REPERTORIO AMERICANO 75 So étos Hay un sol verde y largo sobre la ciudad viva, hay un corazón joven bajo el cielo sonoro, campana loca al aire, pico franco de loro, sangre que brota, y canta brotando de la herida.
Avispa roja tiembla bajo verde escondida. Mujer eres pantera, quieta en vulgar decoro. Hay estrellas cuajadas en mi fuente de lloro, es una pandereta la esperanza fallida.
Pasa una brisa tenue meneando el ramaje. la luna llena dora largamente el paisaje, con tanta paz no intento ni siquiera pensar.
Mi pensamiento duerme maravillosamente, las estrellas son gotas de rocio en mi frente, me siento tan profundo como el centro del mar.
Rubén Dario canta recias Prosas Profanas.
Las mujeres se mecen cual maduras manzanas. Oh, intolerable mezcla de Samain y Voltaire!
El tiempo es una cosa muy moral que circula.
Yo, para no sentirlo, me he comprado una bula.
Ya, don Jorge Manrique, no te puedo leer.
Este jardín es mio totalmente por la emoción y por la soledad, en mi dolor y en mi serenidad siento que estoy viviendo plenamente.
Ni el amor loco ni el deseo ardiente lleguen a la quietud de mi heredad, siento dormida en mi la eternidad como una estrella quieta en una fuente.
Serenidad de amor me posesiona, voz de mujer en ala de paloma, y un ruiseñor que se divierte y trina. la seguridad de lo futuro poniendo frente al universo duro la suavidad de una égloga latina.
Escribo como bate de mi vieja Castilla, más que las sutilezas amo las bizarrías, y a pesar de que amo las grandes rebeldías como poeta lírico me ciño a la cartilla.
Como español soy dueño de una gran maravilla al hablar un lenguaje de recias germanias, camino entre alegrías y entre melancolías.
mi padre fué de Córdoba, mi madre de Sevilla. Soy un eco moderno del noble romancero, si no fuera poeta, yo sería trovero, y aceptaría en pago un vaso de bon vino.
Hoy tengo un automóvil de 40 Como vivo en América, bebo sólo café.
Creo que he de morirme de un mal del intestino.
Amor que sea transparente y fino, y osado en el blancor de su pureza, que se entregue desnudo en su belleza para sentirlo humano y muy divino.
Amor que sea entero como el trino que se desnuda en la naturaleza, lleno de ingenuidad y de destreza, leche crinada con sabor a vino.
Amor que abrase y se enloquezca y ria en una larga fiesta de alegría. Mirra de templo y pámpanos de abril)
Amor de labio sobre alma; quieto.
Ambigüedad de dulcedumbre y reto en su maciza torre de marfil. 7 HELENE.
Yo sueño algunas veces con esa edad gloriosa de errantes caballeros y de hazañas triunfales, y me siento en iglesias de floridos vitrales contemplando a mi dama que es una blanca rosa.
Yo sueño con la hueste castellana y briosa de mío Cid Rui Di y en batallas campales, y me arrodillo en piedra de viejas catedrales y ofrezco cien cabezas de esa morisma odiosa.
Yo en otro tiempo hubiera sido conquistador, y vasallo obediente si hubiera buen señor, épica pesadumbre de la ciudad moruna.
Algunas veces lloro contemplando la luna.
Soy hijo de este siglo canallesco y brutal.
Para engañarme escribo sonetos. No está mal. De RONSARD)
Cuando estés viejecita, de noche, a la candela, sentada junto al fuego, deshilando e hilando, al recitar mis versos dirás rememorando. Ronsard me celebraba cuando yo estaba bella. Entonces escuchando tus dolidas querellas, aunque ya por influjo de su afán dormitando, al escuchar el nombre de Ronsard, despertando bendecirán tu nombre celestial tus doncellas. Yo estaré bajo tierra, y de mi sepultura saldré a vagar, fantasma bajo la noche oscura.
Tu estarás junto al fuego, viejecita y temblante, lamentado en silencio tu desprecio y mi amor.
No esperes el manana para cortar la flor.
Vive tu vida, corta las rosas del instante. Todo está quieto en este crepúsculo violeta, el lago se ha quedado soñando en su quietud, el paisaje está lleno de silencio y virtud, todo hombre en esta hora tiene alma de poeta.
Yo sé que todo vive, que se agita y palpita, y siento una infinita piedad por lo que existe, hay cosas que sonrien y hay cosas que están tristes, es la estrella que cruje y el árbol que crepita.
ARTURO TORRES Rioseco University of Texas.
Austin, Texas, u Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica