82 REPERTORIO AMERICANO de herinano mayor de Torrijos o del unión, sino un inpulso de odio. Des dica el verdadero problema de la Empecinado aparecida esa causa de repulsión, sólo conciencia hispanoamericana. DiverJusto es que ciertos incondicionales quedan motivos intimos de concordia. sas posiciones pueden ser adoptadas de la pasión españolista sepan, en Se rompió el nudo material, para que para enfrentarlos. La más corriente ese aspecto, distinguir, entre los ata mejor pudiera enlazarse el abrazo es la santificación de la conquista ques a la Nación española y las lu fraterno. Hablemos de lo que nos como recuerdo glorioso, sin atenuachas contra el Estado español. No une; olvidemos lo que nos separó, ciones. Contra la llamada leyenda siempre han sabido hacer esa distin como no sea para abominarlo. lo negra se quiere edificar la leyenda ción fundamental, que evita el peli que nos une no puede ser otra cosa dorada. Por la raza, la raza idolo, la groso sofisma por el cual los gober que un común amor por el senti gcsta horrible es divinizada, sus homvantes crueles o ineptos pueden es miento que a unos y otros nos da bres declarados modelos de energia; cudarse con el nombre de la patria. capacidad personal para unirnos: la el Las Casas menospreciado, ErMuy reciente está el caso en que la libertad. Si unos y otros no somos cilla censurado porque vió en Cauprotesta de los españoles emigrados, libres y capaces de sentir esa liber policán el héroe verdadero de su disconformes con la dictadura militar, tad. cómo podríanos unirnos? poenia. Si escuchamos a esos sectalia sido tendenciosamente presentada Yo imagino la solidaridad hispano rios del patriotismo ciego, los pueblos conio, antipatriótica, a pesar de la americana como una alianza implicita actuales de América son los hereclarisima intención que los movió. para fines de apelación mutua en deros de la raza metropolitana y conPero hay algo que objetar a la momentos de angustia para la liber tinúan su fanática transfiguración de teoría que identifica las guerras de tad. La gran familia hispana, bipar la antigua epopeya sangrienta.
emancipación americana con las lu tida en su territorio, a través del Contrariamente a ese criterio, chechas por la libertad civil española, Atlántico, debería constituir, en sus mos de ver en las Repúblicas de hoy tan lastimosamente fracasadas. selecciones o aristarquías, un TribuAmérica los resurgimientos de los Quiero decir que, aparte la subleva nal de alzada contra las posibles reantiguos imperios destruidos y el reción de Riego, en 1820, ha faltado gresiones a la vieja tiranía, en el comienzo de la vitalidad aborigen?
el sentido de solidaridad espiritual territorio de aquende el mar o en el Los pueblos emancipados. han de entre el esfuerzo de los americanos de allende. No se dice que un misacogerse a la tradición de la indey el de los españoles. Dejo aparte mo sentimiento libertador animaba a pendencia precolombiana y ver en los contadísimos casos individuales, los españoles de 1812 y 1820 y a ia liberación una lejana vindicta de singularmente, el más excelso, el de los vencedores de Ayacucho? Pues los reinos usurpados por los conquisPi y Margall, cuya gloriosa actitud que un mismo sentimiento libertador tadores iberos?
de protesta en los dias aciagos de nos una también para renovar, cuando Mi convicción es otra. Creo que la guerra de Cuba, fué considerada sea preciso, en España o en Amécomo antipatriótica.
rica, la jornada de Ayacucho. Esla libertad es una purificación. En la historia, una gesta libertadora puede ¿Se quiere que el recuerdo de la paña necesita hoy su Ayacucho.
llegar a ser la compensación de una independencia americana sea también un sentimiento feliz para España?
gesta tiránica, extinguiendo la manPues bien; imaginémoslo como una cha que obscurezca, una indudable Queda otro aspecto en esa cuesfiesta de la raza espiritual, vínculo gloria. Pues bien; para los que no tión. Los pueblos actuales de América admitimos aquellá interesada desfientre los hijos de una misma estirpe ¿en qué relación histórica se encuen guración de la historia, la verdadera psicológica. Si americanos y españo tran respecto a los pueblos de la misión espiritual de América es un les lucharon entonces contra el yugo. América precolombiana y a los im rescate; rescate de España y de sí de una común tiranía, sólo podrán perios que la conquista española des misma. América ha de ser, a un unir hoy sus manos en la celebra truyó. Son herederos y reconstruc tiempo, la continuadora de ambas fración de aquellos fastos los que per tores lejanos 0, por el contrario, diciones americanas, la de los impetenezcan a la misma. prosapia de continúan la tradición de los inva rios destruidos y la de los conquistaalmas: los que sean capaces de sen sores? Si yo hubiese tenido la suerte dores. Con ambas construirá un ideal tir la libertad. Aquellos héroes de de encontrarine en tierra del Perú noblemente compensador: la raza es.
América son héroes españoles? Está los dias del centenario de Ayacucho, piritual, selección de los hombres cabien; pero ¿de qué España? De la hubiera percibido el gran deber hispaces de elevarse sobre los celos misma España que querían construir tórico que incumbia a los rivales materiales de la estirpe y alistarse los patricios que morian en las horcas de 1824, al darse la mano sobre el en las luchas imaginarias y reconforfernandinas o bajo las balas de la solar de sus antiguos campamentos. tantes bajo todas las banderas perrepresión isabelina. No ciertamente Aquella tierra palpitaba con un in seguidas. Sentir la herencia de Guade la otra España. He aqui, pues, el tenso latido que sólo podían sentir timozin y de Atahualpa contra todos verdadero hispanoamericanismo que los capaces de una profunda comlos Cortés y Pizarros, como han urge levantar. América tiene su tra pensación histórica. Remontando, en sabido fundirse los españoles dignos dición de libertad, victoriosa por lo el tiempo, a través de la era colocon los dignos americanos al amparo menos en su aspecto colectivo. nial, pasando sobre el fausto de los de la común gloria de Ayacucho o una de las dos Españas espirituales virreyes, la ceniza de los quemade: bajo la enseña quijotesca de Bolívar.
que luchan en su forzada conviven ros, la memoria monacal de Rosa, el cia territorial tiene también su tradi contenido hervor de las añoranzas Palma, junio de 1925.
ción libertadora, aunque no haya sido incaicas, la dureza de las represiones, coronada por el éxito. sólo esa llegábamos, con la evocación del re(De La Nación, Buenos Aires. España tiene derecho a celebrar sus cuerdo, a los dias de la conquista.
Ayacuchos en comunidad con Amé Allí estaba Pizarro, erguido sobre su rica.
gloria injusta, rojo de la sangre de Alfar Visto bajo esa luz el problema de Almagro y, sobre todo, transmitido a Mensuario la reintegración hispanoamericana, ad la posteridad llevando sobre la frente Director: JULIO CASAL quiere una claridad novisima. La de el sacrilego regicidio de Atahualpa.
pendencia colonial no era un lazo de Ahl, en esa vinculación histórica, ra Cantón Pequeño, 23. La Coruña, España. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica