Bourgeoisie

Reper torio Americano 315 alli penetran una a una las delegadas. Nos toca cl aire de reconcentración melancólica, paso llevando turno. Un edecán nos recibe y nos acompaña hasta del brazo a Mrs. Coolidge. Los edecanes de histodejarnos en presencia de otro, ante el cual decimos riados uniformes le precedían e iban tras él, hieránuestro nombre y país. El los repite al Presidente ticamente. Los visitantes guardaban respetuosamente que está de pie, en medio de la sala. su derecha, las distancias.
su esposa y, acompañándolos una serie de edecanes Cuando su figura se había desvanecido en una ceremoniosos, embutidos en ricos uniformes de gala. de las cámaras vecinas, los edecanes. más humaniMr. Coolidge es un hombre delgado, más bien zados ya, se acercaron a nosotras.
alto que pequeño, muy rubio, con una mirada casi Se ha retirado ya el Presidente. le pregunté a melancólica. Todos los rasgos de la faz delatan el uno de ellos.
alma que se repliega en si misma, que siente inten En efecto, eso era el protocolo. yo recordaba sísimamente sus responsabilidades y que las acepta con verdadera nostalgia las recepciones de la Moen silencio, resignado acaso.
neda y. a nuestro Presidente, por fortuna, tan poco Me extiende su mano y me da la bienvenida en amigo de protocolos. Quién sabe también si habría muy cortas frases. Enseguida, presenta a su esposa impuesto alguno al tener que habérselas con cuatroque nos saluda graciosamente.
cientas delegadas!
Ella es una dulce mujer. pesar del ceremonioso Salíamos con mis compañeras comentando todo protocolo, muestra en su mirada, en sụs ademanes, esto. En resumen, decía una de ellas, la Casa Blanca en las poquísimas palabras que se pueden cruzar en no es más magnifica que la Moneda; nuestro Salón una presentación de esta especie, que su alma sale. de Honor soporta con ventaja la comparación con al encuentro del mundo. De soltera, fué maestra en el East Room. Sí, eso es verdad, pero la Casa una escuela de sordo mudos. Allí la conoció Calvin Blanca tiene de más bello, en primer lugar, el parCoolidge, a la sazón un modesto abogado de aldea que que le rodea, con estos prados flexibles, estas y desde entonces han unido sus vidas en la triste fontanas, y jardines y árboles umbríos; y después, como en la prospera fortuna.
la historia que se guarda en cada rinconcito suyo.
En el comedor de gala con el cual comunica este El pasado de la nación nos habla. Reciben a su Salón Azul, hacen los honores las esposas de los entrada las «Primeras. Damas del Pais, no sólo la Secretarios de Estado. Nos ofrece una taza de té la de hoy, sino también las que en ella fueron reinas señora de Kellog con la cual enhebramos gratos y dulces señoras, desde los tiempos de Martha Washrecuerdos de su permanencia en Chile. Otras minis ington. Los retratos de los Presidentes son lecciones tras atienden a los diversos grupos de delegadas. vivas; nos confían los afanes y las altísimas ambi. En compañía de algunas, recorremos los salones: ciones de estos patriotas por hacer de su tierra una el Verde, tapizado de terciopelo esmeralda que en de las más grandes y más nobles de todo el Unimarca los retratos presidenciales de los Adams, Jack. verso y uno, aunque sea allí una extranjera, siente son, Buchanan y Lincoln; el Rojo en donde preside como si oyera palpitar bajo su oído el corazón de la magistral figura de Washington. Desde el centro toda una raza.
de una de las salas contemplábamos absortas las proceres figuras, cuando un edecán se nos acerca y AMANDA LABARCA HUBERTSON nos ruega que dejemos libre el espacio: el Presi(La Nación, Santiago dente se aproxima. Grave, solemne, con su mismo de Chile. ¿De dónde vienes. dónde voy. De dónde vengo. Por qué razón tengo cerebro y corazón. qué preguntas y pesimismo?
Todos los hombres hacen lo mismo.
Motivos Yo voy andando. Hacia qué rumbo?
Yo soy un eco de un viejo mundo.
Digo: te amo.
Dices: te adoro. hay llanto y oro.
Escribo y pienso, como y digiero, ando despacio y ligero.
Voy al teatro, vuelvo a mi casa, me siento y leo, el tiempo pasa.
Todos los días la misma cosa.
Soy tu marido.
Eres mi esposa. tú quién eres. yo quién soy?
sugerir.
Dejar todo el yo dans un mot.
Voy de bruces al dadaismo.
Exclamación o histerismo. desprecio absoluto al burgués; o cerebro al revés. Es. No es. Hamlet. o don Quijote?
Escribo versos con alegria. leo libros de caballería.
Medito a veces en Dios y en el Diablo, de sabiduría ya no hablo.
Quisiera que todo fuera el mínimo: la idea Diferencia de mote.
To be or not to be.
El mundo es así. Por qué. Porque sí.
ARTURO TORRES Rioseco University of Texas. 1923.
y el trino.
No escribir ni hablar. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica