Repertorio Americano 153 Discurso son sabios porque han dejado rastros de sus conocimientos en múltiples y variados campos de la actividad humana; ellos son el recuerdo de muchas páginas de nuestra historia y la espeleído ante el Colegio de Abogados con ocasión de la ranza de futuros bienes para la patria; ellos son parte de fiesta en honor de los profesores don Alberto Brenes nuestro pasado y fuerzas vivas de nuestro presente; ellos son Córdoba y don José Astúa Aguilar y en representala austeridad de las virtudes cívicas y ellos han sido el reción de la Escuela de Derecho.
ceptáculo de la Justicia; ellos, en fin, son ejemplos vivos de «Laudemos viros gloriosog et parentes constancia, de sabiduría, de sencillez, de sacrificio y de amor nostros in generatione sua. Ecclesiastes, XLIV, 1)
hacia los hombres. Bien puede aplicárseles aquella frase de Carlyle. son la luz que ilumina y que ha iluminado la oscuSeñores: ridad del mundo; las lámparas sin combustible que brillan por Esta fiesta, sencilla y elocuente a la vez, és una fiesta de voluntad del Cielo; las fuentes de constante luz, de visión oripaz y acercamiento intelectual. El Colegio de Abogados y su ginal, de virilidad y de nobleza heroica en cuya radiación tohiſa menor, la Escuela de Derecho, se unen para tributar un das las almas sienten que las cosas están bien. homenaje público a dos profesores que son honra y prez del Plumas más hábiles, o más autorizadas que la mía, harán foro costarricense.
el juicio crítico de sus labores como jurisconsultos, como hom Aqui se dan la mano la madurez del conocimiento y el en bres de Estado, como catedráticos, como pedagogos, como tusiasmo de la juventud; aquí fraternizan las generaciones pa legisladores; cada uno de cuyos aspectos necesita gran saber, sadas y la presente en la comunidad de un solo acto que no vasta erudición y un ponderado estudio para hacer resaltar exige otro mérito sino el de la gratitud, ni otra prerrogativa sus merecimientos, aquilatar sus valores y determinar la que la de reconocer la grandeza y acatar la justicia. Suum influencia que han ejercido en la cultura del país.
cuique tribuendi. dice la Instituta de Justiniano. Dar a cada Mi apreciación es de por sí limitada; circunscríbese a deliuno lo que es suyo» es uno de los preceptos de la justicia.
near la personalidad de ambos maestros dentro de la Escuela, este acto. qué significa? esta fiesta. qué representa?
a hacer sentir lo que ellos son, lo que ellos representan para Cumplir con la justicia, dar a cada uno lo que es suyo, es nosotros, estudiantes, y la impresión que causan en nuestra decir, la gloria y el reconocimiento a los varones ilustres. Por alma.
eso el Colegio de Abogados obrợ con verdadero tino al acep Si de nuevo Plutarco viviese entre nosotros y le tocara tar la cooperación de los estudiantes de derecho, lo cual imescribir las. Vidas Paralelas de don Alberto Brenes Córdoba plica que esa docta corporación sabe apreciar el valor moral y don José Astúa Aguilar, hallarfase frente al contraste más de la juventud y la cree capaz de nobles y elevados senti original que la naturaleza formara. El primero es todo mansemientos.
dumbre, el segundo todo impetuosidad; el primero todo recoSean, pues, mis primeras palabras de gratitud para el Co gimiento y paz interna, el segundo todo turbulencia y lucha legio de Abogados. Asimismo deseo agradecer el honroso, de pasiones; el primero todo parquedad, todo sencillez, todo aunque inmerecido cargo, que me han confiado mis compa amor, el segundo todo fuego, todo intrepidez, todo vibración y.
ñeros de estudios al hacerme su portavoz en esta fiesta. Yo nervio. Imposible prescindir de la comparación y por eso voy a trataré de suplir las deficiencias de que adolezco, para llenar poner en imágenes lo que sería interesante estudio de Psicololucidamente esta misión con el respeto, con la sinceridad, con gía. Don Alberto asemejase a un lago cristalino, de aquietael cariño que me merece esta culta Asamblea y los dos que das aguas, en cuyo seno parecen brillar las estrellas y esridos profesores en cuyo honor nos congregamos.
conderse la luna y esfumarse el crepúsculo de la tarde. Don He oído decir a algunas personas que hubiera sido mejor José es como un torrente impetuoso que corre fustigando las reunirnos en un lugar más amplio a fin de dar mayor cabida piedras de su lecho, devorando la distancia, para lanzarse al al público y mayor brillantez al acto. En cuanto a lo primero mar en busca de campos infinitos.
tienen razón, pero, en cuanto a lo segundo, no creo que Parece como si esta diversidad de caracteres determinase exista sitio más apropiado que bajo el techo familiar de esta su orientación jurídica, El uno enseña el Derecho Civil, cienEscuela. Carece el salón, en apariencia, de la suntuosidad cia de precisión, de método y raciocinio. El otro enseña el propia a los fines para que fue creado; sin embargo, revestido Derecho Penal, ciencia de lucha, de juego de pasiones, de está de la humilde pero imponente majestad de la Ciencia. dolor y castigo.
El es un testimonio elocuentísimo, una prueba tangible, de Don Alberto en sus clases es como SScrates paseándose nuestro progreso y cultura nacionales. Sus paredes, rodeadas en las plazas de Atenas, enseñando a sus discípulos, refutando están de lienzos, algunos de los cuales muestran señas inequí sus errores, atento al engranaje de sus propias ideas. De pié vocas de la pátina del tiempo, mas sobre ellos el artísta, siempre, con el libro de texto ante sus ojos, va poco a poco deteniendo el curso de la existencia y desafiando la muerte y interesando a sus oyentes, haciéndoles sentir la importancia el olvido, ha dejado inmóviles los rostros de los que en el seno de un concepto, el significado de un artículo, el armonioso de esta Escuela derramaron la luz de su saber, o el fuego de conjunto del Código Civil, o sus marcadas deficiencias. Su sus patrióticos ideales.
palabra es fluída, simple, persuasiva; no tiene amaneramientos; En este aposento se unifican la humildad y la grandeza, no se remonta a la elocuencia pero tampoco desciende a la el entusiasmo y el saber, el recuerdo y la esperanza, el pa banalidad. Sus maneras son quietas, ponderadas, comedidas.
sado y el presente, la austeridad y la justicia y, abarcándolo No hay en él un gesto que salga del marco apacible de la todo y, sintetizándolo todo, el Deber y el Servicio de los sencillez, ni una reprensión que no lleve la suavidad del conhombres. Decidme, señores, si portales circunstancias no es sejo, ni una idea que no lleve el sello de la exactitud, ni un este el único marco que encuadra mejor con la naturaleza y chiste que lleve la pimienta de la malicia. El cree en la boncon los caracteres de los festejados.
dad ingénita de los hombres, en la sinceridad de sus acciones, Ellos también son humildes porque su misión de maestros en la benevolencia de sus motivos. Para él las cosas de este es misión de humildad; ellos son también grandes, porque su mundo están rodeadas de una dulce fosforecencia de virtud, vida toda es de abnegación y sacrificio; ellos son entusiastas de una plácida aureola de belleza. No creáis por eso que la porque nada les ha desviado del sendero de su deber; ellos clásica armoniosidad de don Alberto no encierra la inquietud Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica