12 REPERTORIO AMERICANO apoteosis, la marmorea frente de José un bello poema, y que no obtuvo el una inspiración desbordante; que treAsunción Silva, para cuyo genio no laurel ni ha recibido todavía el homeparon la ardua cuesta de la ancianituvieron sus contemporáneos la vonaje definitivo del mármol consagrador. dad por los escalones de sus libros luntad munifica de que no se han Pero si la coronación fuere acepta gloriosos; en forma que para los cansado de darle muestras los del ble, nadie que tenga las sienes más laureados la coronación implicaba el decadente, alejandrino, ininteligible, propicias para recibir el gajo del árbol premio debido a una labor afortunaanarquista, pagano, místico, nietz que no hiere el rayo que el poeta de da, perseverante y fecunda. Aparte cheano, pretérito, anquilosado y pro hoy, el autor de Ritos y el bardo de de esta faz, sabe tener otra no menos tocolizado autor de un almanaque ne todas las horas.
simpática esta clase de consagraciovarietur, publicado en Bogotá el año (El Tiempo. Bogotá. nes: suele llegar para los elegidos en de gracia de 1899, por la casa edihoras de aislamiento y de frío, cuando torial de Samper Matiz.
Con la conciencia intima de que Popayán, de noviembre de 1916.
la vejez distanciadora acosa al bardo anciano columna superstite en un lo dicho aquí es una roca que no poSeñor don Jorge Ulloa, campo de ruinas y le hace pregusdrá mover nadie, pido a usted, en Director de la Unión Conservadora.
tar el agua helada del olvido y el consecuencia, declare que esta carta, silencio invencible del humano despor inquebrantable e irreductible vo Amigo: dén. En esas horas el gesto cariñoso luntad del extinto, cierra la encuesta que usted abrió ayer en El Tiempo. debidamente el homenaje que tributo No tengo palabras para agradecerle de la juventud que lo despide coronado de flores, es para el poeta venDe usted muy adicto amigo y ad a mi inanidad en el último número cido el más grato de todos los cormirador.
de su gentil semanario. Si yo no le diales. Algunos sucumben bajo el peso GUILLERMO VALENCIA conociera a usted como hombre sin de la apoteosis. Voltaire sobrevivió corcero e incapaz de usar de ironía para tos días a sus laureles, y el pesado conmigo, me habría causado ingrata haz de los suyos agobió hasta la En otro lugar publicamos la carta extrañeza la elogiosa revista de usted, muerte a nuestro nobilísimo Pombo.
del doctor Guillermo Valencia, salpicada en cuanto a mi se refiere; mas bien Pero discernirme ese preciado galarde un fino humour y de una elegante me sé que en usted inteligencia y dón es algo que no se compadece ironía.
corazón andan parejos, lo que vale con la cortedad de mis merecimienDos cosas admiramos profundamente decir, derrochando belleza y galantes tos ni con la pobreza de mi equipaje en esta última página de Guillermo Va estímulos. con ser esto mucho, me literario. No he sido siquiera, como lencia. Primera, la exquisita ironia, el quedo corto en mi sorpresa al leer son tantos de mis compatriotas, un elegante gesto con que el doctor Va el bello artículo que firmó la mano profesional de las letras: he escrito lencia aleja toda posibilidad de que se maestra de en el que, a vueltas poco y sin método, al azar, por casiga adelante la idea de su coronación, del intento de motivarla, insinúa el pricho, sin esa intensidad y consay segunda, la manera discreta como re proyecto de mi coronación, a fuero gración que convierte al arte en un cuerda el doctor Valencia el olvido injus de portalira; propósito en que coinci culto y al escritor en sacerdote. Miro to, largo, doloroso, en que se tiene la diera otro dilecto camarada desde las hacia atrás, y sólo hallo un cuaderno memoria de José Asunción Silva. columnas de La Espiga.
de versos que vivirán tanto como el En verdad no podíamos esperar nada Este proyecto, tratándose de mí, cariño de sus amigos. Se premiará distinto de este gesto discreto, severo, pasa los lindes de la generosidad para mi esfuerzo. No he hecho jamás aun a pesar de su ironía, o talvez por dar en la zona de la ironía, y si mi ninguno que merezca tales dones.
ella misma, con que el doctor Valencia corazón desborda de agradecimiento ¿Como estímulo? tal consagración es rechaza los honores que consagraron ante la perspectiva glorificadora, el grave compromiso para lo porvenir las horas grises de Julio Flórez y Pom oblicuo Mefisto, que suele a veces y una injusticia con el presente. Amébo. Los argumentos que expone el au ser piadoso, no deja de prevenirme rica tiene tantos ilustres bardos; Cotor de Ritos para defender su actitud con un guiño de ojos expresivo. lombia tantos clarísimos poetas, que no pueden considerarse sino en gracia veo idealmente desfilar ante mi aquel merecen mucho más que yo esta de la ataraxia espiritual, la serenidad turco ascendido a general para los ovación, en mi injustificable, a quieanímica a que ha llegado el poeta, que efectos de una burla política inten nes sin embargo no se les ha discerle hace ver su obra de ayer como la cionada y amarga, por un grupo de nido todavía. Ni vale decir que se obra de un muerto. Aún está en todos intelectuales venezolanos. Más cerca trata solamente de una consagración el aliento yivo de esa obra extraña de estos dias se yergue a mi presen regional, de carácter íntimo, modesniente pagana y extrañamente mistica cia aquel pobre vejete pseudo filósofo tamente solariega, porque la corona de Valencia, y el Guillermo Valencia, que tan cruelmente ciñeron de laurel que a mí se me brindara sería más que recibió, según dice en su carta, las los estudiantes de París, y me pre justo colocarla al pie del retrato del últimas palabras del autor de ese libro gunto espantado. ha llegado ya mi infortunado cantor de Pubenza. Sólo latino, pulcro como una hidria griega, ingenuidad hasta el punto de integrar el amor sabe sugerir estas locuras. sereno y desconcertante, es. el conti aquel afortunado trío?
Me siento feliz sobreponiéndome a nuador de la obra, es el discípulo maNo pocas veces han galardonado la vanidad para agradecer con toda duro de «el otro. que recogió de él los pueblos, con la rama simbólica, a la fuerza de mi alma el magnanimo el fervor entusiasta del momento, fer los hijos de Apolo. España coronó a empeño de mis queridos compañeros vor que cristalizó en el dominio abso Zorrilla y a Campoamor en tiempos y rechazar (siento no hallar el vocaluto de todo, desde una colina severa muy cercanos de nosotros. Colombia blo que exprese lo que voy a decir de plenitud.
rindió a Pombo ese tributo cuasi pós con la sonrisa de la gratitud en los la manera como recuerda el poeta tumo, y a fe que hicieron bien la labios y las lágrimas de la ternura Valencia la ingratitud con Silva, ingra Madre Patria y nuestra amada Repú en los ojos. este homenaje inmeretitud que fué indiferencia en los con blica. Tratábase de ingenios que em cido que contraria mis sentimientos, temporáneos y descuido en las genera plearon una existencia bien larga y repugna a mi conciencia, quebranta ciones subsiguientes, es la parte más meritísima creando muy altos valores mis propósitos, humilla mi carácter y bella de esa carta de hoy. Silva, el de belleza; que contaron los años de me expulsa del grupo de los diletanpoeta que fué cantado por Valencia en su vida por las cosechas opimas de tes independientes para llevarme al Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica