Tomo REPERTORIO AMERICANO Núm. 22 San José, Costa Rica Lunes de Febrero 1925 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO: Ha sonado la hora de la espada. por Enrique Molina. El movimiento militar chileno, por A: Castelblanco y Courbet. Muralla infranqueable, por Jayme Colson. La Doctrina de Monroe bajo un aspecto subjetivo, por Rogello Sotela. la obra de Enrique Gonzále Martínez, por Jaime Torres Bodet. Página lirica de Agustín Acosta. Carta de Casorla. Renán, sus ideas y su estilo, por el Dr. Manuel Dominguez (concluye. Comentarios fugaces, por El Pasajero. Suplemento: los Rubayát, del Kheyyam (segundo pliego y final. Ha sonado la hora de la espada?
Al señor Leopoldo Lugones Universidad de Concepción (Chile. 13 enero 1925. mundo la hora de la espadas. Como corolario de Sr. Garcia Monge.
esta frase de aparatosa marcialidad ha agregado que el pacifismo no es más que el culto del miedo o la San José de Costa Rica.
añagaza de la conquista roja, y que «en el conMi distinguido señor y amigo: flicto de la ley, cada vez más frecuente, porque es Le incluyo un articulo por si Ud. lo considera digno un desenlace, el hombre de espada tiene que estar.
de ser publicado en su interesantísimo REPERTORIO con ella. AMERICANO.
Creemos que en este discurso el señor Lugones Usted verá de que se trata. Creo que en el REPER no ha estado a la altura ni del poeta ni del hombre TORIO que circula por toda la América, es donde debe público conductor de pueblos ni del historiador.
salir.
Decir que «ha sonado para bien del mundo la Afectuosamente suyo, hora de la espadas es dar a entender que la humaENRIQUE MOLINA.
nidad hubiera vivido hasta estos días en una paz enervante y desmoralizadora. Pero. no ha sido, al contrario, la verdad que las horas de los pueblos han sido casi siempre horas de la espada? No tene poeta, el verdadero poeta es el vidente, es el mos para qué referirnos nada más que a la Europa privilegiado del espíritu para traducir en verbo y a la América. El viejo continente ha vivido los humano lo que avizora en vuelos suprasensibles y últimos cien años o en guerra o en paz armada que de difícil acceso al común de los mortales; es el es, en forma negativa, también el imperio abrumador portador de las cuerdas divinas que vibran con el de la espada. Ha vivido así hasta llegar a la catásdolor de los demás. Los demás se encuentran ex trofe de 1914 1918. Más de diez millones de muerpresados en él y se dicen: esto es lo que he sentido, tos en los campos de batalla, un número mayor aún de esto es lo que siento, y le agradecen al poeta la mujeres, de niños y de civiles fenecidos por conse. iluminación de esperanza producida, el alivio al pesar cuencias indirectas de la guerra como ser falta de traído con su ahondar en las complejidades del cora alimentación y enfermedades, centenares de pueblos zón. El poeta es el creador de belleza, es el ponti destruidos, campos arrasados, epidemias que han dado fice del amor en todas sus formas. Vuela por esto la vuelta al mundo como azotes de un castigo unien planos superiores a las miserias ordinarias de la versal: esto ha caido sobre la infeliz humanidad por vida o les aplica el cauterio de su fuego de profeta haber sonado de modo más intenso que antes en indignado cuando provienen de la mezquindad y 1914 la hora de la espada. Aún no se aquietan las maldad de los hombres. Es así antena de luz que ondas de zozobra levantadas en esa hora fatidica y grita a los extraviados y abatidos mortales «avan muchos decenios pasarán antes de que se aquieten zad, avanzad, realicemos con valor la vida, hagamos por completo por sí solas si es que no estalla antes a Dios.
otra conflagración conforme a lo que parece desear la insana actitud bélica del señor Lugones. No ha pensado el señor Lugones en este cataUn poeta, el poeta argentino Leopoldo Lugones clismo. Cómo creerlo. le parecen muy largos ha dicho en un teatro de Lima, en una de las festi los cinco años de defectuosísima paz que van transvidades celebradas con motivo del centenario de la curridos desde 1919 hasta este momento?
batalla de Ayacucho, que «ha sonado para bien del Por si el cuadro anterior no fuera bastante, des Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica