Bourgeoisie

136 Repertorio Americano Sobre todo, que no se reforme nada patria. El español, medio se pasa la vida diciendo que está muy mal, que todo va mal, y, sin embargo; no acepta en serio que se ensayen nuevas posturas SIH CHORA resulta que la mayor aspiración, el sumo al cuerpo nacional para ver si le va mejor. esta ideal de los buenos españoles consiste en repris. inaceptación de toda reforma subterránea es común tinar la Constitución y el Parlamento anteriores al a derechas e izquierdas. El izquierdista se alarga a golpe de Estado. No se dirá que somos unos ansio tolerar que se modifiquen ciertas palabras en los sos. Aquellas instituciones habían caído en tal des Códigos, donde se hagan constar nuevas y vagas crédito que no necesitaron sus derrocadores hacer libertades; pero se negará, lo mismo que el reaccioefectivo ningún heroísmo para anularlas. Y, sin em nario, a que se toque un pelo a la organización. bargo, ha bastado que se las haga fuerza para que real del cuerpo español. Así, ahora, la reacción de algunos temperamentos sentimentales se resuelvan liberales y demócratas ante el Directorio se ha redua formar en su defensa nada menos que un frente cido a plañir las libertades perdidas, o a postular una único. Por lo visto, a la sobredicha Constitución le nueva Constitución, nueva solo en el orden formal pasa lo que a la Cenegunda de la novela volteriana, jurídico de las libertades; pero no han mostrado la que era más bella cuanto más violada.
menor urgencia para idear y proponer una dislocaLos que no somos hombres políticos, y, en con ción de la vieja anatomía nacional, a fin de intentar secuencia, no nos sentimos capaces de levantar otra más eficaz.
bandera propia, esperamos a que pase alguna bajo La razón sociológica de tan extraña repugnancia la cual alistarnos. Mas, por desgracia, cuantas vemos a toda modificación tal vez se halle en que el tono ondear son tan poco atractivas que no nos resolve medio, y por tanto decisivo de España está dado mos a seguirlas. por el petit bourgeois. En toda la nación reinan, Esta que ahora se agita proponiéndonos el re dominan y triunfan la moral, la ideología, los nervios greso a las delicias antedirectoriales, difícilmente del pequeño burgués. el pequeño burgués es, por encenderá los corazones. Casi parece, una broma definición, el hombre sin curiosidad, incapaz de que de todo lo ocurrido se saque como conclusión asomarse fuera de su horizonte rutinario, que siente la, necesidad de un retorno a lo que fué causa de pavor ante todo cambio, sea el que sea, por falta un trastorno.
de agilidad mental para representarse, frente a la Mas el hecho de que tal cosa se proponga en realidad vigente, otra aspirada.
serio, debe inspirar graves preocupaciones. Porque En España no se advierte el influjo de las clases ello indica que el espíritu público no ha adelan encargadas, dondequiera, de movilizar con sul fetado nada, que todavía no nos hemos convencido cunda inquietud, con su capacidad de entusiasmo los españoles de la sola cosa necesaria, del único por lo mejor inexistente, la inercia de la gran masa punto esencial para el porvenir histórico de nuestro petit bourgeoise. Falta la aristocracia. El aristócrata país, a saber que es ineludible una reforma pro celtibero de ambos sexos es un pequeño burgués funda de la nación española, y, por lo pronto, del que juega al golf y se somete a la moral angosta y Estado español. Le parece a uno esto tan evidente, anquilosada del comerciante y el empleado. Falta la que al no hallar en el compatriota medio la misma clase intelectual escritores, artistas, médicos, ingeconvicción, se echa uno las manos a la cabeza con. nieros que sacuda los lomos de la raza como con la vaga sospecha de padecer alguna demencia. un látigo, con la materia elástica de sus ideas.
Porque no hay término medio: o es uno o son los Falta el obrero que perturbe la beatitud de los demás los dementados.
inertes, con la ostentacion frenética de su esencial Comprendería muy bien que existiese acérrima tragedia.
discusión sobre cómo había de ser esa reforma Somos felices. Sin aristócratas de sangre o profunda del organismo nacional; pero causa espanto finanza, sin intelectuales de lira, de idea o de que no se reconozca, que no se sienta, su inevita logarítmo, sin obrero con hambre y con odio, España bilidad. es el paraíso de la pequeña burguesía. mientras Siempre he creído que, analizando hasta el fondo sea asi, no se podrá soñar en reforma alguna. si los hechos, la causa decisiva de nuestra progresiva no hay reforma, no se podrá soñar en una España desventura es que el español medio la política la menos feliz, pero un poco mejor.
hace, a la postre, el tipo medio del ciudadano no haya aceptado nunca, no ya la posibilidad, pero ni JOSÉ ORTEGA GASSET siquiera la necesidad de reformas importantes en (El Sol, Madrid. ningún orden. Hasta el punto de que en España basta enunciar ese imperativo de altas modificaciones para verse consignado por las gentes a la quinta dimensión y ser tenido por un lunático. Un proyecto o idea de reforma es rechazado a limine, sin dar lugar a controversia sobre su contenido concreto. Todo lo que propongáis se juzgará, de antemano, inverosímil.
Sería de interés especulativo indagar la razón sociológica de esa insensibilidad para la reforma, que tan enérgicamente revela nuestro pueblo. Porque es un fenómeno curioso en sí mismo, además de ser penoso para todo el que sienta con viveza a su. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica