10 REPERTORIO AMERICANO puesto de recopilaciones, la fecha real de su madurez le hayan devuelto la don Horacio Quiroga acaba de publide aparición de cada uno de sus poe alegria de nuestros comienzos, nues car en El Hogar sobre «el caso Lumas. Los Doce Gozos, pieza de liti tra inconmensurable fe, no como poe gones Herrera y Reissig. gio en este caso, vieron la luz pública tas Dios me perdone sino como Vale la pena de que usted lo reà comienzos de 1898, en la revista poseedores de una nueva, incomproduzca en su difundido periódico.
La Quincena de esta capital. Cuando prensible y pasmosa sensibilidad.
Por fin, después de muchos años un fueron escritos, lo ignoro; pero osten Estos recuerdos reviven ahora en hombre honrado dice la verdad sobre siblemente, y de acuerdo con las razo mi la memoria de aquel gran mucha tan discutido asunto. El testimonio nes psicocronológicas del autor vene cho, que ya los años desvanecían. de Quiroga es doblemente valioso, zolano, antes de ser impresos. Si el No aprendíamos novedad literaria que porque además de ser él compatriota primer soneto del género gozo, en no fuera yo a comunicársela a él, de Herrera y Reissig es autor de un Herrera y Reissig, lleva fecha de 1900, mientras tomábamos mate, o acudienlibro de versos: Los arrecifes de cono fué tarea fácil para Lugones hur do él a casa, donde tocaba en la ral. Montevideo, 1901. donde ya hay gar en la mente, de su colega, con guitarra una melodía de Vieuxtemps, sonetos a la manera de Lugones.
dos años de anticipación, el tema y cantándola con voz mala y llena de Creo que podemos pensar cualel procedimiento de poemas que aun calor. No usaba entonces de morfina, quier cosa de las ideas políticas del no existían.
ni excitante alguno. Como rarezas, maestro; pero al César lo que es del En realidad, esto debia tener aquí. sólo ostentaba dos: un hermano misCésar.
punto final. Pero atento al hecho de terioso, en quien creía más que en Suyo cordialmente, haber mediado en la contienda más si mismo, y un gran colchón que le GLUSBERG.
de un escritor ilustre a la par del vi usar de frazada. Bajo él, y sentaseñor Blanco Fombona, con su mismo do a medias en la cama, sufría ya espíritu justiciero; visto que entre nos de las palpitaciones al corazón que El caso otros mismos dichos cargos tornan a debían llevarlo a la tumba. Nunca insinuarse cada vez que de Herrera conocí hombre más exagerado para Lugones Herrera y Reissig y Reissig se trata; habiéndome, por el elogio, ni más parco para la diafin, las circunstancias concedido asis triba. De los versos que no le agra En el prólogo de la edición Gartir muy de cerca a la gestación de daban decia sólo, removiendo los (1912. decía el escritor venezolano nier, de Los peregrinos de piedra este problema, creo de mi deber agre dedos. Musiquitas. versitos. De don Rufino Blanco Fombona. En 1905 gar algunas líneas.
las personas que amaba, decia, inva aparecía en Buenos Aires un libro Yo tuve, en efecto, una amistad riablemente, que tenían un talento de Leopoldo Lugones titulado Los muy estrecha con Herrera y Reissig más grande que la iglesia matriz. Crepúsculos del Jardín. En ese vodurante este peligroso período. Nos un chico tan modesto como asustado veíamos entonces con gran frecuen le vi sacudirle del hombro una y diez lumen puso en circulación Lugones, con más éxito que el uruguayo, e cia, en su casa, que no era todavía veces, mientras le aseguraba a gritos imprimiéndoles sello y nombre, todas la Torre de los Panoramas, o en la que el genio no le cabía dentro de las novedades de Herrera y Reissig. mia, que era sólo una pieza. En una la cabeza.
Tal afirmación, por proceder de esu otra leíamos mutuamente nuestros pasear, Herrera y Reissig salia critor americano y, aparentemente, tan versos, con tanto mayor entusiasmo muy poco. Cuando lo hacía, era, en conocedor de las literaturas americacuanto que en aquellos días a media son de ataque, con sus colegas neonas produjo estupor. La prensa pordos de 1900 ambos creíamos poseer sensitivos. Recuerdo así habernos en: teña, pronta a obtener un motivo de también una sensibilidad nueva, total contrado una tarde, en marcial terce posible repercusión y trascendencia, mente extraña al medio ambiente. to, Herrera y Reissig con sus guantes tomo base en dicho prólogo que La poesia de Herrera y Reissig nuevos y sus botines antagónicos de encerraba, al propio tiempo, una seorbitaba entonces alrededor de Dario. siempre, Roberto de las Carreras con vera acusación para iniciar una enLa mía sufria la influencia de los fran un orioncillo de color verde cotorra, cuesta con el fin de aclarar el punto ceses, y, en particular, de la de Lugo y yo con un sombrero boer cuya que suscitaba la rotunda afirmacion nes: precisamente de Los Doce Gozos. cinta de color oro rabioso pendia en transcripta y otras vehementes dePues bien: Herrera y Reissig no lazo por bajo del ala. Teníamos enclaraciones, que el fuerte temperaconocía estos sonetos cuando trabé tonces veinte años, bien frescos.
mento de Blanco Fombona explicaba.
relación con él. Admiraba mucho a Mi amistad con Herrera y Reissig Fué Critica, una de los difundidos Lugones, el de Las Montañas del Oro, fué, a pesar de todo, más breve y rotativos bonaerenses, el que llamó Gesta Magna y otros poemas de su literaria de lo que ambos hubiéramos a opinar sobre el caso planteado.
primera época. El Ramillete, El Sol creído. En 1901 yo dejaba a Monte El señor Blanco Fombona sostenía terón y Los Doce Gozos le eran des video; y al año siguiente, de paso que la prioridad de Herrera y Reisconocidos.
por aquella ciudad, me vi aún con sig sobre la labor poética, de LugoFigurémonos entonces la gloria de gran placer con mi amigo. Cuatro nes, especialmente sobre los sonetos Herrera y Reissig cuando puse en años más tarde, y en iguales circunsendecasilábicos de Los Crepúsculos sus manos los ejemplares de las retancias, caminamos juntos un par de del Jardin, era concluyente ante «la vistas Iris y Lái Quincena en que horas. Pero ya no nos entendíamos.
aquéllos habían aparecido. Uno y otro Nuestro modo de sentir en arte había razón cronológica, más al alcance del vulgo sabíamos de memoria tales versos.
variado. Faltos de este lazo, nuestro La confusión era clara y el error Tanto lo sabíamos que el entusiasmo afecto, tan sensible al evocarlo en evidente. Como tuve oportunidad de levantado en nosotros mismos por este momento, no lo hallamos más aclararlo en aquella oportunidad, Blannuestros propios sonetos no advertia al vernos frente a frente.
co Fombona fundamentaba su apresu procedencia, perceptible desde cien (El Hogar, Buenos Aires. ciaciones en el dato erróneo de la leguas. Un año más tarde yo no es.
publicación en 1905 de Los Crecribía más versos. Herrera y Reissig, Al Sr. Garcia Monge púsculos del Jardin. Aduje entonces, al fin poeta, continuó haciéndolos hasta Buenos Aires, julio de 1925 allá por 1914, que Herrera y Reissig, su muerte.
Mi querido amigo: inició la composición de las EglogaPero yo no creo que los triunfos Le mando el artículo justiciero que nimas y de las Eufocordias, después Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica