Repertorio Americano 291 suceso, contrario o favorable, hay siempre en el porque a ti llegaron a confundirse las dos más cóndiamante una faceta que responde con resplandor siderables corrientes de la revolución y por tus calles y inesperado y vivisimo. De ordinario el resplandor se plazas viste discurrir a sus más grandes capitanes, bien comunica y difunde con el verbo, en una frase, en pudiera también en cierto modo decirse que tú fuiste una orden, en una proclama, en una carta, en un la metrópoli de la independencia. La realización de discurso. a cada una de esas manifestaciones de su aquel voto. completaria la grandeza de tu destino.
espíritu va siempre adscrito el nombre de un paraje, Surgió en el espíritu del héroe cuando la loca alealdea o ciudad, nombre de música española o que gría de tus campanarios remecidos por el vuelo forchua, que es un nombre peruano. Por lo que esos midable de la última victoria te anunciaban el día nombres peruanos, de Pativilca o Trujillo, de Huaraz de Ayacucho. Por ese voto, en el futuro, ya desvao Huamanga, de Santiago o Chancay, entre otros necidos y olvidados en toda la extensión del contimuchos, resplandecen hoy ante la historia con la nente los viejos enconos e iras, habrias de ser el sustancia misma de su espiritu.
inmóvil centro de diamante alrededor del cual, a De ese modo ilustra a cada ciudad peruana, pero guisa de esfera harmoniosa, gire nuestra Antérica, él debe a su vez a cada ciudad, según lo confiesa moral y fraternalmente una, la América grande y él mismo, un motivo de gloria, aunque se trate ape una de su Libertador. a América fuerte y una de nas de un nuevo matiz que él, en el momento opor Simón Bolívar.
tuno, incorpora a su estilo o a su genio. Un dia es la tristeza del Pativilca; otro día es el alma de TruLa lección de Ayacucho jillo, bélica y poderosa. Ya es la sonrisa de los pueblos y de la campiña uberrima de Jauja; ya es el ardiente aroma de la patriótica Arequipa; ya es la Iscelebración del primer Centenario de Ayacucho, o sea del primer Centenario de la independencia heráldica grandeza de las ruinas y memorias del definitiva de nuestra América española, es la oporCuzco.
tunidad propicia para que todas y cada una de nuesY ya eres tú, por último, oh Lima, que a todas tras naciones, fraternalınente abrazadas, en un imlas ciudades peruanas resumes en espíritu y belleza. petu unánime, digan el «yo pecador y hagan firme Desenfadada y señoril bajo el gobierno de los virre propósito de enmienda. Porque el modo mejor de yes, cortesana y galante en lengua de celebradores, celebrar el Centenario y de expresar nuestra gratitud diserta y culta a la manera de Peralta; conociste la a quienes debemos el sér de naciones, consistiria en hora del silencio, de la tristeza y el sacrificio. Vo seguir, con filial acatamiento y buena fe, la honda y luptuosa y ligera, alguna vez alcanzaste en una rosa fuerte lección que la victoria de Ayacucho nos dicta.
el ápice de la santidad, y te encontraste otra vez Unión y fraternidad, o para decirlo en palabras con alma heroica para alzar y esparcir por la pro de más moderno curso, cooperación fraterna, ese fué vincia aquellos montoneros que, más tarde, adies el secreto de la victoria, y esa es, todavía noy no trados y guiados por los grandes caudillos de la aprovechada, la lección de Ayacucho. Teniendo, como revolución, habían de constituir las naturales avan teníamos, una misma causa, un mismo ideal y un zadas de la defensa y el triunfo. Rosa de amor y enemigo comun, la cooperación fraterna habia de cortesía, rosa de santidad, rosa de heroísmo, tú, oh darnos forzosamente la victoria. si tenemos en rosa dei Rimac, suavizaste y embalzamaste con tu per cuenta que habitamos el mismo continente, reconofume el cálido hierro de su corazón, y diste esmalte cemos un mismo origen y poseemos, con sólo desy brillo insólitos a la rosa inmarcesible de su genio. deiables matices, raza, lengua, religión e institucioPor eso hoy viaja hacia ti, y por ti que las re nes iguales, en esa misma cooperación, prudente y sumes en espíritu y belleza hacia todas las ciuda no interruinpida, dcbieron ver nuestros pueblos la des peruanas, algo de la fragancia de su gratitud, única línea de conducta posible en sus relaciones de en el mensaje de amor que te manda Caracas, la unos con otros, desde el siguiente día de asegurada ciudad en donde el nació y sus huesos reposan, la independencia. Hizose el intento, y magno, en el muy cerca de aquel mar antillano a cuyas márgenes Congreso de Panamá. Las causas del fracaso todos empezó y se extinguió la fulgurante parábola de su las conocemos. Evocarlas no seria sino rememorar vida. Vincula su mensaje Caracas a dos prendas antiguos disentimientos y lástimas, ya sin sentido que son para ella cuanto para ti invalorables y úni alguno, que es bueno remover de una vez por todas.
cas. Es la una el gonfalón de Pizarro, bajo el que Provenian en su mayor parte del estado anárquico si bien entre sangre y lágrimas de los peruanos, inherente al proceso del surgimiento y de la consoautóctonos la tierra del Perú se acogió a la cultura lidación de nuestras repúblicas. La misma grandeza de occidente y se hizo cristiana y española. es la del intento y la vastedad del ideal, junto con la nootra la espada que tú misma labraste en recuerdo y ble impaciencia de verlo trasmutado en substancia representación de la que un día, de lo alto de la perenne, saliendo ya, tal Minerva de la frente de cordillera, violentó al cielo para que bajara sobre ti Júpiter, palpitante y armado, de los protocolos del la aurora de la libertad.
Istmo, contribuyeron sin duda al fracaso lamentable En el mensaje de amor de Caracas va sin duda de aquel ensayo glorioso.
implícito el voto que fulguró como una estrella en El ideal de una América unida de México al Cabo el alma de Bolivar cuando él removía en la mente de Hornos en un solo cuerpo de nación, lo vislumsus grandiosos proyectos de confederación ameri bró el Libertador como un ensueño el año de 1815 cana. Tú habías sido la metrópoli espiritual de la desde las playas de Jamaica. Tres años después, en América del Sur en los días de la colonia. tanto 1818, contestando a don Juan Martin de Pueyrredón, porque hubo un tiempo en que tu vida o tu muerte consideraba ya el ensueño como realidad posible, significaban la vida o la muerte de todos, cuanto dentro de un pacto americano destinado a celebrarse Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica