6222 REPERTORIO AMERICANO Qué cosa taes amargastindande triste. Bajo el cielo de Iberia fortado mis pulmones, vigor, entusiasmos, ilusiones y, lo que valía grandes escritores! Se pasan la vida El calvario de Aimee Dostoyewsky más, la conciencia plena de mi juvensoñando y suspirando, corriendo detud, de esa reidora juventud que se trás de quimeras, de esas quimeras basta a sí misma y se cree dueña que como algunas mujeres no se nombre del admirable novelador, de del mundo porque posee un amor. acercan, sino que huyen más, se hacen más irreales cuanto más se aquel epiléptico sombrío y calofriante Hablamos largo tiempo y prometique concibió La Casa Muerta, del mos vernos más tarde en Lausana, las persigue y que terminan por dar infeliz desterrado de Tobolsk, se donde ella residía habitualmente.
sus amores y sus besos a los que las desdeñan, a los que sin ellas encarna nuevamente la injusticia huCuando partió el tren, dije adiós a sabrían vivir. con todo, no es lo mana. Como su padre insigne en Aimée Dostoyewsky sin dolor, sin peor esa como fatalidad que, mien Jugador, Aimée Dostoyewsky, que los días atroces en que escribía El inquietud, lejos yo entonces de suponer que un día, pasados ya siete largos tras viven, aqueja a los grandes ya no és joven, no tiene bastante veranos, hasta mí llegaría el eco apaescritores y en general a todos los artistas. Porque les queda aún la hogar, vive solitaria, errante, comida pan que llevar a la boca, carece de gado de su miseria sin redención, de su horrenda congoja solitaria en una esperanza en la glória póstuma, la ilusión de ser amados y comprendi hija del escritor acaso más grande mentó a Dostoyewsky a su paso por de deudas. De qué le sirve ser la áspera y desdeñosa ciudad germánica.
Así, el dolor de miseria que atordos y ensalzados cuando ya no existan. veces, para que un escritor viva padre hayan enriquecido y enriquez el mundo, se ceba en la indefensa realmente le es preciso morir. Asi can, aún editores sin entrañas?
mujer que heredó su nombre gloocurrió con Baudelaire. Así ocurre iPobre Aimée, tan rubia, tan dulce, rioso. Todo, desde aquel lejano día ahora con Guy de Maupassant, que tan humilde y al parecer tan buena!
estival en que la conocí, a este de cada un día que pasa gana más ¡Cómo la evoco ahora, y con qué publicó el libro. illegó realmente a hoy, ha cambiado para ella. Se devotos. Asi viene ocurriendo con Angel Ganivet. ese fué el caso de dolor que no me confieso, en esta publicarse. es decir floreció el rosal, soledad poblada de recuerdos del ilegó el amor presentido y al final Sthendal, que trabajo y luchó convencido de que sus libros sólo serían cuarto en que trabajo! Pero entonces, lo de siempre desencanto, realidad, cuando nos conocimos, todavía acaapreciados veinte años después de ilusión deshecha. la Vida, que se riciaba ella esperanzas. Su miseria su muerte. Qué capacidad de resigtransforma cada minuto, ha seguido era limpia, pudorosa, miseria resig igual, rio obstante: por el mismo sennación y qué alto orgullo al mismo tiempo! supone esa actitud de espera, lleza. Confiaba en la venta de un nada de mujer inteligente y sin bedero que conduce de Bex a Chesiede altivez, de confianza en un mares, otras almas y otros hombres libro que escribía a la sazón sobre ñana lejano, demasiado lejano, porque andarán ahora afanosos, unas como vendrá después de la Nada y porque la vida y la, obra de su padre. Un usted aquel día, Aimée Dostoyewsky, libro inédito. no es siempre algo hacia la cima que es liberación y el barullo y el tropel de la fama llegarán cuando todo, de lo que nuestro corazon haciéndonos vibrar silencio, otros como yo entonces, hafuimos, no será más que silencio y cia la vasta llanura que en los dias de presentimientos, dándonos el tempolvo de tumba! Es el supremo esfelices parece llamarnos como una blor y la emoción del ensueño al fin toicismo del amor al renombre.
mano dorada. por las tardes de logrado. Fué en Bex, una pequeña, azul, borrachas de sol y de. fraganPero, lo repito, hay algo que debe localidad del Cantón de Vaud, en cias, en las jocundas horas estivales ser mucho más triste que el no ver Suiza, donde se estrecharon nuestras cantará el mismo silencio milenario.
realizados, en plena vida, los ensue manos. Ella iba hacia la montaña. Tendria razón aquel sexagenario ños que dan una razón de ser y un hacia Chesieres, de donde yo dessentido a la vida misma. es que irónico que sonreía del fervor de cendía. En alguna crónica, publicada los hijos, los hijos de nuestra carne en estas mismas columnas, yo deje nuidad de extranjero. su fe de escritora y de mi bella ingey de nuestra sangre, no los otros, la impresión que me produjo aquel los de la imaginación, sufran humil encuentro. Con qué respetuosa devoJ. DE LA Luz LEÓN des penas huinanas y arrastren por ción yo oí a Aimée hablarme del el mundo el dolor y la miseria y padre muerto, del afán que ponía en (De El Mundo, Habana. llanto amargo de infortunio. Por qué su pluma para terminar pronto el se casarán y tendrán familia igual primer tomo de su biografia, de su que los demás hombres los artistas, entrañado cariño por la memoria Dr. ALEJANDRO MONTERO los visionarios, los inconformes, los augusta de Dostoyewsky!
MEDICO CIRUJANO espoleados por el anhelo. de la in Bien recuerdo la pequeña estación, TELÉFONO 899 mortalidad. El hombre fuerte, tecia agobiada bajo el sol, en que transcuHoras de consulta: de a p.
Ibsen, es el hombre solo. Al universo rrió nuestra charla. Gente diversa se de los fantasmas amigos quieren apretaba en derredor y un hombre Despacho: oponer el otro, el real, y como si como de sesenta años, lleno de 50 varas al Norte del Banco Internacional, no les bastara imaginar tragedia. y arrugas y con los cabellos blancos, desolación, a esa existenci animica, que ocupaba el sitio más inmediato inconsútil, de los seres supuestos, al mío, seguia la conversación con Próximo CONVIVIO: La tercera añaden la otra de las criaturas tan indiscreta e irónica curiosidad. Yo no seria de las Páginas Escogidas gibles, corpóreas, hecha para el dolor sabía si aquel desconocido al sonineluctable.
reir sonreía por mi francés incipiente de Renán, en la fina versión de ¿No véis lo que pasa en estos o por la ingenuidad aparente de mis Cornelio Hispano.
momentos la hija de Fedor preguntas. Qué podía importarme ni Dostoyewsky? La pobre muchacha interesarme entonces la burla de un muere de inanición una vieja transeúnte! Yo traía de allá arriba, Suscríbase al REPERTORIO AMERICANO ciudad alemana. En la que heredó el de la alta montaña que había con y recomiéndolo a sus amigos.
como un amor con en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica