Reper tor io Americano 333 SILENCIO Le silence est un pardon plus triste. BARBUSSE.
No temas que la loca canción de vuestra risa. se enturbie con el eco de mi canción oscura: mientras haya en mis labios la flor de una sonrisa yo beberé en silencio mi copa de amargura. así, calladamente, he de esperar el dia en que al peso implacable de mi destino torvo la muerte me sorprenda con la copa vacia y con los labios húmedos por el último sorbo.
y bien porque la sombra fue muy densa o los fulgores demasiado vivos, nada pude mirar, sólo una inmensa contestación de puntos suspensivos: Para alejar. de mí la fiebre impura conque el tráfago diario nos apremia, paso noches, insomne de locura, al fulgor de mi lámpara bohemia. luego de observar el torbellino de las pasiones sordas y rastreras, me detengo a llorar mis primaveras sin pensar en lo largo del camino.
Pero no me entristece la fatiga ni lo que en mi reposo haya perdido, ya que nunca he de estar arrepentido de sentirme cigarra antes que hormiga. cuando miro arder mi frente ilusa en el sagrado fuego de la diosa, prendo mi corazón, como una rosa, sobre el mórbido pecho de la Musa.
LA SOMBRA TU RECUERDO Como a través de un sueño, vagamente, miro el paisaje que la niebla empana. lo lejos, salmódico y doliente, solloza el viento en su silvestre caſa.
Recuerdo al punto tu silueta ausente y en emoçión mi espíritu se baña, pues la miro surgir borrosamente, como el paisaje que la niebla empaña.
Suave, se acerca a mí, besa mi frente, huye luego y se borra de repente; pyes, como tú, también la sombra engaña. en medio del paisaje indiferente mi corazón solloza tristemente igual que el viento en su silvestre caña!
Pequeños motivos (Endio de la Autora. LOR incauta, sinceramente ingenua.
INTERIOR bri la miel más pura que guardaba tu corola. Cómo dejas que se lleve entre las alas vibradoras el maravilloso polen que ocultaban tus entrañas, para así tenir de iris su plumaje. Flor confiada, que entregaste toda tu alma a ese frivolo y galante colibri!
MARIPOSA iluminada, sigue tras de la luz, que no podrás quemar en ella tus vaporosas alas. No es la pálida lumbre de una vela de la que giras en pos, es un sutil rayo de sol, el que al quebrarse sobre tu cuerpo frágil pone de fantásticos colores el abanico diminuto de tus alas.
Mariposa de luz, sigue volando como un pétalo arrancado por el viento, que él te lleva veloz adonde el Destino te señale. vuela mariposa iluminada!
Majestuosa, cargada de mutismo, la noche desplegó, su terciopelo, y al sentirme sin fuerza y sin consuelo me puse a meditar sobre mí mismo.
Sufro el cansancio de una vida fútil que se consume en torpes devaneos; en mi interior se agitan los deseos como las velas de una barca inútil.
Mas si es grato correr tras de la gloria por lucir el laurel del elegido, también es triste saborear victoria frente al dolor del que cayó vencido.
Dácil como a la brisa el débil junco mi pensamiento en nada se detiene, por eso en mi existencia todo tiene algo de mármol roto o verso trunco.
Este raro designio no me aqueja, sólo me embarga de melancolía: to inacabado es bello porque deja la inquietud de saber lo que serla.
Si alguna vez, salvando la distancia, recogi de un amor la flor divina, pronto olvidé la forma y la fragancia y aun me qyeda el recuerdo de la espina. través del oscuro cautiverio de la carne y del alma. siempre en llantoabri los ojos trágicos de espanto, frente a la muda boca del Misterio, SOÑADORA de alma inquieta. Romántica cautiva del misterio, de los abismos sin fin. Qué ves a través de aquellas nubes que se incendian en los atardeceres luminosos. No lo sabes?
Corre tras el enigma, descifra los arcanos, traduce la son.
risa eterna de la esfinge.
Ve a buscar el alma de las flores, el corazón de las selvas, el ronco aullido del trueno y la monocorde balada del agua cristalina!
Desata los rubios cabellos de la luna y quema tus ojos con los besos del sol; adormecete al escuchar la melodia que en la noche silente te cantará un triste sauce al sentir bajo sus hojas la caricia fresca del arroyo.
Soñadora de alma inquieta, no te canses!
FLOR DE LUNA San José, julio 1925. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica