164 REPERTORIO AMERICANO 1 El hombre. Imbéciles. reñi a los pobres referia el señor Garduño oi una Juanes de la guarnición. Por creer de las «historias extraordinarias, cuyo que era perro en esas estupideces se dejan robar misterio me ha hecho cavilar más.
las armas! Se asustan de cualquier aunque, como es de suponer, nunca perro y ¡claro! Catarino, o quien sea, lo he descifrado. Ni nunca espero ¿Y no creería que el animal existe? se aprovecha cuando los ve atontadescifrarlo. No lo creería.
dos y se mete a robar. bordo del barco donde navegaba. Pero si el animal existiera, si us. Dejé pasar unos dias, en que los en la ocasión, iban mejicanos: uno, ted hubiera de convencerse de que supersticiosos soldados no atinaron a el que me contó la historia, era ori existe ¿qué diria?
impedir nuevos hurtos, y una noche, ginal como pocos. Ya es decir! No Diria que estuve alucinado cuando cuando no me aguardaban me preolvide cómo abundan en México las no lo veía.
senté en el cuartel. Serían las nueve.
figuras originales: lo son en todos los si, ya convencido de que vió. No se ha aparecido el nahual? sentidos posibles, mejores y peores.
ál animal, descubriera que realmente pregunté a los soldados?
Pues este mejicano, joven todavia, de era un hombre quien tomaba aquella. No, jefe, pero a esta hora más nombre raro que sonaba a japonés, figura. qué diria? Si el hecho resul o menos es cuando viene. Vea: vea habia llevado una vida de peripecias tara innegable supongamos. Cómo por aquel caminito es por donde se curiosisima. Naturalmente había sido lo explicaría?
aparece.
un oficial en una revolución. Pero Puesto a explicar, en la situación me mostraron el sendero blanco tenia poco del tipo en que personifi que suponemos, nunca creeria que el de luna.
camos nuestra noción del militar de hombre se transformó en animal: acu No pasó largo rato sin que uno revoluciones. Era leido y curioso: la diria a la explicación que corre por de los Juanes exclamara: historia extraordinaria me la contó ahi sobre los fakires, y diria que aquel. Ahí viene!
planteándome el problema extraño hombre, por sugestión, compele a los Los otros miraron hacia el camino que implica.
demás a verlo bajo formas extrañas, blanco, y dijeron con la voz tran Sabrá usted me dijo que en sin que le sea necesario ini posible! quila de nuestros indios, como si nada México tenemos brujos indios a quie asumirlas en realidad. Pero narre su los conturbase: nes el pueblo da el nombre de nacaso. Para suposiciones y conçesiones. Si, ahí viene.
al huales, jel nombre que en otro tiempo ya le hice. demasiadas: vamos. Dónde? interrogué.
designaba a los ciudadanos del Im hecho. Alli. No lo ve, jefe, mero en perio Azteca. Cree usted en los fa Ya lo verá. Durante una revuelta, medio del camino. No ve el perro?
kites?
me tocó estar con una pequeña guar No veo ningún perro. Francamente le dije. no estoy nición en un pueblo de la altiplanicie. Pero sí, vea, jefe, ahí viene, convencido de su poder. Las hazade México. Allí no pasaba nada; nos viene para acá.
ñas maravillosas que de ellos se cuenaburriamos. No había enemigos en. Están locos! les grité.
tan no me ha sido demostradas. muchas leguas! Una de de las pocas Mirelo: ahora se paró debajo de son siempre unas mismas: desde que cosas que alli me entretuvieron fué aquel pino grande. Así se para siemlos ingleses llegaron a la India se conocer las supersticiones del lugar. pre.
repiten dos o tres fábulas, con ligedescubrí que para aquellos campesi ¡Qué locura más extraña. si ras variaciones. El último retoque, senos era artículo de fe el poder sobre lo ven, por qué no lo matan?
gún parece, es afirmar que mientras natural de los nahuales. En el pueblo Todos bajaron los ojos; no se los espectadores dominados por el vivía uno, justamente: se llamaba Cata atrevían a intentar nada contra el fakir contemplaban escenas terribles, rino. entre nuestros indios es común nahual. Comprendiéndolo, les preuna cámara fotográfica retrata al doinventar formas masculinas de los gunté: minador cruzado de brazos; imper formarse en perro para robar. Lo conombres de mujer y le gustaba trans Si yo le tiro desde aquí ¿lo alcanzo?
turbable. Su compatriota Amado Nervo es de los que repiten la conseja.
noci: en su apariencia, nada de ex. Cómo alcanzar. Muy bien: mientras menos crea ustraordinario. Hay muchos indios coino »Nadie dejó escapar la idea que Catarino. Pero cuando menos espe en todos estaba: o el nahual era inted en estas cosas, mejor me aclarará la verdad de lo que voy a relatarle.
raba yo que aquel personaje tuviera vulnerable, o, de no serlo, su ven¿Qué diría usted si conociera a uno que mezclarse conmigo, comenzaron ganza seria pavorosa y extraña.
los soldados a murmurar que Catade los nahuales nuestros? Ha de sa Bueno, insisti y preparé mi rino se robaba armas de nuestra guarber que se trasforman en animales.
rifle, voy a apuntarle, y ustedes me No creeria nada.
nición, convirtiéndose en perro. Todas dirán si apunto bien. ver, tú al las noches rondaba nuestro improvi soldado más práctico en manejo de Muy fácil. Pero ¿qué diría usted sado cuartel un perro desconocido, al si tres o cuatro personas le aseguran armas. dime si estoy apuntando bien que nadie vio nunca de dia. Apenas a la cabeza del endiablado perro.
tener delante de sus ojos a un ani ocurría un descuido, se perdia un Me hizo el soldado las indicaciomal que usted no ve?
rifle, y ya no se veía al perro. nes que le pedi, y por fin me dijo. Me figuraria que padecen una Ordené vigilancia, y yo en per Está apuntando bien, jefe.
alucinación colectiva. aunque no sé sona me puse en acecho durante tres ¿Crees que lo mato?
a punto fijo cómo ocurren esas cosas noches: no hubo nada; el perro no Puede, jefe.
isi es que ocurren!
pareció más; las armas permanecían. No se ha ido el perro. si de pronto también usted intactas y completas. Se está quieto, jefe.
viera el animal. Decidi entonces retirarme de la Hice el disparo. El murmullo de. Amigo mío, es demasiado su guardia nocturna. Dias después me mis indios ¡siempre discreto! me inponer!
avisaron que recomenzaban los robos dicó que algo sucedía. Pero supóngalo usted. mi, pre y corrían rumores de que Catarino. Qué ha pasado?
cisamente, eso me ha sucedido! el nahual, a escondidas se llevaba Cayó, jefe. Creeria que acabaron por con del pueblo los rifles para venderlos. Miré hacia el camino, hacia el ártagiarme con su alucinación.
en lugares cercanos.
bol: inada! Decidi aproximarme. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica