto, tomé el sombrero y, sin vacilar, me fui hoy, entre los grupos académicos de las metrópolis a ver a mi todavia desconocido Clemente Onelli.
del mundo, especialmente las de América. Ni falla «Hay que evitar le dije apeando preámbulos que en lo de tener, con sus hermanos en la hazaña, la comisión patagona consiga su objeto. Hay que. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica