360 Repertorio Americano.
El Padre de Michoacán pirado serafin Motolinia, a los naturales de esta tierra!
Briosa y pujante la ráza mi (Revistas de Revistas, México, choacana, formó siempre una monarquía autónoma, contra la cual los emperadores aztecas tan grande y glorioso, o nunca pudieron realizar las promás si cabe, que Fray Toribio pias hazañas de sus armas conde Benavente fué el Obispo don tra los otros pueblos comarcanos, Vasco de Quiroga, padre de Mique, al fin, les rindieron pleitesia choacán, bueno y sabio, prudente y vasallaje. Los reyes tarascos como un confesor, inspirado significaron el límite de la excomo un oráculo, bondadoso pansión de la gran monarquía como una providencia, previsor azteca; vasto imperio feudal que como mujer hacendosa, filántropo salió al paso de los Conquistadocomo los grandes economistas res. Desde entonces, Michoacán de los siglos xvill y xix.
asume la individualidad de su historia, y la confirma cuando aquel terrible Presidente de la Primera Audiencia, Nuño de GuzLlegó don, Vasco con la Se.
mán, símbolo de la crueldad, la codicia y espíritu gunda Audiencia a gobernar la Nueva España.
aventurero de los españoles, martiriza al Emperador Ahí fué el digno compañero de don Sebastián Ramichoacano, como Cortés habia ardido las plantas mirez de Fuenleal. La Segunda Audiencia resulta del glorioso magnate azteca. Crueldad por crueldad antitética con la Primera. Después del monstruoso y sacrificio por sacrificio. Comenzaba a repetirse la Nuño de Guzmán, cuyo sólo nombre parece el grito historia, cuando todavía no había empezado a escri del acero de una armadura del Renacimiento, bien birse!
merecían los indios las caricias paternales de dos santos! 5 Tanteaba entonces España la mejor forma de gobierno para sus nuevos y fantásticos dominios. Entre Don Vasco, como los fundadores mitológicos o los el conquistador y los virreyes, en esa época dolorosi gobernantes ideales de las repúblicas utópicas, creó sima que siguió inmediatamente a las grandes hazañas la patria michoacana sobre la barbarie tarasca y el militares, los vencidos sufrieron más que nunca. He monstruoso frenesi de la Conquista. Dió a cada pueaquí como Fray Toribio de Benavente describe la blo naciente una industria peculiar. No enseñó a novena plaga que fué el servicio de las minas, a todos los indios el mismo trabajo, para que pudiesen las cuales iban de sesenta leguas y más a llevar entre si cambiar los productos de su ingenio. Anduvo mantenimientos los indios cargados; y la comida que por bosques y serranías, reparando con sus manos para si mismos llevaban a unos se les acababa en cristianas, el negro y absurdo dolor de la Conquista; llegando a las minas, a otros en el camino de vuelta y, como Las Casas, fué a España y volvió a Améantes de su casa, a otros detenían los mineros algu rica, en viajes que recuerdan los de San Pablo para nos días para que los ayudasen a sacar el mineral; la fundación del Cristianismo.
o los ocupaban en hacer casas y servirse de ellos, a donde acabada la comida, o, se morían alla en las minas, o por el camino; porque dineros no los tenían para comprarlas ni había quien se los diese. Otros volvían tales que luego morían, y de éstos y de los Cuando el Estado de Michoacán sea de veras, esclavos que murieron en las minas fué tanto el hedor, como principia ya a serlo, una comarca civilizada, que causó pestilencia, en especial en las minas de próspera y feliz. Quiroga, será su enseña y su grito Oaxyecac, en las cuales media legua a la redonda de triunfo. Quiroga. porque quien arreglo la casa y mucha parte del camino, apenas se podia anmichoacana, en los largos años que Dios concedió a dar sino sobre hombres muertos o sobre huesos; y sus virtudes, fué este don Vasco, mistico y práctico, eran tantas las aves y cuervos que venían a comer industrioso y gobernador, y, sobre todas las cosas, sobre los cuerpos muertos, que hacían gran sombra santo. Ay de España si sólo tuviera para justificarse al sol, por lo cual se despoblaron muchos pueblos en la Historia hombres como Alvarado y Nuño de así del campo como de la comarca; otros indios huian Guzmán, y no también apóstoles como Quiroga y a los montes y dejaban sus casas y haciendas de Benavente!
samparadas. Aureo y hediondo esplendor de esta novena plaga, con que Dios hirió, como dice su ins.
ANTONIO CASO Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica