Tomo XI REPERTORIO AMERICANO Núm. 14 San José, Costa Rica 1925 Lunes 14 de Diciembre SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: El intelectual, por Salomón de la Selva. Noches syracusanas, por Roberto Brenes Mesén. Cumpleaños, por Auristela de Jiménez. El retorno a la realidad, por Daniel Cosio Villegas. Palique, por Eugenio Ors. Poema intimo, por Arturo Mejía Nieto. Palabras dichas en la Escuela Normal, por Marta Dittel. Centenario de un colombiano ilustre, por Arturo Quijano. La jira maravillosa de Faithful, por Alberto Gerchunoff. El culto del pobre, por Jorge Cardona. Reminiscencia pueril, por Edmundo Velásquez. Una jornada interesante. Puntos de vista, por Guillermo. Valencia. Comentario, por Joaquin Quijano Mantilla. Bajo el cielo de Iberia, por de la Luz León. Una fecha del calendario universitario. Tablero. los intelectuales no se les quiere El intelectual de unos ni de otros, y ambos bandos en ninguna parte. Son, sobre la faz lo desprecian.
de la tierra, una tribu de parias, mag(De La Antorcha, México. Ese juego de que digo, entre trasnificos por su elevado aislamiento, quilados y trasquiladores, tiene sus dignos de lástima por el odio, solajueces, sus umpires y referees. El pado o manifiesto, con que se les no hace los zarcillos de la novia, ni intelectual tampoco es de éstos. El persigue. El intelectual es el hombre la sortija de la mujer desposada, ni intelectual no es admirador de homimpar. Hasta los mismos intelectuales engarza diamantes y esmeraldas para bres ni director de hombres. No es le hacen la guerra. Prometeo irre. la dama rica o para la querida del líder, ni jefe de partido, ni funcionadento, la roca a que está clavado es general. El ctual no forja espa de gobierno, ni patrón de nadie, la humanidad misma; su prójimo, su das ni puñales, ni funde el bronce de ni siquiera empleado menor. Desde semejante, es el buitre, eterno que le los cañones y de las estatuas, ni luego, casi no hay gobierno, sindidevora las entrañas.
tiempla el acero de las bayonetas, ni cato, ni agrupación de ninguna espeEl intelectual no es obrero. José confecciona pólvora, ni hace balas. cie que no tenga su intelectual o sus Vasconcelos, al oír hablar de un in El intelectual no se sienta a los tela intelectuales. Pero intelectuales de este telectual afiliado al Partido Laborista, res que hacen doblegarse el espinazo género no es el intelectual deveras: preguntaria, disgustado, lo que pre a los más recios; no hace el sarape, al afiliarse, al ponerse a servicio, se guntaba del candidato a la presiden ni el holán, ni la manta corriente, ni ha convertido en parte de una macia de los laboristas. Laborista de la seda vistosa; tampoco hace el uni quina, en eje, en rueda o en timón, qué. forme del militar ni los overoles azu no importa en qué: ha dejado de ser Las manos del intelectual no le les del obrero, ni los calzones de él. lo mismo le ocurre si se vuelve arrancan al suelo la piedra de cons nadie. El intelectual no pastorea cabe. histrion.
trucción, ni hulla, ni metal, ni piedras zas, ni ganado, ni ordeña vacas, ni Esencia del intelectual es trabajar finas. El intelectual no horada en la destaza reses, ni curte cueros, ni hace para todos. Como el sol, que para superficie del planeta para hacer bro quesos, ni hace zapatos ni sillas de todos alumbra y que no puede sintar los chorros de petróleo; el inte montar, ni látigos para las bestias y dicalizarse, menos ser reaccionario.
lectual no unce a la bestia castrada, para los hombres y para el niño in Como. el sol, que si dejara de alumni, dirige el arado, ni en el surco quieto que tiene un padre malhumo brar dejaria de ser sol. Como el virgen echa la semilla milagrosa, ni rado o concienzudo. Está visto que viento, que si deja de soplar deja de atiende a las necesidades de la milpa, el intelectual para nada sirve. ser, como el viento, que para todos ni recoge el grano, ni llena los trojes Ni siquiera sabe trafitar con los sopla, lo mismo para el marinero que de espigas y mazorcas. El intelectual productos de la tierra y con el trabajo lo recoge en velas que para el molini siquiera cultiva, cuida y. corta flo de los hombres, dicen indignados los nero, que para el niño que encumbra res. Sus manos no esgrimen el hacha hombres de. negocios.
papalotes. Para los productos del intaladora de bosques. El no siembra El intelectual no le compra al pro telectual no hay mercado, porque no ni la caña de azúcar, ni la planta de ductor por un centavo lo que ha de se venden: se dan. El intelectual es henequén; él no saca puique. No, revender por un peso. El intelectual el úifico que para todos trabaja, el el intelectual no trabaja directamente no tiene la honradez del que trabaja único que da. sobre la tierra. No la hace producir, ni la respetabilidad del que sabe apro No así el carpintero. El carpintero dice el labriego. Ni siquiera trabaja vecharse del trabajo de los demás. hace mesas, digamos, para quien se con los productos de la tierra, dice Los trasquilados, y los trasquiladores las compre. la mesa, que hace el el hombre de las fábricas.
se entienden: son uno para el otro. carpintero es sólo para un reducido El intelectual no hace el mueble Se odian, pero en el fondo saben número de gente. El zapatero lo misútil, ni la puerta de la casa, ni el que así es la vida. Tratan de herirse, mo. El zapatero hace zapatos para lecho para el descanso del hombre, en reyerta, pero de ningún modo ani el individuo: El intelectual es el únii ni la cuna ni los juguetes para el quilarse, porque se necesitan; viven co que lo que hace lo hace para niño, ni las cajas para los que ya en eterno juego. Son como los niños la humanidad entera, para su vecinoſ han dejado de vivir. El intelectual no de una misma escuela que se divi como para su antipoda, como para samasa la arcilla, ni le da forma al den en dos bandos para jugar mejor. mismo. Su obra es por eso tan inval barro, ni le cuece en los cóncavos El intelectual es de afuera, de otros luable que no vale nada. como e hornos. El intelectual no labra en oro, establecimientos. El intelectual no es individuo vale lo que vale su obra senice Sendunt la Universitas Moccanti, Cosa Ria