Violence

108 Repertorio Americano de sus libros es la que preparan, editores ingleses.
Comentarios En Alemania se publicarán próximamente, volúmenes suyos, en hermosas ediciones. Se le estudia, se le Unamuno en París comenta en Budapest, en Moscú. En todas partes se sabe que frente a una oligarquía se ha levantado un DO On Miguel de Unamuno vive ahora en París, en espiritu libre.
el destierro, conspirando, dicen quienes ignoran Converso con don Miguel de mil asuntos en la intensa vida espiritual del maestro salmantino. amable desorden; y, ante todo, de la Argentina que Sorpresa siempre que estrechamos su mano cor él conoce y ama. Le pregunto si irá a Buenos Aires dial. Este escritor de cincuentinueve años está en a enseñar, a buscar reposo antes de consagrarse a plena mocedad. No se envejece, declara, cuando se nuevas tareas.
vive para las ideas, si se medita sin término, sobre No creo, dice, poder abandonar Europa en estos graves problemas. Encantan su juventud y su fe. tiempos turbados. Aquí, cerca de España, atalayo veces le domina una intima melancolía. Sufre sucesos que no tardarán. Se espera el fracaso del. por la España. Reacciona y afirma entonces su fe Directorio. Quizá, como todos los proscritos, aspira esencial. Va a reconquistar a su patria, siente en si el maestro a trasmutar la realidad con el deseo y fuerzas remozadas en la isla de Fuerteventura, donde la esperanza. Caerá también el rey, insiste Unamuno, meditó frente a las piedras calcinadas y al mar infinito. porque se ha asociado a un régimen de violencia.
Tiene ocho hijos derramados en diversas profe Se dice, en París, que don Miguel será el primer siones útiles, ha publicado treinta volúmenes. Quién presidente de la flamante república española, como rivaliza con el Rector de Salamanca en gloriosa fe Castelar en una época tribunicia. Mi interlocutor cundidad? Prepara nuevos libros. Publicará sonetos, no aspira a la acción pública. Después de la victoalgunos de ellos escritos en la tristeza de días re ria, dejará a otros el empeño de organizar el país.
cientes, donde expresa su noble rebeldía. Entregará Será, en el orden futuro de España, autoridad moral, a las prensas un diario de su vida interior en esta simplemente.
crisis de la conciencia española. Más tarde, quizá Entonces, abandonará la Peninsula y visitará Es: sus memorias cínicas, libro de violencia y de escán tados Unidos y los países del sur: las dos Américas; dalo. Entre tanto, se propone reunir articulos disper aunque una sola me interesa, dice, la ibérica en que Sos y ensayos.
pusimos nuestro sello de raza. Cierto, la del norte Aquí en París, en la colección Cristianismo, diri puede ufanarse de riquezas, de máquinas, de poder gida por Mr. Couchond, publicará un pequeño volu actual, pero carece de interés humano. Son subgermen sobre la Agonía de esa religión; ardorosa con manos sus habitantes, nota el escritor, inferiores a fesión de un mistico a quien aprietan interrogaciones Alemania en tantos aspectos de su existencia frenéfundamentales. Como tuvo siempre hambre de inmor tica. No se han elevado todavía a verdadera grandeza.
talidad, para vencer a la muerte, Unamuno acumula De Argentina conoce sobre todo a los escritores.
libros sin fatiga. Si se le pidiera que escogiera entre Nadie ha olvidado que es asiduo lector de Sarmiento.
sus obras, creo que preferiria dramas, poesías, nove Su predilección va hoy a Rojas, cuya Historia de las; y, en último término, ensayos donde discute ideas la Literatura elogia. Admira mucho a Lugones. Emapasionadamente.
pero, como profesor de griego, critica su traducción Nadie le acompaña en esta apreciación. Aunque de la Iliada. Lugones no es griego, afirma, porque es fuerte novelista, creo que en libros como En torno es desmesurado en toda su obra. Ustedes tuvieron al Casticismo o el Sentimiento trágico de la vi en el Perú a un heleno en don Ricardo Palma, me da, obra capital, ha puesto lo mejor de su visión dice, que recuerda a veces a Luciano. Si algo se histórica y de su inquietud. Como su hermano an enorgullece de saber don Miguel es la lengua que gustiado del norte, Soren Kierkegaard; como los he ha enseñado en tantos años operosos. Lee y relee rederos espirituales de Pascal, investiga gimiendo. a Tucidides, vive en constante comunión con los Alternativamente espera y duda, teme a la muerte, grandes escritores clásicos, sin olvidar a los latinos, busca a Dios con pasión, pero sin perder, al aban entre los cuales creo que Tácito y Lucrecio le atraen donar la tierra y sus tristezas, su robusta individua particularmente.
lidad.
Como Unamuno es filósofo viandante, abandonaMe refiere el escritor las peripecias de su des mos el hotel donde tiene este amante de vastas sotierro. Pude escaparme, dice, llegar a la frontera por ledades lo que denomina su jaula y discurrimos por tuguesa. Acepté mi destino. Espere a mis enemigos. las avenidas. Demasiada historia en París, apunta mi En diversas ocasiones me habían ofrecido que cola ilustre compañero. En cada rincón el pasado nos borara con el nuevo poder. Fué invariable mi actitud abruma. Alli la muerte de los hugonotes, aquí el asede protesta.
sinato de un rey, Denme el espacio sin límites, la Al separarle rudamente de España, el Directorio selva pura, el páramo, la montaña coronada de nieprecipitó un movimiento que se definia ya, de inte ves perdurables. Creo que en América me intererés por su acción y su obra. En Francia, el actual sarían más el Iguazú o los Andes que las ciudades presidente del consejo, el ministro escritor, He tentaculares. Sin embargo admiramos juntos, al pasar, triot, demostró, en un articulo de Information, que las perspectivas de la ciudad magnífica; y ante la había leido a Unamuno. En Italia, las obras de éste cúpula que el sol envuelve todas las tardes en un han llegado a ser populares. Se le comenta en todos crepúsculo de gloria, nos ponemos a meditar. Paris los círculos. Veremos quizá que los teatros más avan es siempre capital para almas inquietas, o espíritus zados de Berlín y de Viena pondrán en escena sus en asueto.
dramas. Don Miguel afirma que la mejor traducción Unamuno habla francés desde la infancia. Se ex Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica