104 Reper torio Americano sus ¿El Arte. Bendito el arte! Pero el arte merce Cuando yo he visto la mendicidad horrible, lasnario de los papas y principes es el que se hacina timosa, ofensiva, convertida en clase social; jovencien Europa, la vieja. Una clase privilegiada por cier tas fuertes y lindas afectando caras de idiota; madres tas dotes de superioridad: talento, cultura, carácter, haraposas rodeadas de hijos escuálidos, que hacen genio, produciendo la belleza para deleite de una pensar en lo criminal de cierta paternidad; viejos clase no más: los poderosos.
mutilados arrastrándose por el suelo; todos, imploran¡No! El arte debe ser, solamente, por el arte. Fin do la misericordia del transeunte, me he revuelto en único del mismo. luego, como su efecto, como un descompasada ira contra los dirigentes de estos paiderivado, debe ser educativo. Debe democratizarse. ses que fomentan la mendicidad, permitiéndola, o Debe ser producido para la humanidad, que en su no levantando al hombre, faltos de justicia.
contacto se temple; ora se suavice en su armonía Yo no soy partidaria de la caridad. Siento la sedante; ora se tonifique en su sana energía. caridad como una ofensa a la especie. Ofensor es Es verdad que los museos de Europa están hoy el que la hace y el que la recibe. En un país donde al alcance de todos; pero duele pensar cual la hubiera justicia nadie tendría que acudir a la proraíz del arte que los llena.
tección de los otros, porque todos estarian garantiYo pienso que en una nación moderna los artis. dos en su bienestar por el esfuerzo propio. La caritas deben ser funcionarios públicos. Crear la belleza dad sólo es la testificación de la maldad humana, para el estado y que el estado la difunda libremente. un remedio inmediato y mezquino que sacrifica la a las masas. pienso que mientras no exista un gran moral a la pequeña moral.
estado moderno que sea capaz de iniciar esta obra No me inspiran, pues, sino un dolor negativo, los suprema, los artistas deben ser hombres humildes y centenares de ciegos de Madrid, y el hombre que ví, pobres que realicen su vida en forma de belleza y andando, la mitad del cuerpo, de pies a cintura, verla ofrezcan desinteresadamente a los hombres. tical; la otra mitad, de cintura a cabeza, horizontal. Cultura. Civilización. Riquísima, del ayer y agarrado a un bastón que sostenía dificilmente con del hoy; pero en una clase. el hombre medio. manos temblorosas, mientras gritaba con voz ¿Qué es del hombre medio en el Viejo Mundo. estentórea de hombre joven. Hermanitos. Siete años ¿Qué se hace por él. Cuando yo he visto en ple debajo de la tierra! Le explosión de una mina me nos boulevares de París al hombre infeliz y a la dejó ciego y enfermo! Siete años debajo de la tierra. flaca mujer, no ya jóvenes, sino viejos, encanecidos. Una caridad, hermanitos, que yo no lo puedo ganar. jorobados, cenceños, tirando de los carros como me Yo no he sentido, al oirlo, el impulso de darle una ras bestias. Cuando los he visto subir una cuesta limosna miserable; sino el impulso de hacer la gran y halar. halar. halar del carro, en vano. Halar del obra. he clavado, sola, mi bandera de revuelta, en carro que no sube a sus débiles fuerzas. en esta este Viejo Mundo carcomido. La bandera de la equidad.
lucha insistir, hasta vencer o confesarse rendidos. En Cartagena los obreros trabajan dos kilómetros Me ha nublado los ojos el llanto y la negrura el: en lo hondo de la tierra, horas interminables, sin espiritu y me he vuelto de frente a mis países. mis aire y a oscuras. Ganan sólo ocho pesetas al día.
países bendecidos de América.
Todos saben que no llegarán a viejos porque esa Cuando yo he visto en Italia, en Nápoles. Napo no es vida que dure y sin embargo, trabajan en esas li bella sirena dei mare) y en España, en la divina condiciones, víctimas de la desigualdad legal.
Granada, como el hombre vive paralelo del bruto. Oh América. Tierra de la dignidad humana. Tierra en su impudor de armiño, convirtiendo calles y pla donde no hay mendigos! Donde el hombre más llano zas en la sentina donde satisface sus íntimas nece tiene la fuerza de conquistar el porvenir, de escalar: sidades corporales.
la prosperidad, de convertirse en lo que más quiera sin duda que la culpa de ese primitivismo gro y lo que más lo levante entre todos los otros indisero la tiene solo la lenidad gubernamental que no viduos.
legisla nada que mejore la condición del hombre ¡Leyes de Europa, parciales y cohercitivas! Todo pobre. Las viviendas de esta desamparada gente se reduce a fuertes códigos y constantes penas de carecen de toda habitabilidad. Tal las cavernas tro muerte para prevenirse contra la maldad que e! la gloditas.
fomenta en los hombres, manteniédolos en ese estado En cada cosa se toca el abuso del pueblo. Yo, de miseria moral y de empobrecimiento del carácter.
que he viajado en tercera en estos países, puedo com ¡Leyes de Europa, donde todavía la mujer es cosa, parar esa clase de los ferrocarriles americanos, con pegada a la casa, como el ciervo a la gleba, legallos suyos. La tercera es aquí un antro sucio e in mente sin derechos y sin voluntad!
cómodo donde se hacina la multitud. Plaza para diez Si se exceptúan algunos países, sobre todo en el en cada compartimento de exigua capacidad. La Norte, en el resto la mujer está aún en la esclavitud.
pobre gente insalubre y desaseada proyecta un olor En la misma Francia, si la mujer tiene prerrogativas nauseabundo. Cuando llega la noche viaja a oscuras: es porque se las da la sociedad; pero las leyes que una miserable bujía de gas por todo alumbrado. rigen su vida son absurdas. Sus derechos civiles son Diríase que esto es misérrimo para ser económico; nulos y cuando ellas celebran que tienen el divorcio, para dárselo al pueblo a un módico precio. Pues no; exclaman. Tenemos el divorcio, gracias a Napoleón. la tercera en estos países es carisima, mucho más que se hubo de divorciar! Si no hubiera sido por ese cara que la nuestra. Qué hacen los gobiernos en conflicto de la vida de Bonaparte, no disfrutaríamos favor del público. Nada! las compañías enrique de ese beneficio. seguidamente se quejan de las ciéndose a costa del abuso y el pueblo manso y condiciones parcialidad en que está concebido, explotado, ignorando hasta que tiene el derecho de para la mujer.
protestar.
Nosotros, los americanos del Sur y del Norte pode Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica