Repertorio Americano 245 en la Argentina, se apresura a ratificarse en lo que democracia, tan digna de imitación por lo perfecta, antes había dicho. He aquí sus palabras. Permitame que la Argentina ha copiado sus instituciones fundaañadir aún que vinculado todo eso a las declaracio mentales, con el aplauso de nuestro contradictorio nes que en Valparaiso formulé sobre el movimiento impugnador. Se explica que, en la guerra de 1914, militar de Chile, me ratifico en ellas; pues conside el señor Lugones fuese ardiente campeón de los rando, allá como acá, mejores a los militares que a aliados, sin duda por su deuda con la cultura franlos políticos, y no siendo yo una ni otra cosa, deseo cesa; pero no se explica que, con una ideologia pocon imparcialidad. allá como acá. el Gobierno de litica como la suya, no defendiera también a Alemalos mejores nia, que la presentó como ningún otro beligerante, No se dirá que el señor Lugones no es explícito en nombre de los mejores y de la necesidad que no ni valeroso. Desgraciadamente para su. peregrina teo reconoce ley.
ria del Gobierno de los mejores, los chilenos, con Se explica que el señor Lugones repudie toda suicida contumacia, han vuelto a llamar después al organización hispanoamericana a base de democraPresidente Alessandri, y tampoco es probable que los cia, liberalismo, paz y cultura comunes, porque para argentinos estén en vías de sustituir al Presidente él no hay más realidades que la fuerza y la patria, Alvear por un Gobierno de los mejores, según el que no se subordinará nunca «a ninguna preocupaseñor Lugones. Sordera criminal la de esos pueblos ción internacional o económica. la patria que debe jóvenes de América, que así desoyen la voz de sus bastarse en ella misma. no se explica que, con mejores profetas. Ni siquiera en los Estados Unidos, una mentalidad así, fuera invitado el señor Lugones que el señor Lugones admira tanto, gobiernan ni han a la asamblea de cooperación intelectual celebrada gobernado nunca los mejores. Ni en Francia, cuya el año pasado en Ginebra por la Sociedad de Nacultura monopoliza el cerebro del señor Lugones, porciones, ni que él aceptara esa invitación en cuya lo menos las anfractuosidades no políticas. Sus amores eficacia no podía creer sin ser desleal consigo mismo.
politicos tienen, sin duda, su Dulcinea en otras regiones Como se ve, no iba yo tan descaminado en mi ardel planeta. No; aunque él no lo quiera reconocer, tículo al atribuir la actitud del señor Lugones en maalgo más que el idioma le une a nuestro país: toda terias de hispanoamericanismo a sus doctrinas sobre una filosofia política. Cómo ha podido decirse jamás la dictadura.
que el señor Lugones era poco españolista? Incomprensión de sus acusadores. Si es más español que Pero no se desconsuele El Sol. Las opiniones del ia inmensa mayoria de los españoles! Español por la señor Lugones, individualmente considerables, tienen concordancia filosófica de la idea con la realidad.
escaso proselitismo en toda América. El momento Merece la ciudadanía honoraria de la España presente. Nunca el sentimiento de una cultura hispánica ha psicológico e ideológico, allá como aqui, es muy otro.
Pero vengamos a su discurso de Lima, que no tiene desperdicio. Oigamos su bélico clarin «Ha sosido tan profundo ni tan articulado. Basta ver las publicaciones americanas de la juventud y oír el nado otra vez, para bien del mundo, la hora de la espada. Así como ésta hizo lo único enteramente acento de las organizaciones de estudiantes univerlogrado que tenemos hasta ahora, y es la indepen producir el discurso del señor Lugones, se ha creido sitarios hispanoamericanos. La Nación misma, al redencia, hará el orden necesario, implantará la jerarquia obligada a calificarlo de ideas personalísimas, cuya indispensable que la democracia ha malogrado hasta hoy, fatalmente derivada, porque esa es su consedivulgación desde nuestras columnas no afecta, desde cuencia natural, hacia la demagogia o el socialismo. luego, a las doctrinas que La Nación ha sostenido y Pacifismo, colectivismo, democracia son sinónimos de seguirá sosteniendo respecto a ciertas cuestiones. la misma vacante que el destino ofrece al jefe preEl señor Lugones guarda en su haber una obra destinado, es decir, al hombre que manda por su de poética valiosa y en ella reconocemos su alta jerarrecho de mejor, con o sin la ley, porque ésta, como quía espiritual, no como cantor de la espada, de la expresión de potencia, confúndese con su voluntad. fuerza sin ley y de los que el juzga los mejores; El pacifismo no es más que el culto del miedo. o una pero no todos los poetas han podido ser a la vez, anagaza de la conquista roja, que a su vez lo define como Milton y Shelley, grandes videntes políticos; como un prejuicio burgués. La gloria la dignidad sólo el genio intuye de igual modo la poesía y la son hijas gemelas del riesgo; y en el propio desrealidad. El señor Lugones ha elaborado un raro jincanso de verdadero varón, yergue su oreja el león goismo o chauvinismo con tardíos resabios de Nieztsche dormido. y de nacionalistas del tipo de Barrés. veces paLa cita es larga, pero sabrosa, y aunque todavia rece que le inquieta la sombra politica de Annunzio; hay más redobles de tambor en su discurso, basta lo pero sus palabras traducen más bien un eco de las trascrito para conocer el pensamiento politico del que Marinetti pronunció recientemente en Roma.
señor Lugones. Ahora se explicará El Sol perplejo Fascismo. Futurismo. Esplenéticos pasatiempos inteen el editorial donde ayer comentaba la carta del lectuales.
escritor argentino. unas cosas, y no se explicará Me queda por examinar la afirmación de que «la otras. Se explica, por ejemplo, que el señor Lugones organización del pensamiento hispanoamericano es admire a los Estados Unidos, no sólo porque en las una frase perfectamente vacía. Aunque creo haberla cocinas del Plata arde hulla norteamericana, y porque llenado con muchos articulos, añadiré aún el próximo, en los Bancos porteños corre el dinero norteameri porque éste se ha llevado ya demasiado espacio con cano, sino también, y acaso principalmente, por su el lineamiento de las ideas políticas del señor Lugopolítica de fuerza en todo el mar Caribe, por su im nes, que era necesario dar a conocer en España.
perialismo, porque ejerce su «derecho de mejor, con o sin la ley. pero no se explica que los admire como Luis ARAQUISTAIN. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica